La solidaridad regresa a la calle en Zamora

Manos Unidas reparte aproximadamente 3.500 bocadillos en la recuperación física de la celebración de la "Operación bocata"

Jóvenes rodean la caseta donde se canjeaba el vale por un bocadillo. | Ana Burrieza

Jóvenes rodean la caseta donde se canjeaba el vale por un bocadillo. | Ana Burrieza / Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Las voluntarias de Manos Unidas se afanaban en repartir los bocadillos entre los muchos jóvenes y también una cifra representativa de adultos que el viernes participaron en la "Operación bocata" que tuvo como epicentro la plaza de Castilla y León.

La actividad estrella del Día del Ayuno Voluntario ha recuperado la presencialidad, tras dos febreros en los que la colaboración con la organización católica únicamente puso hacerse mediante un donativo.

La vuelta a la normalidad también ha conllevado ciertos cambios. Así en esta edición los bocadillos, aproximadamente 3.500 de fiambres y queso, los han efectuado en "Cáritas" y también los han donado "ya hechos desde varios restaurantes de la ciudad", explicó la presidenta la ong católica, Milagros Galarza, mientras no cesaba en la tarea de sacar en botellas de agua para entregar con los tentempiés. También se pudieron canjear los vales por galletas y un batido. "¿Se puede cambiar el vale por esto nuevo?", preguntaba con sorpresa una joven que finalmente optó por el dulce.

La cola de muchachos ávidos por llenar sus estómagos empezaba a disminuir cuando integrantes del Grupo de Coros y Danzas Doña Urraca se situaron en la plaza de Castilla y León y comenzaron a danzar. Se sucedieron jotas de Toro, el charro de Mayalde o el baile de la botella.

Alrededor de los componentes de la formación decana del folclore de Zamora se situaron muchos de los jóvenes participantes en la iniciativa, distribuidos en pequeños grupos que buscaban el sol mientras comían. También seguían con atención los bailes muchos adultos, bien situados de pie o bien sentados en los múltiples bancos de la plaza. "Somos asiduas a la Operación bocata y este año hemos querido volver a venir" comentaban dos mujeres de mediana edad que se congratulaban de la cantidad de juventud presente.