Carmen Crespo y Nacho Estévez tienen una lista interminable de agradecimientos a personas que, aseguran, lo han dado todo por el niño y por ellos. Para empezar, el equipo de la UCI del Hospital Clínico Universitario de Salamanca: Santos Borbujo, de Neurología; Ricardo Torres, de Digestivo; Román Payo, el coordinador de UCI; Jorge, el cirujano que le operó ... «¡Cómo lloraban todos!», se emociona de nuevo la pareja al recordarlo. Mención especial se lleva el gerente de Servicios Sociales de la Junta, Eutimio Contra, «maravilloso, un hombre muy humano y extraordinario», igual que la jefa de la Sección de Menores, Paqui, «siempre pendiente de todo, que tenía un problema familiar y se presentó en el pueblo el día del entierro aunque no había dormido en toda la noche»; o Susana coordinadora del programa en Cruz Roja, «que vive para su trabajo».

Tanto Carmen como Nacho saben que lo suyo no es precisamente común. «Hemos sufrido mucho y la gente, con todo el cariño del mundo, te dicen que no acojas niños con problemas, pero lo haríamos una y otra vez, y vamos a seguir ayudando a todos los que nos puedan necesitar». No en vano, la pareja lleva ya casi veinte años dedicándose en cuerpo y alma a los niños de acogida. Todo un ejemplo.