La Resurrección modificará su distintivo el próximo año

La cofradía en la Plaza Mayor “invitará a abandonar el desfile” a los hermanos no lleven la medalla

Asamble de la Resurrección

Asamble de la Resurrección / Alba Prieto

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

La Cofradía de la Santísima Resurrección cambiará el próximo año o la medalla o bien el cordón con el objetivo de actualizar sus listas. La directiva optará por modificar “aquello que sea más económico para los hermanos”, remarcó Josué Crespo quien aludió a que no se cambia la medalla de la presidencia de Francisco González Poza, quien ocupó el cargo entre 1995 y 2011, y el cordón se modificó durante la etapa capitaneada por Verónica Pedrero.

La hermandad hará unos armarios para la correcta conservación de su patrimonio textil, lo que conllevará una inversión de casi 3.000 euros, una cantidad “importante para nuestra economía, pero tiene que estar guardados de una manera determinada y no nos queda otra”, tras abandonar la Diócesis de Zamora las Marinas, religiosas que custodiaban, entre otros bienes, las faldillas de la cofradía que “tenía una estrecha relación con la comunidad” explicó Crespo una vez concluida la asamblea general ordinaria celebrada el domingo en dependencias del Seminario San Atilano.

El Domingo de Resurrección el recorrido será el mismo de todos los años, pero los celadores vigilarán más en la Plaza Mayor que los hermanos que desfilan porten su medalla en el cuello y visible, siendo quienes no la porten “invitados a abandonar el desfile”. “Entiendo que la vara cuesta 90 euros y no podemos exigirla, pero sí la medalla tal y como fijan los estatutos que marcan que es una solemne procesión”, enfatiza el presidente quien indica que actualmente pertenecen a la cofradía 1.500 personas y "todos vemos la cantidad de gente que hay en el acto".

 Josué Crespo cuenta en su directiva con la incorporación de Félix Rodríguez Peña, quien despeñará labores de vocal.

La cofradía ha destinado 1.500 euros a fines sociales ayudando a la construcción de un pozo en Sudán del Sur a través del misionero zamorano Fernando López Cabello y también se ha respaldado a la Casa Betania y la restauración de una cruz parroquial.

Suscríbete para seguir leyendo