Ganchillo y redes sociales conectan en Zamora por una buena causa

El grupo solidario «Tejiendo Zamora» nació a través de Facebook, plataforma gracias a la que también ha encontrado una sede

Una de las reuniones del grupo solidario "Tejiendo Zamora"

Una de las reuniones del grupo solidario "Tejiendo Zamora" / Ana Burrieza

No siempre pasa que dos elementos, a priori tan antagónicos, como pueden ser las redes sociales y la afición por el ganchillo consiguen encontrar un punto de unión. Pero, en este caso, han servido de punta de lanza para iniciar un proyecto que une a diversas generaciones en torno a lanas y agujas.

Todo empezó en la conocida red social Facebook cuando la zamorana Aranzazu Arribas lanzó su idea: formar un grupo solidario para tejer juntas. «En otras ciudades españolas hay un montón de grupos dedicados a tejer y tenía la cosa de por qué en Zamora no, cuando es un lugar en el que se teje mucho y hay mucha historia de gente tejedora y que borda», comenta.

Fue en septiembre cuando hizo la propuesta y a mediados de octubre, ya comenzaron a bordar juntas. «La gente se fue interesando y ahora nos solemos reunir entre 10 y 15 personas todos los miércoles aunque tenemos un grupo de Whatsapp en el que somos unas treinta colaboradoras», explica.

Una de las mujeres en plena labor de ganchillo

Una de las mujeres en plena labor de ganchillo / Ana Burrieza

Julia del Río fue una de esas personas que vio el anuncio en redes sociales y decidió unirse: «Siempre he querido hacer algo solidario, además todas las manualidades me encantan y cuando lo vi en Facebook me puse en contacto y ahora estoy muy a gusto». Mujeres, que sin conocerse previamente, se han unido con un mismo fin. «Vengo porque me gusta y tengo tiempo. No tengo otras cosas que dar pero el tiempo si lo puedo dar», aclara Toñi Calvo. Todas coinciden en qué están muy a gusto y pasan, además, un animado rato de charla. «Me encanta porque me gusta muchísimo hacer esto y no tengo ninguna amiga a la que le guste y encima tiene un fin solidario», añade Elena Martín.

En busca de local

La sede de esas primeras reuniones fue la cafetería del Campus Viriato donde reconocen que se sentían bien, pero el problema era que ocupaban mucho espacio y tampoco era un lugar muy tranquilo. En busca de otro emplazamiento, Aranzazu volvió a echar mano de las redes sociales para buscar local. «Adrián Sandín de la Fundación Personas contactó conmigo y nos ofreció la posibilidad de poder realizar nuestra labor en su centro sociocultural, algo que me pareció una genial idea ya que hay usuarios de la fundación que tejen de manera solidaria como nosotras, así que nos pareció una idea muy bonita compartir espacio», relata.

Integrantes de "Tejiendo Zamora" al fondo el grupo de la Fundación Personas

Integrantes de "Tejiendo Zamora" al fondo el grupo de la Fundación Personas / Ana Burrieza

«Una compañera vio el anuncio en Facebook. Lo que ellas cosen lo van a donar a la residencia de la tercera edad y es un poquito el objetivo que hace uno de los grupos de la fundación por lo que nos pareció una buena idea que trabajaran de manera conjunta y fomentar la inclusión que es también el futuro de este local; que se realicen talleres a la comunidad y trabajen todos manera conjunta. Juntarnos y que haya relación entre todos y cumplir con esa inclusión real», relata Adrián.

Encargos con corazón

Resuelto el problema de falta de sede, el grupo se afana en tejer cada miércoles los encargos que les hacen desde asociaciones, incluso de fuera de Zamora, y con las que colaboran gustosamente. «Ahora estamos haciendo elefantes para Tejiendo Carabanchel, un grupo de tejido solidario que nos requirió ayuda para poder hacer muñecos amigurumi, tejidos con ganchillo, para repartir entre los niños», cuenta.

Para ello, echan mano de una enorme caja de material que ellas aportan altruistamente o que han recibido gracias a donaciones de distintas personas.

Detalle del trabajo de una de las tejedoras zamoranas solidarias

Detalle del trabajo de una de las tejedoras zamoranas solidarias / Ana Burrieza

Campaña de Navidad

Uno de los gérmenes del grupo fue la campaña Teje por ellos, que Aranzazu puso en marcha por primera vez en el año 2021. «Veía muchas campañas de juguetes y material escolar y pensé que todo era para niños, algo que está muy bien, pero para la gente mayor institucionalizada no teníamos nada. Por eso, creí que estaría muy bien que fuéramos por navidad a una residencia a entregarles cosas que habíamos hecho nosotras», recuerda. Así nació Teje por ellos una manera de «cerrar el círculo», dice también Aranzazu. «Casi todas las que estamos aquí nos han enseñado a tejer madres, abuelas, y era como devolverles todo a ellos».

Tres de las participantes del grupo mostrando la labor que donarán

Tres de las participantes del grupo mostrando la labor que donarán / Ana Burrieza

Tras una primera edición exitosa en la que recibieron 290 regalos, el pasado año consiguieron que les mandasen paquetes desde Almendralejo, Vitoria, Madrid, Galicia e incluso tuvieron un punto de recogida en Galicia. En total, 656 donaciones que llegaron a las manos de los mayores de las residencias zamoranas.

«Este año se va a organizar mucho mejor gracias al grupo. Todas somos muy dispuestas y estamos muy implicadas», añade. De todas formas, como dicen ellas, «no es cuestión de números», lo importante es «movilizar» a la gente para participar en este gesto solidario que les llena tanto. «Tenemos muchas ganas de que llegue el momento de la entrega porque es muy bonito y se establece un contacto intergenaracional muy especial», dice Aranzazu.

Tejedoras solidarias preparando la campaña navideña

Tejedoras solidarias preparando la campaña navideña / Ana Burrieza

¿Y después? Cuando finalice la campaña de navidad, Aranzazu ya se plantea seguir con más proyectos y contactar con instituciones para colaborar de alguna manera juntos y que el grupo solidario siga llenando de ilusión y solidaridad más rincones de la provincia.

Suscríbete para seguir leyendo