Entrevista | Víctor López de la Parte Diputado de Turismo, Cultura, Educación y Emigración

"Si el AVE cuesta cien euros de Madrid a Zamora, el turista no va a venir nunca"

"No nos podemos permitir tener dos cámpines cerrados al pie del Lago de Sanabria; prestaremos ayuda a Galende para que abran en 2024"

Víctor López de la Parte en el patio de la Diputación Provincial. | Ana Burrieza

Víctor López de la Parte en el patio de la Diputación Provincial. | Ana Burrieza / Luis Garrido

Luis Garrido

Luis Garrido

Víctor López de la Parte se ha convertido en una figura imprescindible del Gobierno de Javier Faúndez en la Diputación Provincial. Vicepresidente, portavoz y encargado del Patronato de Turismo, el concejal del Ayuntamiento de Zamora ha dado así un salto en su carrera política, en la que comenzó en el año 2011 de la mano de Rosa Valdeón. Afronta esta nueva etapa con la experiencia de la gestión municipal y con el objetivo de contribuir a mejorar el desarrollo de los núcleos rurales. Por delante, tiene cuatro años cargados de proyectos asociados a la llegada de fondos europeos, aunque también algún que otro fuego que apagar.

–¿Por qué ha tomado esta decisión de saltar de lo municipal a lo provincial?

–La política local siempre me ha gustado. Llevo en el Ayuntamiento de Zamora desde el año 2011 y he conocido la realidad de esta tierra desde la capital. Con las responsabilidades que he tenido en el Partido Popular también he tenido relación con los diputados y creo que ha llegado el momento de conocer la otra realidad política de esta tierra. La de los alcaldes y concejales de los municipios pequeños, que son los que realmente engendran ese espíritu de la política por vocación, que se presentan a las elecciones para intentar llevar lo mejor a sus pueblos, que sigan vivos, que tengan oportunidades. Y todo eso lo hacen de manera altruista e incluso costándoles dinero. Quiero conocer esa realidad de primera mano y exportar lo que he aprendido en el Ayuntamiento de Zamora para ponerlo en práctica en la Diputación.

–Recién llegado y ya es vicepresidente, portavoz y encargado de una de las áreas más importantes, como es la de turismo. ¿Lo pidió usted o fue un encargo del presidente?

–Ha sido un encargo, pero no voy a negar que me apetecía. Llevo cultura y turismo, que son dos áreas en las que se pueden hacer muchas cosas. Ya se ha hecho mucho antes de que yo llegara, pero todavía queda mucho que trabajar. El futuro de Zamora pasa por tener un turismo de calidad y una oferta consolidada tanto para los vecinos como para las personas que nos visitan. Durante el anterior mandato se conjugaron ambas áreas y me parece un gran acierto mantenerlas juntas. Al final, cuando un visitante viene a Zamora, quiere ver patrimonio y paisaje, pero también que se le ofrezcan actividades culturales y experiencias.

–Dice que queda mucho trabajo por delante en materia turística. ¿Cuál es el objetivo número uno?

–Que nos conozcan más. Porque, cuando nos conocen, todo el mundo repite. Y, para eso, debemos reforzar los canales de promoción que actualmente utilizan las personas para viajar. Las cosas ya no son como antes, que uno llegaba a su hotel y en ese momento preguntaba al de recepción que dónde podía ir a comer o qué es lo que tenía que ver. Ahora la gente viene preparadísima: han mirado foros, siguen cuentas de Instagram o de Facebook y saben perfectamente lo que no se quieren perder, las experiencias gastronómicas que quieren vivir y los lugares que están cerca para ir si les sobra tiempo. Tenemos que reforzar esa comunicación y esa promoción a través de redes sociales, de foros e incluso de influencers de turismo que cuentan con millones de seguidores y que nos pueden ayudar. Todo esto, evidentemente, compatibilizado con los canales que ya existen como son las oficinas de turismo, la página web y todos los recursos del Patronato.

El encargado provincial de Turismo, Víctor López de la Parte. | Ana Burrieza

El encargado provincial de Turismo, Víctor López de la Parte. | Ana Burrieza / Luis Garrido

–El presidente de Azehos dijo recientemente en estas páginas que las instituciones tenían la obligación de ejercer como promotores de eventos para atraer visitantes. "Nadie quiere ir de vacaciones a un sitio donde no pasa nada", concretó.

