La nueva ley de Formación Profesional hace una apuesta decidida por la FP Dual

La normativa aglutina las diferentes formas que había de acreditarse para una profesión y las empresas urgen un relevo generacional

Un grupo de alumnos, durante sus prácticas de formación dual en una fábrica. | J. L.

Un grupo de alumnos, durante sus prácticas de formación dual en una fábrica. | J. L. / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

A mediados del pasado mes de julio se aprobaba el Real Decreto por el que se establece la ordenación del nuevo sistema de Formación Profesional, que permitirá la implantación de la ley orgánica de Ordenación e Integración de la FP. Pero no será en este septiembre, sino que habrá que esperar al curso 2024-2025, puesto que esta normativa todavía se tiene que trasladar a las comunidades autónomas, quienes tienen la competencia de educación, por lo que no hay tiempo suficiente para ese cambio.

Aun así, las modificaciones presentadas en esta nueva normativa con respecto a la anterior no son tan destacables como ha ocurrido con la Lomloe para los estudios de Primaria, Secundaria y Bachillerato. Según explica el profesor de FP Julio Miñambres, la principal virtud de esta ley es que recoge "bajo un mismo paraguas" las diferentes formas que, hasta la fecha, había para formar o acreditar una profesión: la FP del sistema educativo, la de la administración laboral y el proceso de la competencia profesional. "Estaban con normativas diferentes y ahora se amparan en una sola, todas bajo la tutela de la administración de Educación", explica.

Refuerzo de la FP Dual

Lo que sí hace la nueva ley de FP es dar fuerza a la Formación Profesional Dual, aunque se trata de una enseñanza que ya se viene realizando desde hace años. Precisamente, Miñambres, en el ciclo formativo de Mecatrónica —que se imparte en el IES Universidad Laboral—, lleva desarrollándola desde el año 2014 con el 100% de sus alumnos, lo que le convierte en todo un referente en esta formación.

"En los diez años que la FP Dual lleva en marcha, en términos generales, solo se ha desarrollado en el 4% de los alumnos", calcula. Y es que, como él bien sabe, este tipo de formación requiere de una apretada agenda para gestionar desde el contacto con las empresas colaboradoras como el método de seguimiento de los estudiantes, la habilitación de profesionales en las propias empresas o el sistema de becas.

En este último punto, se ha subrayado que con la nueva normativa los alumnos cotizarán en la Seguridad Social y recibirán una remuneración gracias a la firma de un contrato con la empresa donde va a hacer esa formación. Una novedad que no es tal porque, como apunta el profesor zamorano, desde el año 2011 existe un Real Decreto por el que los estudiantes deben estar dados de alta en la Seguridad Social si reciben algún tipo de remuneración mientras realizan sus prácticas de formación.

Giro de las empresas

El cambio más importante en cuanto a la FP Dual está quizá en las propias empresas, que han visto la importancia de incorporar a sus filas a estos estudiantes. "Antes había que ir a buscar a las empresas y ahora son ellas las que acuden a los centros de FP buscando alumnos. Y lo hacen, en parte, por pura supervivencia, porque se han dado cuenta de que no podrán sobrevivir sin tener técnicos. Son conscientes de que tienen un grave problema de relevo generacional", argumenta el profesor.

Clase de FP Dual.

Clase de FP Dual. / dotshock

Y es que los trabajadores con mayor experiencia se van jubilando y no se encuentran a profesionales suficientes que sean técnicos con formación para cubrir esos puestos.

Todas estas nuevas circunstancias, con el empuje extra de esta nueva ley de Formación Profesional, será un aliciente para que las cosas sean más fáciles y las cifras en FP Dual se incrementen de forma exponencial con respecto a los diez primeros años de su puesta en marcha.

Metodologías activas

La nueva ley de Formación Profesional hace un alegado a favor de las metodologías activas, además de incentivar la FP Dual. De esta manera, la normativa apuesta por los trabajos por proyectos, dejando ya apartado por completo la manera tradicional de aprendizaje, con las clases magistrales de los profesores. Un cambio que parece más que obvio en un tipo de formación que debe ser eminentemente práctica.

Otra de las novedades que se desprenden de la lectura de esta normativa es que las asignaturas conocidas como Empresa e Iniciativa Emprendedora y Orientación y Formación Laboral cambian de nombre, aunque, en esencia, tendrán los mismos contenidos.

Entre las intenciones de los pequeños cambios que se proponen desde la administración también se descubre la puesta en marcha de módulos como el de Digitalización o Inglés Profesional, que ya es una realidad en los ciclos formativos de algunas comunidades autónomas.

Finalmente, la ley deja muy claro que, a rasgos generales, los estudios de FP seguirán rigiéndose sobre la anterior ley de 2006, aunque se perfilan todos estos detalles descritos.

Suscríbete para seguir leyendo