Sucesos en Zamora

El industrial de Villaralbo no pisará la calle hasta el juicio: seguirá en Topas

La Audiencia deniega por tercera vez la libertad provisional al industrial de Villaralbo y la realización de nuevas pruebas psicológicas a las niñas

Por tercera vez, la respuesta es un no: el industrial de Villaralbo procesado por dos delitos de violación y seis de abusos sexuales a menores de 16 años, todas amigas de sus hijas, vuelve a toparse con la oposición de la Audiencia de Zamora a concederle la libertad provisional. Los magistrados corroboran la decisión de la jueza instructora del caso, lo que implica que el conocido empresario de iniciales P.R.F., de 50 años, no pueda salir de la prisión de Topas hasta que tenga lugar el juicio.

"Hemos contestado que ya resolvimos en otras dos ocasiones de forma negativa, se mantienen exactamente los mismos indicios y, en estos momentos, con mayor peso, puesto que el auto de procesamiento es firme y le imputa los delitos sexuales" por los que se le juzgará en este Tribunal de Zamora, concreta su presidenta, Esther González.

Si la sentencia es condenatoria, tendrá que permanecer en la cárcel durante años: el Código Penal contempla condenas de hasta cinco años por cada delito sexual con menor de 16 años; y entre ocho y 12 años de reclusión por cada violación.

El auto de procesamiento "es ya firme", insiste Esther González, y el recurso en contra "se presentó fuera de plazo", por lo que no había lugar a entrar a valorar la petición de la defensa. Los términos de imputación se mantienen, pues, inalterables. De hecho, la fase siguiente, es la calificación de los hechos y petición de penas de prisión por la Fiscalía de Zamora para dar traslado a las acusaciones particulares, a los abogados de las seis menores; y la defensa, para que realicen sus propios escritos con los años de prisión a solicitar.

El letrado del empresario P.R.F. recibirá esas calificaciones para armar sus argumentos y, con toda probabilidad pedir la absolución, puesto que una de las razones que aduce para pedir que se permita a su cliente salir de Topas en libertad provisional es la falta de indicios de que haya cometido los delitos, un argumento que está muy lejos del criterio de la jueza instructora y de los magistrados de la Audiencia, que ya en febrero de este año denegaba al investigado la posibilidad de salir del centro penitenciario.

Confabulación sin pruebas

El procesado continúa sosteniendo que existe una confabulación contra él para obtener beneficios económicos. Sin embargo, no habría podido demostrar que haya motivos espurios detrás de las denuncias de las seis familias que han visto cómo sus hijas sufrían graves consecuencias psicológicas por las experiencias que relatan y que se consideran ciertas, una vez evaluadas por expertos multidisciplinares de la Policía Nacional en este tipo de delitos sexuales, llegados desde la Comisaría central de Madrid para tomar declaración a las seis menores en su día; y por la Unidad Familia y Mujer (UFAM) de Zamora, testimonios que conforman la prueba preconstituida de cara al juicio que celebre la Audiencia de Zamora.

"La Audiencia ha rechazado una nueva prueba pericial psicológica de las niñas porque sería revictimizarlas, según el Tribunal Supremo"

Fuentes judiciales

Los magistrados también han rechazado la petición del abogado del conocido industrial de que se sometiera a las menores a una nueva prueba pericial psicológica, puesto que ya fueron valoradas por los médicos forenses de los juzgados y por especialistas en la materia. "Sería someterlas a una revictimización", exponen fuentes judiciales, que abundan en que el auto que dictó la Audiencia se basa en la jurisprudencia del Tribunal Supremo.

Revictimización

El Alto Tribunal dice que "cuando las denunciantes son personas que no han adquirido una determinada madurez no es pertinente ni necesario ese tipo de diligencias y que someterlas a ellas podría dar lugar a una victimización secundaria. Por tanto, no ha lugar a hacerlo".

La primera negativa de la Audiencia a poner en libertad al imputado fue en septiembre de 2022, medio año desués de su ingreso en Topas, cuando se antepuso "la seguridad y tranquilidad de las menores", la protección de las niñas frente al procesado por agresiones y abusos sexuales.

En esa ocasión, los magistrados aludían, precisamente, a las pruebas "razonables" que señalarían a P.F.R. como autor de los delitos contra la libertad sexual de seis menores de edad de entre 12 y 16 años, a las que invitaba a viajes con sus hijas, las llevaba de vacaciones u organizaba fiestas, como la del pijama, en las que las permitiría consumir alcohol, según el relato de las adolescentes. El imputado aprovecharía estas situaciones para abusar y agredir sexualmente a las niñas, algunas hijas de sus amigos más cercanos.

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