Entonados y encantados

Se trataba de un estreno, así que el público llenó el patio de butacas, los palcos e incluso el gallinero. De hecho, algunos se quedaron sin su invitación. El espectáculo no se merecía menos y los artistas no defraudaron. Era la guinda de un proyecto singular que ha supuesto un auténtico revulsivo para la vida de muchos de sus participantes. La música ha llegado para quedarse o, al menos, eso confiesa gran parte de los integrantes del proyecto "Música sin barreras", quienes mostraron al público zamorano un artístico resultado en forma de repertorio de canciones con un mensaje común a favor de la inclusión, aunque en diferentes estilos.

Siete agrupaciones subieron al escenario del Teatro Principal para mostrar sus dotes musicales —tanto con la voz como con diferentes instrumentos— a los asistentes, que pudieron disfrutar de baladas, rumba, rock progresivo, pop o incluso flamenco.

Ayuda de La Caixa

Este intenso proyecto —que ha tenido una duración de un año— ha sido posible gracias a la financiación de la Fundación La Caixa. En su convocatoria "Art for change", eligió esta propuesta y otras 19 ideas artísticas más repartidas por todo el país que tenían un nexo de unión: todas ellas apuestan por fomentar el papel activo de colectivos en situación de vulnerabilidad. La de la Asociación Cultural Peromato obtuvo una subvención de 18.220 euros. Otras iniciativas que obtuvieron también este apoyo se centraban en las artes plásticas, la fotografía o la danza. Pero en Zamora se eligió la música con buen criterio, a tenor de los resultados, orquestados por el grupo Huckleberry, quien llevó la dirección artística del proyecto, aunque han estado igual de implicados el resto de músicos profesionales zamoranos que se animaron a formar parte de esta auténtica experiencia.

Una de ellas es Rebeca Mostajo, quien reconocía poco antes de salir a escena que "aunque a nivel personal era la primera vez que trabajaba con músicos que tenían alguna discapacidad, me ha resultado incluso más sencillo que con otros compañeros". La razón es bien sencilla: "no hay egos", sentencia. "Todos hemos remado juntos hacia el mismo destino, hemos tirado hacia adelante para sacar nuestra canción y había siempre un apoyo mutuo", agradece.

Primera vez sobre el escenario

Desde la Asociación Cultural Peromato, Claudia Serrano apuntaba que la mayoría de estos artistas nunca se habían subido a un escenario. La primera vez que lo hacían fue por la mañana, horas antes del estreno, para el ensayo general en el Teatro Principal. "Aunque es muy recogido y cercano, siempre impone ponerse delante del público, pero como todo el proceso ha sido tan satisfactorio, este es el resultado de lo que hemos trabajado, así que, aunque algo nerviosos, sobre todo están muy ilusionados".

Acordes por la inclusión en Zamora

Y eso se comprobó durante el concierto que ofrecieron las siete bandas que se han formado para el proyecto —una de ellas incluso venida desde Valladolid—, que hicieron reír, cantar e incluso emocionarse a un público entregado a este espectáculo. Se pudo escuchar una buena diversidad de estilos, con mensajes que recordaban que no somos tan diferentes. "Las letras son muy variadas, con lo que los integrantes con alguna discapacidad querían transmitir", indica. Así, se pudieron escuchar canciones sobre las dificultades que una discapacidad puede provocar, aunque siempre con un mensaje final positivo, o letras que banalizaban un poco la situación de estar personas con las barreras arquitectónicas con las que se encuentran cada día. "El humor está muy presente en este espectáculo, es una forma de afrontar las trabas que se nos presentan en el día al día", valora Serrano.

Pablo Lorenzo Pérez, director de Contratiempo Teatro, tuvo el honor de dirigir esta gala musical, haciendo de presentador y dando paso a los diferentes artistas. Además, entre actuación y actuación se proyectaba un pequeño vídeo donde los protagonistas eran algunos de los integrantes de los grupos musicales —con o sin discapacidad— que explicaban lo que había supuesto para ellos, tanto personal como profesionalmente, esta experiencia.

El coro de la Asociación Cultural Peromato cerraba el programa. Cerca de treinta voces subían al escenario y acompañados por timbales y guitarras —una de ellas la de Sergio Portales, músico zamorano integrante de varios grupos de la ciudad, entre ellos el propio Huckleberry— se arrancaban con su interpretación, donde cantaban de manera épica cómo vencían a un gigante y a sus miedos con su voz, la mejor arma para seguir adelante.

Fue un broche de oro para esta tarde musical tan especial en el Teatro Principal. Con los miembros del coro todavía en el escenario, el presentador fue llamando a las siete bandas participantes para que se unieran a sus compañeros y este medio centenar de artistas recibiera la última ovación de la tarde, disfrutando así del merecido éxito que se disfruta cuando se logra completar un trabajo con ilusión y muchas ganas.

En vídeo

Este concierto, además, quedó bien documentado, puesto que fue registrado por Creativa Locomotiva, los mismos que se encargaron en las últimas semanas de grabar los testimonios de los participantes que se proyectaron durante la gala en el teatro.

Peromato y el grupo Huckleberry: El ritmo de la inclusión

Aunque el proyecto "Música sin barreras" y la subvención de la Fundación La Caixa finaliza aquí, la ilusión de todos es poder continuar con alguna iniciativa similar que siga haciendo que la música sea un motor importante en su vida.

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