Las peñas de Toro han vuelto a sentir la magia que envuelve a las fiestas de San Agustín, tras dos años en los que la pandemia ha impedido la celebración de algunos de los actos en los que más participan y que esperan con mucha ilusión.
Ataviados con camisetas de colores y muchas ganas de divertirse, los peñistas han vuelto a tomar la plaza de la Glorieta en una “quedada” con sabor a reencuentro que, un año más, ha sido amenizada de forma magistral por dos toresanos de pura cepa, Josué Bermejo y Samuel Rollón.
De forma ordenada, representantes de las cerca de 70 peñas de Toro inscritas accedieron a la balconada del Ayuntamiento para colgar sus pañuelos y banderas, que servirán para recordar a vecinos y visitantes que la ciudad disfrutará hasta el 28 de agosto de sus fiestas.
Tras calentar motores en la “quedada” los peñistas iniciaron el recorrido por las calles de Toro, en el esperado desfile de la ”Mojada”.
Las elevadas temperaturas registradas durante el desfile fueron aliviadas con el agua arrojada por los vecinos desde ventanas y balcones.
No obstante, este año, por la sequía, se han lanzado menos litros de agua desde las viviendas, medida que también aplicaron los Bomberos que se sumaron a la fiesta mojando a los jóvenes y con la fiesta de la espuma.
Durante la primera jornada festiva toresanos y visitantes también podrán vibrar al ritmo del grupo “Los Secretos” y en la II edición del festival de música electrónica “Grooversnigth”.
