Vera Cruz de Toro, 500 años de historia

Sus ordenanzas y estatutos datan de 1524 y, aunque fueron reformados en Cabildo en 1828, aún siguen en vigor hoy en día. El historiador José Navarro Talegón los califica de "preciosos" y ha dicho de ellos en un número pasado de la revista "Toro Cofrade" que están redactados "a dos tintas, en letra gótica con vistosas iniciales".

La cofradía de la Vera Cruz de Tagarabuena cumple ahora 500 años desde aquella fundación en el siglo XVI y lo celebrará con diversos actos.

Parte integrante de la Pasión toresana, empezó a procesionar en ella con una Cruz desnuda y no sería hasta el año 1590 cuando incorporase a su Crucificado, que le fue encargado a la escuela del escultor toresano Pedro Ducete. Se trata de una talla de tamaño natural, en soporte de pasta de papel, madera de pino, estopa de cáñamo y tela de lino, y porta pelo natural.

Protagonista del Jueves Santo

La imagen se encuentra expuesta al culto durante todo el año en la iglesia de San Juan Bautista de Tagarabuena, de la que parte en procesión la noche del Jueves Santo. Si bien, a las 12 del mediodía ya empiezan a repicar las campanas, señal de llamada a los cofrades para que acudan a bajar al Cristo de su altar. A la vez, van llegando los habitantes del barrio para proceder a un besapiés. Ya por la tarde, se celebra la Santa Misa y, a continuación, tiene lugar la procesión por algunas de las calles del barrio. Hasta no hace mucho, el cortejo hacía una parada en la ermita de Tagarabuena, donde se encontraba el Cristo de la Expiración. Desde hace unos años, la procesión se engrandeció en vistosidad y musicalidad ya que, a la entrada de vuelta a la iglesia, la Agrupación Musical "La Mayor" entona el "Himno al Crucificado", compuesto para este Cristo taburón por el toresano José Manuel Chillón.

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El crucificado desfila ese día con un paño de pureza de color morado que, "antigüamente" era sustituido el Domingo de Resurrección por otro de color blanco, con el que se preparaba al Cristo para la celebración de la fiesta de la Santa Cruz, que la cofradía festeja el 3 de mayo.

Se trata de una festividad de Gloria y supone una fiesta más íntima que la que se celebra en Semana Santa ya que el resto de cofradías de Pasión no los acompañan en este caso, un acompañamiento que sí se da el Jueves Santo y que para el máximo responsable de la Vera Cruz, Santiago Navarro, supone un gran apoyo. "Si el Jueves Santo no bajasen las cofradías de Toro y alguna gente, esto estaría desangelado".

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Reducción de hermanos

Económicamente, la situación no es tan fácil ya que se mantiene con las cuotas de los veintidos hermanos que forman la cofradía y con algunos donativos de particulares. Antaño, también había otra fuente de ingresos, que era el trigo que recogían los cofrades por las calles a nivel personal, solicitándolos en las casas de todos los habitantes del pueblo. Ese trigo lo vendían para tener el mantenimiento de la cofrafía, "con lo que se sacaba por él, se mantenía la cofradía", además de con el pago de una pequeña cuota, explica Navarro.

Navarro sabe que "es difícil, pero, a ver si este año, con la conmemoración del 500º aniversario, la gente se va animando" a hacerse cofrade.

Con motivo de la efeméride, tienen previsto hacer una exposición de fotografías antiguas y la idea de organizar alguna charla, aunque la decisión definitva se tomará en el Cabildo del Domingo de Lázaro.

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