Los trabajadores de las basuras de Zamora podrían ir a la huelga en plena Semana Santa

La empresa concesionaria rechaza subir el salario de los empleados en 2023 y el paro se consumará desde el 1 de abril si no hay acuerdo

Un trabajador del servicio limpia una pared en Zamora. |

Un trabajador del servicio limpia una pared en Zamora. | / L. O. Z.

Los trabajadores del servicio de limpieza urbana de Zamora irán a la huelga a partir del 1 de abril, víspera del Domingo de Ramos, si no alcanzan previamente un acuerdo con PreZero, la empresa concesionaria de las basuras en la ciudad. Los representantes del comité ya han remitido la información al Serla como última posibilidad para frenar esta medida que afectaría de forma grave al desarrollo de la Semana Santa en la capital. "No nos quedaba otra salida", advirtió este miércoles, en declaraciones a este medio, el portavoz de los empleados, Francisco José de la Iglesia, que explicó que este movimiento se justifica por la negativa de PreZero a cualquier tipo de subida salarial en el año 2023.

Las peticiones de los trabajadores

Según apuntó De la Iglesia, los representantes del comité le presentaron su propuesta a la empresa, con una subida del 2% para este ejercicio y una serie de incrementos progresivos en 2024 y en 2025 para compensar los efectos de la inflación en los bolsillos de los trabajadores. La respuesta de PreZero fue devolver una contrapropuesta con cero euros de incremento para este año, un planteamiento que el comité considera inasumible, dado el alza de los costes.

Con todo, los trabajadores decidieron "por unanimidad" plantear la alternativa de una huelga indefinida que solo se frenará si la empresa se muestra más flexible durante el proceso de mediación. Esa sería la salida más razonable para los afectados, que entienden que la Semana Santa es la época que más se presta a hacer presión, pero que no quieren "perjudicar a nadie". "Ni a la ciudad, ni a las cofradías, ni a los hosteleros. No queremos causar ningún problema, pero tenemos que luchar por esto, porque ya tenemos una mochila anterior de incrementos bajos", remarcó De la Iglesia.

Incluso, el representante del comité se mostró, de algún modo, comprensivo con la situación de la empresa, que recibió la adjudicación en abril del año 2022, tras presentar una oferta con una baja importante que le permitió imponerse en el concurso. El incremento de los gastos de toda índole desde entonces ha puesto a PreZero en un aprieto que, según De la Iglesia, podrá resolver en el próximo ejercicio, cuando pueda revisar los precios fijados con el Ayuntamiento de Zamora.

El responsable del comité apuntó que, en ese momento, la empresa podría recibir una compensación que haría posible la subida que ahora demandan los trabajadores, que recuerdan que ellos no son los culpables de la situación y que dejan al equipo de Gobierno municipal fuera del asunto: "El Ayuntamiento está completamente al margen de la negociación", advirtió De la Iglesia. Otra cosa es que sea el gran perjudicado por una hipotética huelga. Por lo pronto, el alcalde Francisco Guarido está al tanto de la situación y mantiene contactos con los afectados, aunque ha preferido no hacer declaraciones al respecto.

Lo cierto es que la posibilidad de una huelga de basuras durante unos días en los que la ciudad multiplica la población provoca una cierta zozobra, más allá de que la empresa tendría que mantener unos servicios mínimos. De la Iglesia indicó que esas prestaciones básicas aún están por definir a la espera de que el Serla aclare cuáles serán los movimientos a partir del 1 de abril. La previsión es que el servicio autonómico cite a las partes el lunes 27 de marzo, a tan solo tres días de las procesiones, para agotar la vía del diálogo.

Desde UGT, Jerónimo Cantuche reconoció que, en estos momentos, "las negociaciones están encalladas", aunque mantuvo la esperanza de que se pueda alcanzar alguna posición de acuerdo en el Serla, habida cuenta de que las peticiones del comité "son muy razonables". "Veníamos de dos años sin poder negociar y además contamos con una carestía de la vida tremenda", zanjó el sindicalista.

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