Mascotas zamoranas con bendiciones por adelantado

Los zamoranos se acercan días antes de la festividad de San Antonio Abad para honrar con sus mascotas al santo

El sacerdote Miguel Ángel Hernández, a las puertas de la iglesia, con el santo en andas. | Ana Burrieza

El sacerdote Miguel Ángel Hernández, a las puertas de la iglesia, con el santo en andas. | Ana Burrieza / B. B. G.

B. B. G.

Parece que la decisión de la Cofradía de San Antonio Abad de adelantar unos días la celebración del santo —para hacer coincidir la programación del día principal con el fin de semana— ha sido todo un acierto porque han sido decenas de zamoranos los que se han animado a participar en las distintas actividades organizadas por la cofradía para este sábado, cuando tradicionalmente se realizan en el mismo día de la festividad, el 17 de enero, que este año cae en martes.

Numerosos zamoranos esperan con sus mascotas la bendición. | A. Burrieza

Numerosos zamoranos esperan con sus mascotas la bendición. | A. Burrieza / B. B. G.

La jornada arrancó por la mañana, con la imposición de medallas a los nuevos hermanos, tras una eucaristía celebrada en la iglesia de San Vicente, a la que siguió un vino español para todos los presentes en un local de la zona de San Andrés con el objetivo de confraternizar y pasar un rato de ocio todos juntos.

Desde la misma parroquia, ya por la tarde, se puso en marcha la tradicional procesión, donde varios hermanos llevaron en andas a la imagen del santo, patrón de los animales, a partir de las 16.30 horas. Luis Antonio Pedraza fue el encargado de marcar el ritmo de esta procesión —con su ya famosos flauta y tamboril— por las calles que separan el templo ubicado junto a la plaza del Fresco y la iglesia titular de la cofradía, la de San Antolín, en el barrio de La Lana.

El arranque de la procesión, desde San Vicente. | Ana Burrieza

El arranque de la procesión, desde San Vicente. | Ana Burrieza / B. B. G.

Ha sido en esa plaza donde esperaban muchos zamoranos, que se habían acercado a recibir la bendición para sus mascotas. Aunque los más numerosos fueron, como es habitual, los perros, también hubo otros animales a los que el párroco Miguel Ángel Hernández lanzó su bendición. Desde gatos hasta periquitos, pasando por hámsters e incluso pequeñas tortugas. Niños y mayores aupaban a sus mascotas con cariño, deseando un año lleno de salud para ellos.

Muchos se quedaron después a otra de las tradiciones de esta festividad, la subasta popular de productos típicos de la tierra, gracias a la colaboración de empresas y comercios zamoranos, que se organizó en lotes para que cada uno pujara por sus favoritos.