La UE abre una vía al transporte público transfronterizo que incluiría a Zamora

Los ministros comunitarios sellan la Declaración de Barcelona, que plantea además planes piloto para las zonas escasamente pobladas

Reunión de los ministros de Transporte de la Unión Europea. |

Reunión de los ministros de Transporte de la Unión Europea. | / Cedida

Los países que forman parte de la Unión Europea aspiran a introducir cambios en materia de movilidad para fomentar "la cohesión social y territorial". Entre los planes que manejan los ministros responsables del área en cada Estado miembro, destacan algunos asuntos que afectan directamente a Zamora. Quizá, el de mayor interés tiene que ver con la propuesta a la Comisión para que elabore un documento estratégico que incluya el desarrollo de "servicios transfronterizos de transporte público". Estos recursos afectarían directamente a las zonas occidentales de la provincia y a sus comarcas vecinas de la parte portuguesa.

Un tren de pruebas pasa por la estación de Zamora. | L. O. Z.

Un tren de pruebas pasa por la estación de Zamora. | L. O. Z. / Manuel Herrera

La propuesta aparece en la llamada Declaración de Barcelona, un texto firmado por los ministros de Transporte de la UE bajo el auspicio de la Presidencia del Consejo, a cargo de España durante el segundo semestre del año. El texto, consensuado en el marco de una reunión informal durante esta semana, reclama que la Comisión aplique herramientas para implicar activamente a las comunidades y demanda un esfuerzo para "garantizar la participación" de los agentes de las zonas afectadas en la toma de decisiones.

Problemas de décadas

La creación de una red de transporte de estas características vendría a paliar los problemas que sufren algunos territorios rayanos por el llamado efecto frontera, entendido como la parte negativa de residir en el territorio limítrofe entre dos países. En el caso de Zamora y la zona vecina de Tras-os-Montes, los datos económicos, demográficos y sociales evidencian la existencia de carencias que se han ido acumulando a lo largo de décadas en las que no ha habido incentivos para aprovechar en positivo las circunstancias geográficas.

Más allá de esta cuestión, la Declaración de Barcelona incluye además varias referencias a la necesidad de construir una red de transportes que favorezca la lucha contra la despoblación. En concreto, el texto, llama a la Comisión Europea a "abordar los retos a los que se enfrentan las regiones rurales, insulares, periféricas y montañosas, así como las zonas escasamente pobladas".

En general, el acuerdo de los ministros pone de manifiesto la pertinencia de que la Comisión Europea ejerza como "facilitadora de la aplicación de políticas que tengan en cuenta los aspectos de cohesión social y territorial del transporte y la movilidad".

La idea es, por tanto, "avanzar en consonancia con los objetivos de la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente (SSMS por sus siglas en inglés) sobre sostenibilidad, asequibilidad e igualdad". En la práctica, el fin último es facilitar los desplazamientos de la ciudadanía europea tanto dentro como fuera de sus territorios.

Un derecho también para quienes viven en "un pueblo pequeño"

Durante la rueda de prensa posterior a la reunión informal ministerial de Transportes, Raquel Sánchez y la comisaria europea de Transporte, Adina Valean, destacaron el acuerdo alcanzado entre todos los Estados miembros de seguir trabajando junto a la Comisión Europea para facilitar a la ciudadanía europea una movilidad que responda a sus necesidades, "sin dejar a nadie atrás". "Sin duda, ha sido un debate muy satisfactorio, que debe relanzar el compromiso político y la puesta en marcha de las medidas necesarias para que el transporte y la movilidad europeos respondan a una red cohesionada social y territorialmente", subrayó la ministra antes de destacar que "es esencial trabajar para que las políticas de transporte y movilidad se dirijan a mejorar la calidad de vida de las personas".

En esta línea, Raquel Sánchez explicó que su deber como ministros europeos de Transporte es "diseñar las políticas de forma que faciliten todos aquellos derechos que definen a la Unión Europea" e incidió en la necesidad de trabajar conjuntamente desde todas las instancias para "garantizar soluciones integrales". En ese sentido, la titular de Transportes admitió que "la movilidad es un derecho que ha de poder ejercerse en igualdad de condiciones, con independencia de si se reside en una ciudad o en un pequeño pueblo, de si el nivel de renta es alto o bajo, o de si se dispone o no de un vehículo privado".

Un futuro por el camino de la sostenibilidad

La Presidencia española se acerca con esta Declaración de Barcelona "al principal objetivo de dar continuidad a la transformación que ya está en marcha en el sector de transporte para hacerlo más sostenible, resiliente y digital", según aclararon desde La Moncloa tras la cita entre los ministros responsables del área. Los dirigentes de los distintos Gobiernos de la Unión Europea se comprometieron a impulsar políticas que fomenten el progreso en tecnología y transformación digital, como sistemas de transporte inteligentes, análisis de datos en tiempo real, entorno de intercambio de datos y aplicaciones móviles que puedan mejorar la eficiencia, la fiabilidad y la resiliencia de los servicios de movilidad y transporte y, por lo tanto, la experiencia del usuario de los servicios de transporte, un reto que favorecería a los usuarios de manera individual y también al colectivo.

En esa línea, los ministros europeos también resaltaron "la necesidad de promover y fomentar los avances en la descarbonización de todos los modos de transporte" y reconocieron la pertinencia de "fomentar la competencia, la multimodalidad y la resiliencia de la red de transporte, tanto en relación con los pasajeros como con las mercancías". España ha tenido un papel muy relevante en esta declaración como parte de la responsabilidad adquirida para este semestre.

Suscríbete para seguir leyendo