Los enólogos Carlos Gallego y Jordi Solá, son los promotores de esta iniciativa con la que pretenden «abrir fronteras» y ofrecer a los amantes del vino la posibilidad de participar en catas diferentes a las que de forma habitual se celebran en la Denominación de Origen Toro. Para estos cursos se han elegido vinos de diferentes países como Italia, Alemania y Francia, así como caldos elaborados en distintas regiones españolas, selección que Gallego justificó en que «son los países de mayor tradición vitivinícola, con más raíces y con más cultura». Una de las principales novedades de esta iniciativa es que sus promotores han conseguido involucrar a algunos de los restauradores más reconocidos de la zona que se encargan de elaborar pinchos para conseguir un perfecto maridaje. Estas catas tienen dos horas de duración y durante la primera parte, los enólogos ofrecen una explicación sobre las características de la zona y de los vinos elegidos, que da paso a la cata y a la degustación de los pinchos y de otros productos típicos de cada país.