Es una de las obras más emblemáticas de la provincia. Tras su cierre definitivo en el año 1993, la Diputación Provincial valoró los posibles usos del Teatro Ramos Carrión y, finalmente, optó por abrir una nueva etapa para la infraestructura cultural con el impulso a un centro de espectáculos y actividades del siglo XXI. En las postrimerías del año 2010, las obras de reconstrucción se encuentran en su recta final, tal y como han observado los zamoranos en el tránsito diario de la calle que lleva el mismo nombre.

Según señalan los arquitectos, las obras se encuentran ejecutadas ya al 65%, lo que les permite apuntar a la recta final del próximo año 2011 como el momento previsto para que terminen los trabajos, iniciados en 2006.

La envergadura de la obra, el elevado montante económico necesario para hacer realidad el proyecto y las vicisitudes acaecidas durante su ejecución hacen que, en el camino, se hayan sucedido los ministros responsables de esta iniciativa que pronto será una realidad.

De ahí que sea necesario recordar cómo la Diputación Provincial logró dar viabilidad a la reconstrucción del teatro después de que el, por entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, se comprometiera a financiar, de manera prioritaria además, la mayor parte de una obra cuyo coste inicial estaba previsto en algo más de seis millones de euros.

Con el compromiso en la mano, los sucesivos gobiernos y ministros han heredado la responsabilidad de financiar el proyecto emprendido por la Diputación. Tras la labor al frente de Fomento de Álvarez Cascos, la iniciativa pasó a la cartera de Vivienda, ocupada entre abril de 2004 y julio de 2007 por la ex ministra María Antonia Trujillo. La hoy titular de Defensa, Carme Chacón, tomaría entonces el testigo durante un año hasta dejar en manos de Beatriz Corredor el Ministerio de Vivienda, responsable de la rehabilitación hasta octubre de este año. Con la remodelación del Gobierno central llevada a cabo de forma reciente, la iniciativa ha regresado al área de Fomento, de la que actualmente es responsable José Blanco.

La ejecución formal del proyecto arrancaría el 19 de mayo de 2006, cuando la Diputación y el Ministerio de Vivienda firman el protocolo de colaboración para la reconstrucción del teatro. El propio órgano central se encargaría en primera persona de la contratación de la obra.

Ante tan elevada inversión, que posteriormente se vería incrementada por las circunstancias del emplazamiento del «Ramos», es preciso señalar que la Diputación ha logrado implicar al resto de administraciones para asumir sólo el 22,5% del coste de la ejecución del proyecto. De esta forma, el Ministerio se comprometió a abonar el 55% del montante global, mientras que a la Junta de Castilla y León y a la institución provincial les correspondería hacer frente a un 22,5% del presupuesto cada una.

El acuerdo facilitó el comienzo de los trabajos en mayo de 2006. Un año más tarde, el desarrollo de las obras deja al descubierto la necesidad de llevar a cabo la ejecución de una obra de emergencia, después de que el Ministerio de Vivienda ponga de manifiesto la gran necesidad de refuerzo en la cimentación para evitar el riesgo de derrumbe los edificios colindantes, entre ellos el propio Parador Nacional. En la práctica, el sistema de cimentación previsto, denominado de «bataches», fue sustituido por otro más consistente, formado por micropilotes.

Esta obra de emergencia ejecutada por Vivienda supuso un coste añadido de 3,8 millones de euros que asumió en solitario el órgano estatal, y por lo tanto, sin coste para la Administración provincial.

Las obras de emergencia consistieron en la ejecución de 500 micropilotes de diez metros de profundidad, formando una estructura que garantizaría la completa seguridad de todos los edificios del entorno, tras detectarse la posibilidad de venirse abajo.

Un año después de acometer los trabajos, la empresa adjudicataria pudo retomar la obra para iniciar la construcción del cuerpo del edificio, unos trabajos que han caminado ya sin interrupción alguna, lo que ha propiciado que actualmente se hayan superado ya dos tercios del proceso. El estado actual de ejecución permite a los responsables de la dirección calcular que los zamoranos podrán estrenar en 2012 el teatro, llamado a ser el centro cultural más importante de la provincia, a la altura en posibilidades y dotaciones tecnológicas de la mayor parte de los que existen en el país.