La vuelta al cole genera una batalla de precios y valores

Las librerías locales encaran la vuelta al cole mientras afrontan una feroz competencia por parte de colegios y plataformas online

Pilar García de la Iglesia, dueña de la Librería Milhojas en Zamora.

Pilar García de la Iglesia, dueña de la Librería Milhojas en Zamora. / Jose Luis Fernández

Jorge Peña

En medio del bullicio y la emoción de la temporada de regreso a clases, las librerías locales se encuentran en una encrucijada. A medida que los estudiantes y padres de familia se preparan para el nuevo ciclo escolar, estas tiendas emblemáticas luchan por sobrevivir frente a una competencia cada vez más feroz por parte de las instituciones educativas y la omnipresente presencia de internet en la venta de libros de texto.

Las librerías locales, se han unido en su preocupación por la creciente competencia que enfrentan. Pilar García de la Iglesia, propietaria de Librería Milhojas, destaca que la venta de libros de texto por parte de colegios y asociaciones de padres, especialmente en los centros concertados y privados, ha disminuido significativamente la demanda en sus establecimientos. Además, se enfrentan a un gigante en línea como Amazon, que ofrece precios más bajos y una amplia gama de productos. "El problema con Amazon es que es librería, perfumería, relojería... no se puede hacer nada", subraya Pilar García.

Carla Sánchez, propietaria de la Librería Octubre. | Jose Luis Fernández

Carla Sánchez, propietaria de la Librería Octubre. | Jose Luis Fernández / Jorge Peña

"El principal problema que tenemos con los colegios que se dedican a comprar y hacer tratos con las editoriales, es que el precio de los libros de texto en enseñanzas obligatorias como primaria y secundaria, al contrario que en infantil y en bachillerato, no es fijo. Por ello en enseñanzas obligatorias el coste varia, y las librerías necesitamos tener un mínimo de beneficio", comenta Clara Sánchez de la Librería Octubre. Y es que, los colegios no viven de esto y pueden vender los libros al precio que prefieran. Es más, hay colegios que los venden incluso más baratos que las tiendas al no tener que pagar gastos extra como pueden ser los de explotación.

Las librerías no solo deben enfrentar esta competencia de precios, sino también ofrecer servicios adicionales que las diferencien de las compras en línea. Clara destaca que ellos ofrecen la posibilidad de pagar los libros a plazos y brindan un servicio personalizado para resolver problemas relacionados con los pedidos, algo que las compras en Amazon carecen.

María José Jambrina, dueña de la Librería Jambrina en Zamora

María José Jambrina, dueña de la Librería Jambrina en Zamora / JOSE LUIS FERNANDEZ

María José Jambrina, de Librería Jambrina, destaca el papel fundamental de las librerías en una ciudad como Zamora. Más allá de los libros de texto, las librerías también son fuentes esenciales de material escolar, como estuches, mochilas y pinturas. "Para las librerías pequeñas o medianas, los libros de texto son importantes e interesan, ya que la compra de los libros o el encargo de ellos, más que el beneficio que se le saque a esos libros, es la compra de material escolar donde hacen el desembolso los clientes".

Además, añade que es primordial que no te sobre más de un 12% del pedido, porque luego las editoriales no lo cogen, al contrario que en los colegios a los que les recogen todo. Por ello, el margen de beneficio para las librerías es limitado y estrictamente regulado, mientras que los colegios disfrutan de más flexibilidad y facilidades.

"El libro está protegido por ley, tiene su precio y no se puede mover, como mucho se le puede hacer un 5% de descuento. Pero si los zamoranos, aunque cada uno puede hacer lo que desee, comienzan a comprar por internet también libros, el comercio local se caerá poco a poco hasta desaparecer", alegaba María José.

Además, la Asociación de Libreros destaca la falta de claridad en la legalidad de los descuentos ofrecidos por los colegios. Esto complica aún más la situación, generando incertidumbre sobre la justicia en el mercado.

Judit Pino, dueña de la Librería Semuret en Zamora

Judit Pino, dueña de la Librería Semuret en Zamora / JOSE LUIS FERNANDEZ

"La competencia desleal también viene por parte de las editoriales, las cuales les hacen precio a los colegios y por lo tanto nos hacen competencia a nosotros", declara Judit Pino, dueña de la Librería Semuret.

Ante este panorama, las librerías locales se erigen como defensoras de la comunidad al proporcionar un servicio completo que va más allá de la simple venta de libros. El programa RELEO en la comunidad de Castilla y León, requiere facturación por lote de libros, y Judit, recalca el papel esencial que desempeñan las librerías locales en la satisfacción de las necesidades de los estudiantes y las familias.

Las librerías locales han sido pilares de la comunidad durante décadas. Con sus estantes repletos de historias y conocimiento, han servido como refugio para los amantes de la lectura y un recurso impagable para los estudiantes que buscan los libros de texto necesarios para sus clases. El toque personalizado, el asesoramiento experto y el ambiente acogedor han sido características distintivas de estas tiendas, lo que las convierte en un lugar donde los clientes pueden sentirse parte de algo más grande que una simple transacción comercial.

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