Almendra, un mar interior en tierras leonesas

El colosal pantano bajo cuyas aguas yace el pueblo sayagués de Argusino

VÍDEO | Así de rebosante está el embalse de Almendra en Zamora

I. G. / F. E.

Cristina Manías Fraile (*)

En estos días el pantano de Almendra está en su máximo esplendor, a un 95% de capacidad. La acción de las últimas lluvias y el hecho de que la compañía hidroeléctrica que controla la presa haya decidido no vaciarla de momento, da como resultado que tengamos un auténtico mar interior en el sur de Zamora y norte de Salamanca.

Pero la admiración que despierta este colosal pantano tiene también connotaciones amargas por la tragedia personal que supuso para los habitantes de Argusino que su pueblo quedara enterrado bajo las aguas.

La presa de Almendra se construyó entre 1963 y 1970 para embalsar las aguas del río Tormes. Posee una capacidad de 2.650 hectómetros cúbicos, es decir, de 2,65 billones de litros de agua, disponiendo de 7.940 hectáreas de superficie. Es la presa más alta de España y el tercer embalse con mayor capacidad.

La presa tiene forma de bóveda, con una longitud de más de 4 kilómetros contando con los diques laterales, midiendo 35 kilómetros hasta la cola del embalse. Una galería de presión de 15 kilómetros conduce el agua hasta la central eléctrica de Villarino de los Aires, en Salamanca.

Almendra, un mar interior en tierras leonesas

La presa tiene una longitud de más de 4 kilómetros contando con los diques laterales. / Sofía Cano Manías

Una obra monumental, faraónica, especialmente teniendo en cuenta que se construyó hace más de medio siglo. Sin embargo, si uno pasea por las inmediaciones del pantano admirado por la descomunal masa de agua, a poco que sea conocedor, no podrá por menos que retrotraer su pensamiento hacia lo que un día fue la localidad y el término sayagués de Argusino.

Siempre que se construye un pantano hay perjudicados, pueblos a orillas del río cuyas viviendas se tienen que trasladar a zonas más altas, tierras fértiles del fondo del valle que quedarán cubiertas por las aguas. Siempre hay una pérdida a nivel humano y medioambiental que las indemnizaciones no llegan a cubrir.

 1: Almendra tiene capacidad para embalsar 2,65 billones de litros de agua. 
2: El pantano de Almendra, bajo cuyas aguas yace el pueblo de Argusino. 
3: La presa tiene una longitud de más de 4 kilómetros contando con los diques laterales. 
4: Es la presa más alta de España, con una altura de 202 metros. 
| Sofía Cano Manías.

Almendra tiene capacidad para embalsar 2,65 billones de litros de agua. / Sofía Cano Manías

Pero en Argusino se dio una situación aún más dolorosa porque prácticamente todo el término quedó anegado por las aguas. No había sitio donde trasladar el pueblo, o tal vez no hubo voluntad de hacerlo. Sus habitantes fueron despojados de sus casas, de sus tierras, de las calles que habían recorrido desde niños, de las huertas que habían trabajado con sus manos. Fueron desposeídos incluso de sus muertos, porque la empresa constructora se negó a trasladar los restos del cementerio, que fue cubierto con capas de hormigón, quedando para siempre en el fondo del pantano.

Los habitantes de Argusino recibieron una indemnización totalmente insuficiente para compensarles por tanta pérdida. Pero tuvieron que marchar obligados.

Las familias que se quedaron hasta el final recibieron un ultimátum, únicamente treinta y dos horas para recoger sus cosas y marcharse. Treinta y dos horas para empaquetar toda una vida, meterla en un carro y salir a buscar un nuevo lugar donde vivir.

Treinta y dos horas para despedirse de las casas, de las huertas, de las fuentes y caminos, de los árboles, de cada rincón del pueblo. Y para despedirse de los muertos, de los padres y abuelos enterrados a los que no se podían llevar con ellos. Que se quedarían para siempre durmiendo el sueño eterno bajo las aguas.

Almendra, un mar interior en tierras leonesas

El pantano de Almendra, bajo cuyas aguas yace el pueblo de Argusino. / Sofía Cano Manías

El gigantesco pantano recibió el nombre de la localidad salmantina de Almendra. Como si quisieran borrar para siempre la memoria del pueblo inundado y desaparecido, ni siquiera le dieron su nombre a las aguas que lo cubren.

Algunos habitantes de Argusino se quedaron a vivir en pueblos cercanos, aunque la mayor parte de ellos tuvieron que buscarse un futuro lejos de su tierra, donde la sensación de desarraigo fue enorme al carecer de un lugar al que poder regresar.

Almendra, un mar interior en tierras leonesas

Almendra es la presa más alta de España, con una altura de 202 metros. / Sofía Cano Manías

Se cuentan casos en que los cuerpos de seguridad actuaron a la fuerza, incluso con brutalidad, para conseguir desalojar el pueblo. Podemos pensar que esto sucedió en otra época ya pasada, que hoy día ya no ocurren estas cosas. Pero en 1987, ya en plena democracia, también desalojaron a la fuerza a los vecinos de Riaño, en otra de las provincias de la Región Leonesa, para construir un gran pantano, acelerando los trámites antes de que se aprobara una normativa europea cuyas condiciones medioambientales no cumpliría el embalse de Riaño y que hubieran invalidado el proyecto.

Y es que no fueron pocos los casos de construcciones gigantescas, sin duda impresionantes y de gran belleza, que se concitaron en la Región Leonesa durante el pasado siglo. Sin embargo, resulta curioso que ninguna de ellas dejara beneficio alguno en el lugar en el que se emplazaron, recayendo todas las ganancias que tales infraestructuras generan en empresas privadas cuyo capital está a cientos de kilómetros de nuestra tierra.

Es verdad que todos queremos electricidad, la necesitamos. El progreso es necesario, pero no a costa de cometer injusticias sociales. Además, debería quedar beneficio en el lugar donde se emplazan este tipo de construcciones.

Los años de escasas lluvias el nivel del pantano baja y Argusino vuelve a ver la luz, como sucedió hace dos años, en 2022, cuando los antiguos habitantes de este pueblo pudieron recorrer de nuevo sus calles y ver los restos de las paredes de las casas, de la iglesia y del cementerio, ya convertidos en ruinas y despojos, en el esqueleto del pueblo amado que yace para siempre bajo las aguas.

(*) Colectivo Ciudadanos Región Leonesa

Suscríbete para seguir leyendo