El Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León advierte sobre la necesidad de extremar las medidas de higiene alimentarias

La llegada del verano y las altas temperaturas las principales causantes de intoxicaciones alimentarias

J. P.

Con la llegada del calor las intoxicaciones alimentarias están a la orden del día. Todos los veranos muchos sufren algún percance con la comida y en su mayoría están relacionados con el poco cuidado que se tiene con los alimentos.

El presidente de del Consejo autonómico de veterinarios Luciano Diez, explica que estas intoxicaciones en periodos de calor se deben a la poca refrigeración de los alimentos que no permanecen en lugares frescos sobre todo cuando se acude a restaurantes que tienen que extremar las medidas, pero en ciertos casos el bullicio de gente hace que se descuiden.

“En estos días de tanto calor hay que extremar la precaución de higiene alimentaria a la hora de elaborar y cocinar. Además, se ha de tener en cuenta que, si salimos a comer fuera, a lugares más frescos, hay que extremar las medidas, tanto los que vayamos de clientes como los propios establecimientos, para mantener los alimentos continuamente refrigerados y evitar una transmisión de bacterias que evitara que tengamos intoxicaciones alimentarias”.

La salmonelosis es una de las intoxicaciones más frecuentes. La salmonella es una bacteria que se encuentra en alimentos o agua contaminados con heces procedentes de animales o personas infectadas.

Para evitar un posible brote el consejo autonómico recuerda la necesidad en la higiene personal, la refrigeración de los alimentos siempre y respetar las fechas de caducidad. Además, para elaborar la comida se ha de tener especial cuidado en los utensilios utilizados. Y es que la salmonella se reproduce con facilidad en esta época del año.

Otra de las intoxicaciones mas asiduas es la Anisakiosis. Esta consiste en el anisakis, un parásito que puede producir dos reacciones, una enfermedad digestiva o una reacción alérgica que provoca edemas de tejidos blandos. Para evitarla, se ha de cocinar muy bien los alimentos y en concreto el pescado, congelarlo mínimo 48 horas antes de comerlo, de hecho en congeladores domésticos se recomienda su congelación durante cinco días o mas.