Hay una hora perfecta para hacer yoga

Practicar a primera hora del día puede cambiar la forma en la que afrontamos nuestra jornada. Además de energía, una secuencia de yoga mañanero nos pone de buen humor y baja el nivel de estrés

Yoga para la "rentrée"

Yoga para la "rentrée" / Alicia Velasco

Alicia Velasco

La manera en la que empiezas el día tiene un poderoso impacto en el resto de la jornada. Una sesión de yoga al despertar nos garantiza que las 24 horas que tenemos por delante sean vividas de forma más consciente y tranquila. Llevo años levantándome un poco antes para practicar y no me he arrepentido ni un solo día. Es una de las mejores rutinas que me regalo y que siempre recomiendo a todos los que buscan mejorar su estado de salud y sentirse con más energía.

Si no tienes una práctica personal para hacer en casa o si te cuesta mantener este hábito saludable en casa, puedes venir a las clases grupales que hay a las 8 de la mañana en la Escuela Unmani (calle Tres Cruces, 17, entreplanta).

Y si quieres practicar en casa y no sabes por dónde empezar, en Escuela Unmani hacemos programas personalizados y adaptados tanto a las necesidades de los alumnos como al tiempo que se quiere dedicar a la práctica (no hace falta mucho tiempo, con 10 minutos puedes conseguir grandes beneficios). Ponte en contacto con nosotros y pide presupuesto.

Beneficios de hacer yoga por la mañana

1. Alivia (y previene) el estrés y la ansiedad: Trabaja músculos y articulaciones haciendo que, al finalizar, el cuerpo esté más relajado. Esto hace que estemos tranquilos durante todo el día y no olvides que si el cuerpo está relajado, la mente también lo estará.

2. Fuera rigidez: Es normal levantarse con el cuerpo entumecido, rígido e incluso con dolores en alguna articulación. Después de varias horas en la cama, la sesión de yoga nos ayuda a activarnos, desperezarnos y estirarnos para estar todo el día a tope y con buena movilidad.

3. Mejora la productividad: La respiración consciente nos coloca en un estado de atención plena, en el momento presente. Esto contribuye a no preocuparnos con antelación de las tareas que tienes por delante en el día evitando agobios antes de lo necesario así como a estar más concentrados en nuestro trabajo diario.

4. Aumenta el positivismo: Practicar yoga libera endorfinas, la hormona de la felicidad. Y si, además, lo haces por la mañana en vez de por la tarde, podrás disfrutar de esa maravillosa sensación de bienestar durante todo el día.

5. Aumenta la energía del cuerpo: Las posturas de yoga y los ejercicios de respiración aportan vitalidad a todo el organismo, ¡mucha más energía que un café doble!

6. Es un momento exclusivo para ti: La sesión de yoga por la mañana es un regalo para tu bienestar, un tiempo sin horarios, ni ruido, ni obligaciones… Un momento solo para disfrutar de ti.

7. Estado meditativo más accesible: Por la mañana la mente suele estar más tranquila, aún no hemos empezado a funcionar. Por ello, es más fácil conseguir la presencia plena y acercarnos al estado meditativo y de felicidad plena que busca el yoga. Te recomiendo que finalices tu sesión de yoga matinal con unos minutos de meditación.

Rituales para hacer antes de subir a la esterilla

Estos hábitos yoguis son estupendos realizados en cualquier momento del día, pero si los llevas a cabo nada más levantarte sus efectos se potencian.

Limpieza lingual: Se coloca el raspador en la base de la lengua y se desliza varias veces de atrás hacia delante. Entre los beneficios que aporta esta práctica destacan la eliminación de toxinas, el fortalecimiento del sistema inmunitario y la prevención de infecciones en dientes y encías.

Una ducha fría: El agua fría mejora la circulación sanguínea, desinflama, evita la retención de líquidos, aporta energía corporal, mejora el sueño, incrementa la resistencia del sistema inmune… Y si tienes tiempo y quieres sumar un plus a este momento masajea antes de la ducha el cuerpo con aceite de sésamo.

Beber agua: Toma dos o tres vasos de agua templada con un poco de sal (si esto te resulta complicado puedes añadirle un poco de zumo de limón). Este ritual nos ayuda a hidratar el cuerpo así como a limpiar y a ayudar a eliminar toxinas acumuladas.

Nauli: Se trata de una de las kriyas (ejercicios de limpieza) más conocidas del Hatha Yoga. Es un masaje abdominal que consiste en rotar los músculos abdominales cinco o seis vueltas de derecha a izquierda y luego en sentido contrario. Es un ejercicio energizante y purificante que se recomienda aprender de un maestro experimentado.

Lectura inspiradora: Hay ciertos libros y autores que tienen la capacidad de hacernos empezar el día con buen pie, con una actitud mental abierta y predispuesta a conseguir nuestros objetivos y a no dejarnos arrastrar por las circunstancias. ¿Ejemplos? Eckhart Tolle, Pablo D’Ors, Thich Nhat Hanh o Krishnamurti.

Foto 1: Lecturas inspiradoras sobre la esterilla para empezar el día.

Foto 2: Postura de estiramiento lateral, perfecta para activar el cuerpo.

Foto 3: Clase grupal de yoga en Escuela Unmani (calle Tres Cruces, 17, entreplanta. Zamora). Aptas para todos los públicos. Empezamos a las 8.

Foto 4: Granada, uno de los alimentos más rejuvenecedores que existen.

Foto 5: Porridge de avena con semillas, canela y pera horneada.

Desayuno post yoga

Practicar en ayunas es una gran idea ya que al trabajar el cuerpo con el estómago vacío no tenemos esa sensación de pesadez que queda siempre después de comer. Además, al quitarle al sistema digestivo ese trabajo de digestión, la energía que el cuerpo dedica al proceso digestivo puede ser enfocada a la práctica de asanas que estamos realizando obteniendo un mayor rendimiento. Después de hacer yoga, lo mejor es un desayuno a base de fruta fresca de temporada. La fruta es un alimento sátvico lleno de vitaminas y nutrientes, que se absorben de manera más eficiente si tenemos el estómago vacío y no la mezclamos con otros alimentos. Puedes acompañar tu ración de fruta con un porridge de avena con alguna proteína como una buena cucharada de crema de cacahuete y una porción de grasa saludable como el cacao, el aguacate o el ghee.