BIBLIOTECA ZAMORENSE

En homenaje a un zamorano olvidado

Francisco Morán Samaniego, padre de la meteorología española

Imagen Francisco Morán Samaniego

Imagen Francisco Morán Samaniego / Picasa 2.0

José-Andrés Casquero Fernández

José-Andrés Casquero Fernández

El pasado marzo se presentó en la Biblioteca Pública de nuestra ciudad el libro “Francisco Morán Samaniego. Meteorología y Física del Aire en la España del siglo XX”, del que son autores Alejandro Méndez Frades y Manuel Palomares Calderón, funcionarios ambos de la Agencia Estatal de Meteorología. La razón de presentarse aquí - ya se había hecho previamente en Madrid - estriba en que Morán era zamorano, aunque desconocido en su tierra natal, pese a que Alejandro Méndez Frades, zamorano también, contribuyó a rescatarlo del olvido en un artículo publicado el 1 de septiembre de 2013 en La Opinión de Zamora. La publicación ha llevado también a TVE a dedicarle el programa “La aventura del saber” del pasado 22 de marzo, y más recientemente el IES María de Molina ha organizado asimismo un taller a fin de divulgar su vida y obra.

UN ZAMORANO OLVIDADO: Francisco Morán Samaniego, padre de la meteorología española

UN ZAMORANO OLVIDADO: Francisco Morán Samaniego, padre de la meteorología española / José-Andrés Casquero Fernández

Por Pilar Esteban Calonge sabemos que Morán procedía de una familia acomodada y culta de Morales de Toro (Vid. La Opinión de Zamora de 5 de abril de 2015). Su abuelo, Bartolomé Morán Pinto, fue catedrático de Psicología, Lógica y Ética y ocupó la dirección del Instituto General y Técnico de Zamora en sus comienzos, es decir, mediado el siglo XIX. Recurro a la anécdota para contarles que fue profesor y compañero del imaginero Ramón Álvarez, y estuvo presente en la solemne inauguración del Museo Arqueológico y Artístico por el rey Alfonso XII, durante su visita a Zamora en 1877. Su padre, Francisco Morán López, fue también catedrático del instituto, además de abogado, presidente del Círculo Obrero Católico y diputado por Zamora. Ismael Calvo Madroño, en la semblanza biográfica que sobre él trazó en su “Descripción Geográfica, Histórica y Estadística de la Provincia de Zamora” (1914), dijo: “Es un intelectual y el más intelectual de Zamora, según Unamuno”, además de ponderar su moral intachable, humildad y espíritu caritativo.

Gracias a su honradez intelectual, espíritu crítico y brillante trayectoria científica la Meteorología Española entró de su mano en el siglo XX tras la publicación, en 1944, de sus “Apuntes de Termodinámica de la Atmósfera”

Francisco Morán Samaniego, del que este libro traza una completa biografía, en la que convergen el origen y desarrollo de la Meteorología y Física del Aire en España desde mediados del siglo XIX hasta prácticamente nuestros días, fue un científico eminente que heredó estas virtudes. Quizás por admiración o consejo del que fuera médico familiar, el saucano Laureano Olivares Sesmilo, por entonces catedrático de Patología Quirúrgica de la Universidad Central, comenzó estudiando medicina. Aquí, tuvo, entre otros profesores, a D. Santiago Ramón y Cajal, titular de la cátedra de Histología, y al toresano Eugenio Piñerúa, que lo era de la de Química. Pese a ser alumno aventajado no tenía muy claro que esta fuese su vocación, y así, tras dos cursos, abandonó los estudios matriculándose en la Facultad de Ciencias, en donde, sin haberse licenciado, oposita, ingresando en 1928 en el cuerpo de Auxiliares de Meteorología. Con un trabajo fijo debajo del brazo termina sus estudios con brillantez, e inicia su labor como científico, que le habría de encumbrar, hasta el punto de ser considerado el padre de la moderna Meteorología Española, que gracias a su tesón y saberes entró de su mano en el siglo XX, tras la publicación, en 1944, de sus “Apuntes de Termodinámica de la Atmósfera”. Intelectual honrado y modesto, perfeccionó su formación científica con estancias temporales en el extranjero, publicaciones, traducciones, conferencias y docencia universitaria, ya como catedrático de Física del Aire desde 1948.

Imagen Francisco Morán Samaniego

Francisco Morán Samaniego / Picasa 2.0

Sin duda, la figura de Francisco Morán Samaniego debería de haber sido conocida y reconocida por sus paisanos, y aquí debo entonar el mea culpa. Me explico. En los años de la Transición, tras el triunfo del PSOE en las elecciones municipales de 1983, que aupó a la alcaldía al bueno de Andrés Luis Calvo, la concejalía de cultura me encargó el proyecto técnico de revisión del callejero. Por razones de oportunidad política no me quedó más remedio que hacer un ejercicio de chovinismo, a fin de mitigar su posible rechazo. Entre los muchos cambios propuestos - hoy desde la perspectiva que dan los años creo que fueron demasiados - no estaba el de Francisco Morán Samaniego, sencillamente porque no sabía de su existencia. Aunque tarde pido por ello disculpas. Poco después de que el pleno aprobase la revisión del callejero (18 de julio de 1985), alguien escondido bajo las siglas F.F.C envió una carta a “El Correo de Zamora”, proponiendo dar el nombre de Francisco Morán Samaniego a una calle, pero ya era tarde. Creo que ahora es el momento de corregir aquel fallo, e incluir su nombre en la memoria urbana. Obviamente, podría rotular una de nuestras calles, sin embargo en Zamora no se abren calles todos los días, y tampoco es cuestión de cambiárselo a otra. Morán, ya se dijo, fue un científico relevante, de manera que su nombre dignificaría cualquier espacio relacionado con la cultura. Pues bien, aunque aún no sabemos cuándo concluirán las obras del centro cívico que en la avenida del Cardenal Cisneros construye la Junta de Castilla y León, en cofinanciación con el Ayuntamiento, este podría llevar su nombre, y así honrar su memoria. Pese a no ser un imposible, ni tampoco un clamor, presupongo que semejante propuesta puede ser asumida, sin melindres, por cualquiera de los candidatos que en las elecciones del próximo domingo aspiran a presidir nuestro Ayuntamiento. Veremos.

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