¿Por qué cada vez que llueve se inunda la estación de tren de Zamora?

El Ayuntamiento baraja varias posibles soluciones para evitar la reiterada inundación de la rotonda, pero no son fáciles ni baratas

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

La Agencia Estatal de Meteorología dice que cayeron 18 litros de lluvia durante la gran tormenta que el martes por la tarde azotó a la capital. Pero no hacía falta acudir a ver la medida de ningún pluviómetro para saber lo que estaba sucediendo en la rotonda de la estación de tren a la vista del tormentón que caía hacia las ocho de la tarde de este martes: se estaba formando una laguna de grandes proporciones que afecta al aparcamiento de la terminal de ferrocarril y la rotonda de enfrente.

El Ayuntamiento tiene plenamente identificado el problema, que se repite cada vez que hay una tormenta importante. Lo cuenta el concejal de Obras, Urbanismo y Medio Ambiente, Romualdo Fernández. «La causa de las inundaciones en esta zona son las lluvias torrenciales. Es la zona más baja de la ciudad y por ahí discurría el antiguo cauce del río Valderaduey. La escorrentía llega toda la ese punto» y los aliviaderos no dan abasto para evacuar tanta agua cuanta llega; el colector se colapsa y empieza a subir el nivel del agua.

VÍDEO | El entorno de la estación de tren de Zamora vuelve a inundarse

La solución, sin embargo, no es fácil, pero se están barajando opciones. Una de ellas parece la más obvia: aumentar la sección del colector de la zona. El problema de esta solución es que es muy cara y no asegura que se resuelva definitivamente la cuestión. «Con el cambio climático las tormentas cada vez son más importantes y frecuentes. Puedes diseñar un colector para 60 litros a la hora, pero venirte una de 70».

Tanque de tormentas

Otra solución técnica sería el denominado tanque de tormentas, es decir, un enorme depósito subterráneo capaz de almacenar gran cantidad de agua, al menos en el arreón inicial de una tormenta. Los inconvenientes son parecidos a la solución anterior: es una obra sumamente cara y salvo que se hiciera con un diseño sobredimensionado, tampoco asegura que el problema quede resuelto en todos los casos.

Además de los sistemas para evacuar mas rápido se están estudiando fórmulas para que llegue menos agua a la zona. Una de ellas pasa por el proceso de renaturalización: si hay menos cemento y más tierra posiblemente el terreno sea capaz de absorber parte del agua antes de que llegue a la zona de la estación. Esto se puede conseguir, por ejemplo construyendo los aparcamientos en tierra con celosías, como los nuevos de la calle Villalpando, donde puede crecer la hierba y absorber agua de lluvia y que además tienen un fácil mantenimiento, con una simple labor de desbroce. Con este tipo de medidas de renaturalización se reduciría la cantidad de agua que llega en escorrentía.

En resumen, el Ayuntamiento se plantea la necesidad de llevar a cabo una solución «técnicamente razonable» con en fin de mitigar el problema a un coste razonable, ya que es una obra que tiene sus dificultades.

El problema, pues, está estudiado, y las diferentes opciones sobre la mesa, solo falta que se aborde en un proyecto que concrete cuál puede ser la solución más viable técnica y económicamente para evitar un problema que ocurre, es cierto, en días contados a lo largo del año, pero que provoca un importante colapso de tráfico en una terminal, la ferroviaria, que es ahora mismo la más importante de la ciudad por el número de viajeros que mueve sobre todo en los desplazamientos de fuera de la provincia.

Aviso amarillo

La Agencia Estatal de Meterología mantiene el aviso amarillo de riesgo en la provincia de Zamora por posibilidad de tormentas con granizo y precipitaciones de hasta 20 litros de lluvia en tan solo una hora.

La estacion de autobuses, llena de goteras por la tormenta | Cedida

La estacion de autobuses, llena de goteras por la tormenta | Cedida / CarlosGilAndrés

Estación de autobuses: «Llovía más dentro»

Mientras los viajeros de la estación de tren se las veían y deseaban para intentar salir o acceder del edificio de ADIF debido a la tradicional inundación causada por una fuerte tormenta, los usuarios de la cercana terminal de autobuses también sufrían su ración de agua. «Casi llovía más dentro que fuera», señalaba una usuaria, alarmada de la cantidad de goteras que caían incluso dentro del edificio que da a los andenes y en la zona de las consignas donde «los empleados no daban abasto para intentar poner cubos y evitar que se mojaran los bultos».

Fuentes conocedoras de lo sucedido en la estación de autobuses señalaron que la inundación se produjo como consecuencia de que los canalones no daban abasto para evacuar la gran cantidad de agua que arrojaba la tormenta, que dejó 18 litros de lluvia en pocos minutos. «La estación de autobuses puede tener alguna gotera, como todos los edificios, pero lo que ocurrió este martes se debió a que cayó una excepcional tormenta, que afectó a otros muchos inmuebles y garajes en Zamora» y no fue por tanto exclusivo de la estación de autobuses, indicaron las personas consultadas por este diario.

La estación de autobuses de Zamora fue diseñada por el arquitecto Francisco Somoza, construida por la Junta de Castilla y León e inaugurada por el presidente autonómico Jesús Posada en el año 1990.

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