–Los expertos en turismo nos explican que la gente busca un lugar bonito, donde haya cosas que ver, pero donde puedan realizar actividades. Turismo experiencial. Y en eso estamos trabajando. Cuando fui responsable de cultura del Ayuntamiento de Zamora, el sector del turismo pedía un calendario de eventos para poder coordinarse entre diferentes municipios. Me gustaría hacerlo a lo largo de este mandato. Hay una sensación generalizada en Zamora de que pasan muchos meses sin que haya nada de actividad y, de la noche a la mañana, empieza a coincidir todo. Quiero gestionar ese calendario y ofertar tanto a los zamoranos como a los visitantes las actividades que tengan a su mano en la capital, en Benavente, en Toro, en Fermoselle o en Bermillo. Hay personas que deciden sus vacaciones en el último momento, pero son muchísimas las que miran con antelación cuándo hay actividades y en qué lugares.

Aspiramos a ser cita obligada en el calendario vacacional de los portugueses. Los tiempos cambian y hay que abordar la promoción incluso con influencers.

–Es verano, Sanabria tiene las mejores playas de interior y dos de los cámpines que existen a pie de Lago están cerrados. ¿Puede la provincia de Zamora permitirse esto?

–El primer fin de semana después de tomar posesión estuve en la concentración de motos de Sanabria y allí me reuní con el alcalde de Galende, que estaba muy preocupado por este asunto. Tiene problemas con las licencias y lo que nosotros le hemos ofrecido es toda la ayuda técnica de la Diputación para que los trámites con la Junta de Castilla y León sean inmediatos. Lamentablemente, este año no hemos llegado a tiempo, pero no nos podemos permitir que esos cámpines estén cerrados. Tenemos línea directa con el alcalde y vamos a ponernos a trabajar con el objetivo de que las dos instalaciones estén abiertas en la primavera de 2024.

–Se dijo que el AVE iba a ser un revulsivo para el turismo en Zamora, especialmente en la comarca de Sanabria. Pero, los usuarios denuncian que es muy difícil encontrar billetes y, si los hay, son muy caros, llegando a superar los cien euros. ¿Piensa abordar el problema de alguna forma?

–Está claro que el turismo en Zamora ha experimentado un cambio importante desde la llegada de la alta velocidad, con un incremento palpable de visitantes. Pero, lo que no puede ser es que se hayan invertido tantos miles de millones de euros en esta línea ferroviaria y ahora no tengamos la oportunidad de aprovecharla al máximo. No es normal que la mitad de los días no haya billetes de Madrid a Zamora. Ni tampoco que, cuando los hay, los precios sean desorbitados. Los billetes no pueden costar más de cien euros, porque eso disuade al turista. Cuando una persona planea un viaje a corto plazo, para el fin de semana, lo primero que hace es buscar en la web de Renfe cómo están los billetes. Si le va a salir más caro el tren que el hotel, entonces se va a otro sitio. Sea cual sea el próximo Gobierno de España, vamos a reivindicar que aporte una solución para este problema en Zamora. Desconozco si hay que poner más trenes, o más vagones o lo que sea. Pero tienen que dar una solución.

–¿Confía en la alta velocidad Oporto-Madrid por Zamora como otro revulsivo turístico?

–Tenemos que abrirnos al mercado portugués y ese va a ser un objetivo claro para los próximos años. A los portugueses les gusta Zamora, les interesamos y están a gusto pasando tiempo en nuestra tierra, así que hay que darles más facilidades. Tenemos que aspirar a ser una cita obligada en el calendario vacacional de las personas de Portugal. Este tren es un proyecto a largo plazo y nosotros vamos a reivindicar la propuesta de los alcaldes de Tras os Montes, pero teniendo claro que la decisión es del Gobierno de Portugal. Cuando ellos decidan, entonces será nuestro turno de exigir al Gobierno de España. Lo que sí puedo valorar a día de hoy es que ese tren nos pondría en el mapa de los portugueses, pero también de todos los españoles que decidan ir por alta velocidad hasta Oporto y que vean que aquí pueden hacer una parada.

Estamos trabajando en la creación de una oficina técnica dedicada en exclusiva al Plan de Sostenibilidad; son más de tres millones de euros a desarrollar antes del año 2025

–Ha llegado usted al cargo en un momento clave de recepción de fondos europeos para poner en marcha el denominado Plan de Sostenibilidad Turística. ¿Qué proyectos tiene entre manos y con que financiación cuenta para poder desarrollarlos de cara al futuro?

