Despliegue policial, quedadas a través de redes sociales... Así son las carreras ilegales que se organizan en Zamora

Las carreras ilegales traen de cabeza a los agentes zamoranos. Las convocatorias en aparcamientos, polígonos y otras zonas apartadas y espaciosas del entorno de la capital se suceden cada fin de semana y obligan a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y a la Policía Municipal a destinar un elevado volumen de recursos para frenar esta práctica temeraria. El subdelegado del Gobierno en la provincia, Ángel Blanco, confirmó este martes que hasta diez patrullas de los tres cuerpos tuvieron que intervenir hace solo unos días en uno de los polígonos de Coreses para frenar una concentración de hasta 50 vehículos y 150 personas.

Nuevo intento de carreras ilegales en Zamora: 50 coches y más de 150 personas en Coreses

"Una vez más, se repite lo mismo", lamentó Blanco, que explicó que los agentes acudieron unos minutos más tarde de la medianoche del sábado al polígono Los Pinares para contener unas prácticas ilegales que habitualmente derivan en conducción temeraria y en un elevado peligro para la integridad física de los participantes. Los policías y los guardias civiles procedieron a realizar controles de documentación a los presentes y a practicar pruebas de alcohol y drogas, sin hallar incidencias significativas, pero el proceso les llevó a una tardanza de más de una hora antes de disolver la concentración.

El polígono se despejó a eso de la una y media de la madrugada pero, en ese lapso de tiempo, las patrullas de los tres cuerpos tuvieron que permanecer en el lugar, con todo lo que ello conlleva desde el punto de vista de la desatención de otros posibles focos de delincuencia nocturna. Los recursos son finitos: "Nos hacen destinar muchos efectivos provinciales que siempre son necesarios en otros lugares", advirtió Blanco.

Además, el subdelegado del Gobierno recordó que estas prácticas pueden resultar dañinas para los bolsillos de sus protagonistas. Los participantes en carreras ilegales se exponen a multas de hasta 500 euros y a la retirada de seis puntos, según Blanco, que deslizó igualmente la posibilidad de aplicar el artículo 380 del Código Penal en casos extremos en los que se pusiera en peligro la vida o la integridad de las personas.

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En este supuesto, los autores de tales acciones podrían ser castigados con penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un periodo de uno a seis años: "Pedimos sensibilidad y responsabilidad cívica", insistió el subdelegado.

Blanco agradeció además la colaboración ciudadana que facilitó esta vez la rápida actuación de los agentes sobre el terreno, aunque esa información de la gente no es la única que manejan las patrullas. Las redes sociales suelen hallarse en el origen de las convocatorias de estas carreras ilegales, por lo que su rastreo facilita la posterior intervención. Tampoco hay que desdeñar el control de los movimientos en el entorno de la ciudad y la vigilancia normal de los polígonos.

Además, conviene indicar que los propios agentes ya están prevenidos ante la posibilidad de que se produzcan situaciones de esta índole, a la vista de la acumulación de concentraciones nocturnas de vehículos en lo que va de año. A principios de febrero, las patrullas de la Policía Municipal y de la Guardia Civil disolvieron un par de intentos de organizar carreras en Los Llanos y en otro polígono ubicado en Coreses. La sospecha era que se trataba de convocatorias impulsadas desde provincias cercanas, con el fin de celebrar competiciones de aceleración.

Esas intervenciones se han repetido de manera más o menos habitual desde entonces. Incluso en plena Semana Santa, decenas de vehículos trataron de dar forma a una concentración de estas características en el Ruta de la Plata y, ante el cierre policial del aparcamiento, se movieron a otros puntos de la provincia para organizar las carreras. La diligencia de las patrullas frenó también esos intentos.

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