Los más pequeños también disfrutan con intensidad de las fiestas de San Agustín y este martes lo han demostrado en una jornada cargada de emoción y diversión.
La valentía y el riesgo han marcado el inicio de la jornada festiva dedicada a los niños. Ataviados con prendas de vestir blancas y un fajín o pañuelo de color morado, los más pequeños han desafiado a las toras y dos grandes toros hinchables en un vibrante encierro ecológico, que ha contado con numerosos participantes.
El encierro ha discurrido por la Rúa de la Santa Catalina y calle Vicente González Calvo hasta la plaza de toros. Arriesgadas carreras y algún susto han marcado el desarrollo del encierro ecológico, al que varios niños acudieron con pequeños capotes y muletas para lidiar a las reses.
Ya en el coso taurino, los astados repusieron fuerzas en los toriles para, a continuación, volver a saltar al ruedo y retomar las carreras detrás de los pequeños que participaron en el encierro ecológico.
La emoción y el riesgo dieron paso a la diversión, que se trasladó hasta la Ronda de Capuchinos, en la que los niños disfrutaron de diferentes juegos populares, aunque también tuvieron que agudizar el ingenio con otros de madera.
Los niños pudieron elegir entre juegos relacionados con el deporte, tradicionales como la comba o el castro, y otros de gran tamaño que les obligaron a pensar, tales como el tres en raya o rompecabezas.
La sesión de juegos también ha propiciado la diversión en equipo y grupos de niños han disfrutado con la creación de diferentes figuras como un paraguas o una seta con un gran paracaídas denominado “Manolito”.
Tras el esfuerzo de correr delante de bravos toros y de jugar sin límites, los más pequeños se han relajado y se han refrescado con una fiesta de la espuma.
La fiesta dedicada a los niños proseguirá por la tarde con las atracciones hinchables que serán instaladas en la plaza del Barón de Covadonga.
