El Consejo de Veterinarios advierte a la población para prevenir intoxicaciones en Zamora

El presidente, Luciano Diez, subraya la importancia de mantener alimentos refrigerados e incide en el valor de la higiene alimentaria

Clientes compran pescado en una pescadería. | Emilio Fraile

Clientes compran pescado en una pescadería. | Emilio Fraile / Jorge Peña

Jorge Peña

El Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León advierte sobre la necesidad de extremar las medidas de higiene alimentarias por las altas temperaturas que se están registrando.

Con la llegada del calor, y más aun con la llegada de esta sofocante tercera ola en lo que va de periodo estival, las intoxicaciones alimentarias son algo que está a la orden del día y pueden ocurrir con más frecuencia y más fácilmente de lo que se cree. Todos los veranos son muchos los que sufren algún percance con la comida y en su mayoría están relacionados con el poco cuidado que se tiene con los alimentos.

El presidente del Consejo autonómico de veterinarios Luciano Diez, explica que estas intoxicaciones en periodos de calor se deben a la poca refrigeración de los alimentos que no permanecen en lugares frescos sobre todo cuando se acude a restaurantes que donde se han de intensificar las medidas.

"En estos días de tanto calor hay que extremar la precaución de higiene alimentaria a la hora de elaborar y cocinar. Además, se ha de tener en cuenta que, si salimos a comer fuera, a lugares más frescos, hay que poner en marcha las alarmas, ya que tendemos a pensar que por salir a comer ya se encargaran otros de la higiene y lo que en realidad hay que hacer es extremar la precaución. Tanto los que vayamos de clientes como los propios establecimientos, para mantener los alimentos continuamente refrigerados y evitar una transmisión de bacterias", comentaba Diez.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), la salmonelosis es la segunda zoonosis, enfermedad o infección que se transmite de animales a humanos o viceversa de forma directa o indirecta, de transmisión alimentaria más notificada en humanos y la primera causa de brotes alimentarios en la UE y en países no pertenecientes a la UE.

Los últimos datos en España pertenecen al 2020, y recogen que hubo 3.526 casos en humanos.

Esta bacteria, la salmonella, se puede llegar a encontrar tanto en alimentos como en agua que estén contaminados con heces procedentes de animales o personas ya infectadas.

Además, este germen tiene una gran capacidad de adaptación lo que le permite sobrevivir en la mayoría de ambientes durante meses o años. Algunos de los animales que son más frecuentes a portar el virus son las aves y el ganado porcino.

Para evitar un posible brote el Consejo autonómico recuerda la necesidad en la exigencia de cada individuo en la higiene personal. Lavarse las manos con agua caliente y jabón antes de manipular alimentos es uno de los consejos que comparten. También es necesaria la correcta refrigeración de los alimentos y respetar las fechas de caducidad. Para elaborar la comida se ha de tener especial cuidado en los utensilios utilizados. Y es que la salmonella, se reproduce con facilidad en esta época del año.

Otra de las intoxicaciones más asiduas es la anisakiasis. Esta intoxicación está causada por las larvas de un parásito llamado anisakis. Este germen, puede producir dos reacciones una enfermedad digestiva producida por la presencia de parásitos en el tracto intestinal o una reacción alérgica que provoca edemas de tejidos blandos. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), al año se diagnostican 8.000 casos de anisakis en España, es decir, uno de cada tres pescados que se consumen está infectados de esta bacteria.

Para evitarla, se han de cocinar muy bien los alimentos. El pescado debe congelarse mínimo 48 horas, aunque los expertos recomiendan que en el caso de particulares este permanezca congelándose durante al menos cinco días, debido a la fuerza de los congeladores domésticos que no es la misma que la de los industriales.