–Ahora mismo estamos preparando la oficina técnica que se encargará de gestionar el plan. Vamos a crear una oficina exprofeso para gestionarlo, porque es algo muy ambicioso. Son más de tres millones de euros para desarrollar proyectos antes de 2025 y vamos un poco apurados de plazo, pero intentaremos llegar. Tenemos entre manos muchos aparcamientos de autocaravanas, que es un tipo de turismo que está creciendo sin parar en la provincia. También acondicionamiento de rutas de senderismo, miradores en los Arribes del Duero, corredores de cicloturismo, rutas de BTT, digitalización de oficinas turísticas y puntos de recarga de vehículos eléctricos. Hay proyectos concretos muy interesantes, como las rutas de la mina romana en Pino del Oro, la adecuación de las aceñas de Gijón que se hará con el Ayuntamiento de Zamora, la creación de un Ecomuseo de los Molinos en Abelón o la puesta en marcha de la Film Commission para atraer rodajes. Hay muchísimas cosas por hacer y esperamos llegar a todo.

–Uno de los principales recursos turísticos en alza de la provincia de Zamora son las mascaradas. Algunas se han trasladado a verano para hacerlas coincidir con mayor presencia de gente. ¿Corren el riesgo de masificarse, como ya ocurre con algunas representaciones singulares de la Semana Santa como la Pasión de Bercianos?

–Es un debate con muchas aristas. En los últimos tiempos hemos visto a personas jóvenes en un par de pueblos que han decidido recuperar las mascaradas de invierno, pero cambiándolas de fechas para que coincidan con más gente y sean más conocidas. A mí me parece una buena idea; hay que adaptarse a los tiempos. Y, desde luego, siempre es mejor eso que perderlas. Estos proyectos de recuperación llevados a cabo por descendientes del pueblo son muy interesantes. Y lo que nos diferencia a Zamora de otros lugares es cómo hemos sido capaces de mantener las mascaradas, adecuándonos también a la realidad. Es difícil buscar el equilibrio entre la esencia y lo que exige el presente, pero debemos intentarlo. A Bercianos va mucha gente, precisamente, porque buscan la tradición y los valores etnográficos.

–¿Ya se ha reunido con Christoph Strieder para abordar proyectos comunes?

–Hemos tenido una primera reunión y le he ofrecido mantener la colaboración institucional que ya se daba antes de que yo llegara. Acudiremos a Naturcyl el próximo mes de septiembre con un stand conjunto y haremos lo mismo en Intur. La política de colaboración de los últimos años es muy adecuada y creo que la gente no entendería ahora que se hiciera de otra manera. Al final, cuando una persona viene a Zamora no distingue entre capital y provincia. E igual que a nosotros nos gusta que los agentes turísticos de la capital ofrezcan en sus oficinas todos los puntos de interés que tiene la provincia, cuando un visitante va a Fermoselle está bien que le digan que no puede perderse el románico de la capital.

La oferta de la oficina conjunta en el antiguo palacio de la Diputación sigue vigente; pero, si el Museo Baltasar Lobo finalmente no se hace en el ayuntamiento viejo, creo que ese es el lugar idóneo para instalarla

–¿Qué pasará con la oficina de turismo conjunta?

–El proyecto sigue adelante. No tiene sentido que haya tres oficinas de turismo en una ciudad como Zamora. Y, además, los ciudadanos nos piden una racionalización de los recursos. Hay una propuesta encima de la mesa que es el antiguo palacio de la Diputación Provincial en la calle de Ramos Carrión. Ahí tenemos problemas de accesibilidad y hay que buscar soluciones arquitectónicas, pero se hará si así lo requiere el proyecto. También es verdad que el Ayuntamiento de Zamora está inmerso en un debate sobre el Museo de Baltasar Lobo. Partiendo de la base de que la oferta del antiguo palacio de la Diputación sigue vigente, sí que pienso que el ayuntamiento viejo sería el lugar idóneo si finalmente se queda sin Policía Municipal y sin Museo de Baltasar Lobo. Si se abre esa vía, tenemos una opción. Espero que el Ayuntamiento de Zamora tome una decisión definitiva en los próximos meses.

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