Zamora bulle en el puente de agosto, con hoteles al cien por cien y los pueblos llenos

Los profesionales de la hostelería notan una retracción en el consumo que afecta de manera directa a los bares, cafeterías y restaurantes

Visitantes fotografían la iglesia de San Ildefonso durante este fin de semana.

Visitantes fotografían la iglesia de San Ildefonso durante este fin de semana. / Ana Burrieza

Luis Garrido

Luis Garrido

Zamora ha colgado el cartel de lleno por vacaciones. Los hoteles rozan el cien por cien de capacidad en el que es, sin duda, el gran puente de este año 2023. La festividad del 15 de agosto ha coincidido de tal manera que buena parte de los trabajadores han podido alargar su fin de semana hasta el martes para viajar a destinos como esta tierra. A ellos se les unen aquellos ciudadanos que están disfrutando de sus días de asueto en la primera quincena del mes y que apuran las horas antes de regresar a sus lugares de origen. Todo ello, aderezado con los emigrados que durante este periodo estival vuelven a las casas familiares de los pueblos. El resultado es una provincia que bulle de norte a sur y de este a oeste. Aunque, como ha sido costumbre a lo largo de todo el año, con una clara retracción del gasto que está generando no pocos problemas a los negocios más pequeños.

El presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios Hosteleros (Azehos), Óscar Somoza, ha señalado que las cosas pintan bien, aunque con matices. "El puente de agosto siempre es bueno porque la gente sale llueva, truene o haga sol; estamos hasta arriba, todo al cien por cien", reconoce en declaraciones a este diario. Eso sí, no es oro todo lo que reluce. "Lo que está ocurriendo es lo que llevamos advirtiendo durante los últimos meses, que se ha producido una retracción en el consumo", ha indicado el responsable de la organización sectorial.

El turista viaja igual, pero gasta menos. Y eso se traduce en problemas para los negocios más pequeños, que son los que sufren las consecuencias. "Los hoteles y los alojamientos en general están obteniendo buenos resultados, pero se está notando ese freno en bares, cafeterías y restaurantes", apunta Óscar Somoza. "Se trata de una recesión mental producida por la incertidumbre en la que vive el país después de las elecciones; una situación que al final siempre ataca al gasto y lo primero donde todo el mundo recorta es en la hostelería", ahonda.

La provincia de Zamora lucha desde la salida de la pandemia del coronavirus por recuperar los datos de récord que venía registrando año tras año hasta 2020. De hecho, apenas un par de meses antes del estallido de la crisis sanitaria, en el marco de la Feria Internacional de Turismo de Madrid, las autoridades políticas celebraban haber conseguido el mayor número de visitantes jamás visto a lo largo de un año natural en el conjunto del territorio. En aquel momento, se notificaron cerca de 280.000 viajeros a lo largo de 2019, cifra nunca antes alcanzada. Pero, desde entonces, los números han descendido y el camino para la recuperación está siendo un puerto de montaña de categoría especial.

Dos turistas callejean por el Casco Histórico de Zamora. | Ana Burrieza

Dos turistas callejean por el Casco Histórico de Zamora. | Ana Burrieza / Luis Garrido

El presente verano se afrontaba desde un inicio con buenas perspectivas desde un sector que lucha por la normalización después de tres años pasándolo mal. Y, en efecto, está siendo un buen periodo estival en líneas generales. "Estamos teniendo avalanchas de idas y venidas; la gente está entre unos sitios y otros, y es ahí donde notamos los buenos datos", explica Óscar Somoza. Ahora mismo, para este puente de agosto, los establecimientos hoteleros están al cien por cien de su capacidad, como también otro tipo de alojamientos utilizados por los visitantes para sus escapadas. No obstante, el martes no solo termina este fin de semana largo, sino también una quincena clave para los turistas.

El objetivo, de cara al próximo mes, es poder mantener el ritmo de trabajo. Si no es al cien por cien, al menos en unos porcentajes altos de ocupación. "La segunda de agosto no es tan buena quincena, pero queremos estar ahí y también alargar un poco a la primera parte del mes de septiembre", comenta el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios Hosteleros. Pese a todo, será importante evaluar cómo sigue comportándose el consumo para poder trazar un análisis completo de cómo ha sido la temporada.

El Lago de Sanabria es motor indudable de la economía zamorana y del turismo provincial durante el verano. Por eso, el cierre del camping El Folgoso ha repercutido de forma negativa en ese impacto que este recurso natural de primer nivel tiene sobre los resultados de la temporada. "Es un tema fundamental que hay que solucionar y me consta que ya están trabajando para que eso ocurra, porque el perjuicio para el Ayuntamiento de Galende y para toda la comarca de Sanabria está siendo importantísimo", declara Óscar Somoza.

La provincia de Zamora, sea como fuere, mantiene el pulso al turismo y tiene la esperanza de finalizar el mes de septiembre con un incremento de los números respecto al pasado año. Todo ello, sin olvidar el objetivo número uno que es el de alcanzar las dos noches de pernoctación.

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