Innovación de primera clase

La industria agroalimentaria en la provincia apuesta por una inversión cada vez mayor en tecnología para convertirse en fábricas competitivas, tanto en el mercado nacional como en el internacional, con un producto de calidad

Productos de Embutidos Ballesteros en una feria.

Productos de Embutidos Ballesteros en una feria. / Cedida

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Que la agricultura y la ganadería son dos de los motores imprescindibles de la economía zamorana es innegable. Pero también lo es el que este sector primario no se ha quedado anclado en el pasado, sino que se esfuerza por dar un empuje a la tecnología desde diferentes campos para convertirlo en un motor que sea también competitivo en el mercado, tanto nacional como internacional.

Esa motivación está más que clara en muchas de las empresas, familiares o a mayor escala, que operan en la provincia y de ello también se hablará en el foro "La Zamora que funciona", que se desarrollará este jueves, 21 de marzo, en el salón de actos del Campus Viriato, escenario al que EL CORREO-LA OPINIÓN DE ZAMORA ha invitado a profesores, alumnos universitarios y de Bachillerato y toda aquella persona interesada para poner en común la actualidad económica de Zamora y cómo las empresas implementan sus acciones con la tecnología como factor muy a tener en cuenta.

Innovación de primera clase

Innovación de primera clase / B. B. G.

Será el caso, por ejemplo, de Audens Food, con sede en Roales del Pan. El director de la planta en Zamora, José Alfonso Herrero, estará en este foro para compartir con el público los avances que se han llevado a cabo por parte de esta importante firma en los últimos años. "En el grupo Audens, la innovación es un pilar fundamental en nuestra forma de trabajo, buscando siempre la excelencia en nuestros productos y procesos", certifica Herrero.

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Innovación de primera clase / B. B. G.

De hecho, dentro del equipo se cuenta con un área de Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en el que trabajan una docena de personas, tres de ellas en Zamora, que están dedicadas exclusivamente a la innovación y el desarrollo de productos en esta planta. "En cuanto a los procesos, hemos incorporado maquinaria y tecnología capaz de poder dar servicio a nuevas soluciones de alimentación siguiendo las tendencias que marca el mercado", añade el director de la planta zamorana.

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Innovación de primera clase / B. B. G.

Herrero también destaca otro de los pilares de esta empresa de alimentos ultracongelados, el compromiso, que se traduce "en conseguir una cadena agroalimentaria sostenible". De allí nace su Proyecto Agro, "donde buscamos ser especialistas de nuestras materias primas estratégicas, practicando un consumo de proximidad y en donde compartimos el know-how y el I+D con nuestros proveedores", detalla. Todo ello con el objetivo de "mejora continua, para seguir reinventándonos y mirando al futuro", subraya.

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Innovación de primera clase / B. B. G.

Pero no es necesario irse a grandes empresas que operan en diferentes puntos del país para comprobar esa apuesta por la tecnología en el mundo de la alimentación. En el caso de los productos lácteos, Quesos El Pastor también tiene a la innovación y el desarrollo como pilares fundamentales. "Nuestro espíritu innovador se enfoca no solo en el desarrollo de nuevos productos y la robotización de procesos productivos para optimizar tiempos y costes, sino también en la implementación de prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente", asegura el director de la fábrica de Santa Cristina de la Polvorosa, Marco Rodríguez.

Innovación de primera clase

Innovación de primera clase / B. B. G.

Desde Quesos El Pastor se han dado cuenta hace tiempo que la implementación tecnológica mejora sus procedimientos, "lo que redunda en una elaboración más precisa y eficiente", subraya. "Hemos realizado importantes inversiones en la robotización de nuestras líneas de producción, utilizando tecnología de visión artificial para mejorar los estándares de envasado y garantizar la competitividad de nuestros productos tanto en mercados nacionales como internacionales", pone como ejemplos.

Y es que aunque esta empresa sea familiar y el queso un alimento tradicional, se quieren alejar de esta posible percepción de actividad "conservadora y estática", explica Rodríguez. "Nada más lejos de la realidad, ya que estamos profundamente comprometidos con la investigación y el desarrollo para liderar un sector altamente competitivo", asegura.

Esta vanguardia tecnológica se ejemplifica perfectamente en tres áreas diferentes de innovación. En primer lugar, con el tratamiento del agua, "donde hemos optimizado el volumen de consumo mediante la reutilización y depuración de este recurso tan preciado", apunta. En segundo lugar, está el uso de materiales innovadores "que nos permiten reducir el consumo de plástico o emplear materiales completamente reciclables", añade. Y, por último, Quesos El Pastor está en la actualidad inmerso en un proyecto para integrar energía verde en sus operaciones. "Aunque inicialmente no cubrirá la totalidad de nuestro consumo energético, nuestro objetivo es incrementar progresivamente su participación en nuestra fuente de energía", adelanta.

También en Toro hay un buen ejemplo de este uso de la tecnología para seguir avanzando en la industria. Es el caso de Embutidos Ballesteros, que esta pasada semana inauguraba su cuarto establecimiento en la capital, coincidiendo con los treinta años de su fundación.

Lejos de anclarse en el pasado, Elier Ballesteros explica que en la actualidad están volcados en la inversión para la puesta en marcha de una sala de loncheado automático, lo que mejorará la productividad de los envases. "Hasta ahora, todo es manual pero esta nueva maquinaria hará que de 400 o 500 sobres al día se puedan preparar de tres mil a cuatro mil", calcula, haciendo hincapié en que la mano de obra "será la misma, pero se avanzará diez veces más", estima.

Un servicio que también ofrecerán fuera de su fábrica. Y es que desde Embutidos Ballesteros siempre están pensando en mejorar para avanzar, como con la creación de una sala blanca para la elaboración de precocinados, desde croquetas hasta san jacobos. "El objetivo es controlar todo lo que vendemos en tienda y conseguir ser lo más competitivos posible para poder seguir en el mercado", considera.

Una muy buena filosofía de negocio que es la clave para que continué creciendo.