Toro apuntala el edificio "Carnicerías" por el riesgo de desplome

El Ayuntamiento planteará a Patrimonio la descatalogación o la rebaja de la protección del inmueble para desmontar las partes deterioradas

Fachada del edificio en la que se ejecutan los trabajos de apuntalamiento por el riesgo de derrumbe. | M. J. C.

Fachada del edificio en la que se ejecutan los trabajos de apuntalamiento por el riesgo de derrumbe. | M. J. C. / María Jesús Cachazo

El Ayuntamiento de Toro ha iniciado recientemente los trabajos de apuntalamiento del antiguo edificio “Carnicerías” para minimizar el riesgo de derrumbe, aunque también planteará la posibilidad de descatalogar o rebajar el actual grado de protección estructural, que impide el derribo del inmueble a pesar de su avanzado estado de deterioro.

La concejala de Obras, Ruth Martín, explicó que el apuntalamiento del edificio se ejecuta en las fachadas traseras del edificio, solución por la que ha optado el Ayuntamiento ante el riesgo de derrumbe hacia la vía pública y para evitar que puedan producirse daños personales o materiales.

El apuntalamiento del inmueble es una solución provisional, ya que el Ayuntamiento de Toro tiene previsto incoar un nuevo expediente para “descatalogar” el edificio o, al menos, “bajar la protección estructural que tiene en la actualidad”, apuntó la concejala.

Para materializar la pretensión del Ayuntamiento será preciso plantear una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Toro, normativa que cataloga al edificio como “un bien protegido con grado de protección estructural”.

Sobre la posible modificación puntual de la normativa urbanística deberá pronunciarse la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta, cuyos técnicos han evaluado recientemente la situación actual del inmueble.

Elementos a preservar

Del mismo modo, como señaló Martín, en el caso de que Patrimonio acepte la propuesta del Ayuntamiento y el edificio es descatalogado será necesario determinar si el siguiente paso sería desmontar o derribar las partes de la construcción “que no queden protegidas”.

En este sentido, la concejala de Obras puntualizó que, a priori, del edificio destacan los pilares ochavados de la planta baja por lo que, para garantizar su conservación, una posibilidad es proceder al vaciado del inmueble.

Fachada apuntalada del inmueble en la que se aprecia su deterioro

Fachada apuntalada del inmueble en la que se aprecia su deterioro / M. J. C.

La opción que por el momento descarta el Ayuntamiento es proceder a una demolición total porque, al margen de que se trata de un bien protegido, en el subsuelo del edificio se conservan bodegas y una de ellas, la del antiguo Pub 42 “sobresale hacia la calle Zapateros en la vía pública”.

Precisamente, la existencia de bodegas en el subsuelo de la superficie que abarca el antiguo inmueble ha obligado al Ayuntamiento a optar por unas estructuras metálicas para apuntalar las fachadas traseras, ante la imposibilidad de utilizar maquinaria pesada en el entorno.

De otro lado, Martín reconoció que el futuro del edificio dependerá del pronunciamiento de Patrimonio sobre las actuaciones que se puedan llevar a cabo y, por el momento, para evitar un posible derrumbe y “caída a la vía pública”, el Ayuntamiento ha impulsado el apuntalamiento de las fachadas traseras, en las que se ha detectado un mayor riesgo y deterioro.

Las deficiencias del antiguo inmueble, cuya construcción data del año 1900, se agravaron en octubre del pasado año cuando se produjo el derrumbe de parte de la fachada situada en la calle Trasalfóndiga. El deterioro del edificio obligó al Ayuntamiento a adoptar diversas medidas preventivas, tales como la instalación de un cerramiento para evitar incidentes o cortar el tráfico en la zona.

Además, un informe técnico sobre el estado del edificio desveló que, una parte, se encuentra en situación de ruina inminente tras apreciar daños sobre el cerramiento, con pérdida del revestimiento de acabado y de la verticalidad. En el resto del inmueble, los técnicos apreciaron una situación de ruina por su estado de conservación.

El valor histórico del edificio radica en que en sus soportales, se ubicaron las “antiguas carnicerías” de Toro en las que se vendía carne a los vecinos y, en la zona enclavada en la calle Trasalfóndiga, se encontraba la panadería denominada “La Alhóndiga”.

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