Sucesos en Zamora

El abandono de su rebaño de 4.400 ovejas le enfrenta a 18 meses de cárcel

La Fiscalía exige que el ganadero de Aliste procesado por maltrato animal no pueda trabajar o administrar una explotación en cuatro años

Estado de las ovejas y la explotación del denunciado en el momento de la intervención de la Guardia Civil.

Estado de las ovejas y la explotación del denunciado en el momento de la intervención de la Guardia Civil. / Cedida

Dejó abandonado a su suerte el rebaño de 4.432 ovejas de cebo que tenía en un pueblo de la comarca de Aliste, en unas condiciones de higiene y sanitarias que causó la muerte a 687 animales, mientras que la mayoría restante padeció "dolores, daños y sufrimientos inútiles" entre enero y noviembre de 2022. El resultado del comportamiento de este ganadero de iniciales J.M.L. le llevará a enfrentarse a la máxima pena de prisión por maltrato animal, 18 meses, así como a la prohibición durante cuatro años de desempeñar un trabajo relacionado con animales, de ser propietario, administrador o encargado de una explotación o poseerlos.

La gravedad del delito, en el que el acusado persistió aunque el servicio territorial de Ganadería le instó a tomar medidas ya en febrero, ha llevado a la Fiscalía de Zamora a ser implacable tras la investigación emprendida por el Seprona en diciembre de ese año, cuando los agentes de la Guardia Civil conocieron que la empresa de recogida de cadáveres había retirado los restos de 615 ejemplares adultos y de 72 corderos desde el 1 de enero hasta el 30 de noviembre.

La intervención policial permitió comprobar "las deficiencias de sanidad animal y la falta de cuidados higiénicos, de limpieza y sanitarios" con las consiguientes consecuencias nefastas para la salud de los animales, de acuerdo con el escrito de acusación de la Fiscalía.

Los agentes del puesto de la Guardia Civil de Fonfría que supervisaron las instalaciones el 9 de febrero de 2022 levantaron un acta y denunciaron la situación ante el Servicio Territorial de Ganadería en la que especificaba que la vigilancia de la explotación durante varias jornadas les permitió comprobar que el ganado convivía con cadáveres de ovejas y corderos en estado de descomposición, así como con esqueletos, prosigue el Ministerio Público.

Sanidad y Producción Animal de la Junta en Zamora efectuaron una inspección a la cabaña ovina el 8 de marzo de 2022 durante la que detectaron animales enfermos que padecían pérdida de músculo esquelético y grasa que causa el síndrome de la caquexia; con heridas, cojera o parasitosis, recoge el relato de la acusación pública.

Técnicos del Seprona revisan documentación sanitaria. | Cedida

Técnicos del Seprona revisan documentación sanitaria. / Guardia Civil

El equipo técnico de la Delegación territorial pudo ratificar que el ganado enfermo no se había aislado y que había varios cadáveres en las cuadras, de modo que ese mismo día llegaron a retirarse 30. El dueño de la explotación no disponía de registros de recetas ni hallaron documentación que certificara que las reses que sufrían alguna patología hubieran sido sometidas a tratamiento veterinario.

A raíz de esa visita, los veterinarios del servicio de Ganadería dan una serie de recomendaciones al pastor para atajar la grave situación detectada sin que el 13 de marzo, cuando regresan, haya cumplido medidas de importancia como la separación del ganado enfermo del sano; prestar asistencia facultativa y tratamientos con fármacos; o arreglar las camas para que estuvieran limpias y secas.

La higiene del ganado es inexistente con restos de heces en la lana. La Fiscalía agrega que el 50% del rebaño tenía heridas, llagas, en las colas, algunas ovejas habían perdido parte del rabo por necrosis por el arrastre y las pezuñas "largas y deformadas" que derivaban en "cojeras graves" porque no podían apoyar las extremidades. Los veterinarios indicaron en su informe que una decena de los animales tenían "abscesos del tamaño de su cabeza y otros con parasitosis externas con pérdida total de lana o alopecias", apunta la Fiscalía.

A los tres días, el 16 de marzo, los veterinarios de la Junta regresan a la explotación ovina y comprueban que el ganadero había aislado a los animales enfermos e iniciado el tratamiento. El deficiente cuidado persiste y termina con la denuncia del Seprona y la apertura de investigación en el Juzgado número 5 de Zamora el 29 de noviembre de 2022, cuando el ganadero abandona su granja, con el rebaño recogido en un corral de 4.700 metros cuadrados al aire libre "completamente embarrado", hasta tal punto que las reses no pueden ni levantarse. En fincas próximas, hallan cadáveres de ovejas.

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