Zamora podría acoger el Museo de la Emigración de Castilla y León

La historia de un zamorano emigrado a Cuba, contada por su nieta Matilde Cerezal-Mezquita, se incorporará al archivo del Centro de Emigración de Castilla y León al obtener el II Premio Memoria de la Emigración Zamora ayer tras la deliberación del jurado del certamen que organiza la Cátedra de Población de la UNED con apoyo de la Diputación de Zamora, cuyo vicepresidente primero, Víctor López de la Parte ensalzó su labor. El también diputado de Cultura quiso "dar gracias por el inmenso trabajo que hacéis para que la gente conozca su pasado y sus raíces", reconocimiento la que se sumó la responsable de la Fundación Caja Rural, Laura Huertos, entidad que también colabora en la iniciativa.

Los entresijos de las vivencias de otro zamorano que tuvo que buscar un futuro en México y Brasil conforman el relato el accésit, explicó Juan Andrés Blanco, director de la Cátedra Población, Vinculación y Desarrollo, impulsora de estos galardones con el objetivo de complementar su labor de acopio de testimonios y documentación de todo tipo para enriquecer el Centro de Emigración virtual que puede visitarse en la página web e-Migra.

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Un centro que se complementará con el Museo de la Emigración, la parte física de este proyecto que se ubicará en la capital como Archivo físico, para el que Cátedra, Junta y Diputación están estudiando una futura ubicación. Servirá para ofrecer a estudiosos y personas interesadas la amplia documentación, una iniciativa que cuenta con el beneplácito de la Junta de Castilla y León, con el compromiso del propio presiente Alfonso Fernández Mañueco, y el de que Diputación que renovó ayer López de la Parte.

Los testimonios que se han presentado en esta convocatoria de los premios aportan "una visión muy directa" de esos zamoranos y zamoranas que partieron en busca de oportunidades de prosperar desde una provincia devastada por la pobreza y la falta de oportunidades, como ocurre en la actualidad. Son historias escritas fieles a las experiencias de sus protagonistas, que se jugaron la vida pasando el charco y asentándose en territorios totalmente desconocidos, que partieron desde pequeños pueblos a ciudades mucho más modernas.

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Desde documentos públicos a fotografías o, incluso, documentos audiovisuales, objetos, publicaciones, registros y actas de organizaciones e instituciones conforman esa extensa amalgama de fondos que pasarán por el Museo para alternarse en la sala de exposiciones que se cree, explicó Juan Andrés Blanco.

Los relatos sobre la vida de estos emigrantes resultan esenciales para completar la gran labor desarrollada por la Cátedra desde su creación en esa búsqueda de los pormenores de la vida de "las 140.000 personas que tuvieron que dejar atrás su tierra y que continúan haciéndolo a día de hoy", una recopilación que no puede cesar dadas las corrientes migratorias que continúan diezmando Zamora en la actualidad.

Ese centro virtual contiene información sobre el recorrido histórico de esa emigración que ya comenzó en el siglo XVI, pero mucho más intensa a finales del XIX y primeros del XX, principalmente en Latinoamérica, y desde mediados de esa última centuria tras el periodo de las guerras mundiales y la civil española, una emigración más centrada en países de Europa y en el propio territorio español.

La representante de la Fundación de Caja Rural, Laura Huertos, reconoció la trascendencia de esta labor "para mantener viva la memoria, el trabajo y la implicación para recoger a través del testimonio de personas emigradas, sus sensaciones y experiencias personales".

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