Opinión | Un castillo para Baltasar Lobo

José Luis Hernández Merchán

El museo Baltasar Lobo en el Castillo por Rafael Moneo: una oportunidad para Zamora

Nuestros representantes, que para eso han sido elegidos, deben tomar decisiones valientes que dejen huella en la ciudad

El museo Baltasar Lobo en el Castillo por Rafael Moneo: una oportunidad para Zamora

El museo Baltasar Lobo en el Castillo por Rafael Moneo: una oportunidad para Zamora / José Luis Hernández Merchán

Después del tiempo transcurrido desde que el Ayuntamiento de Zamora anunció que el Museo de Baltasar Lobo se trasladaría a las actuales dependencias de la Policía Municipal en la plaza Mayor, me resisto a tirar la toalla ante lo que creo que no es una buena decisión.

Zamora, como ya indiqué en el comité de expertos creado por el Ayuntamiento para estudiar las posibles sedes del citado museo, siempre sufre de "pensamiento pequeño". Parece que ciertas instituciones –no olvidemos que están gobernadas por personas– tienen miedo o vértigo a hacer grandes cosas, cosas que con el tiempo dejan huella en las ciudades donde se llevan a cabo.

Decía Mark Twain "dentro de veinte años te sentirás más defraudado por las cosas que no hiciste que por aquellas que hiciste".

Es verdad que acometer grandes obras lleva consigo un trabajo ímprobo. En primer lugar, estudio de alternativas: en nuestro caso esta fase ya está realizada, el arquitecto más importante de nuestro país, Rafael Moneo (premio Pritzker de Arquitectura) se ha puesto a disposición de la ciudad y ha presentado una magnífica propuesta para dar solución a varios problemas: conservar y poner en valor las "ruinas del castillo" y darle un uso cultural como Museo Baltasar Lobo para devolver la vida a este espacio singular. En segundo lugar, buscar financiación para acometer la obra: la Asociación Amigos de Baltasar Lobo, junto con varios Colegios Profesionales (Colegio de Ingenieros Industriales, Colegio de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de la Provincia de Zamora, Colegio de Arquitectos y Colegio de Aparejadores y A.T.), nos hemos reunido con otras Instituciones de índole provincial y autonómico y estarían dispuestas a participar en la financiación si el Ayuntamiento se lo solicita, tal y como están haciendo en otras obras de centros culturales (Museo de Semana Santa). Y, por último, lo que parece que le cuesta más a las Administraciones: licitar las obras y llevarlas a cabo. Esta tramitación es un riesgo para los políticos que consideran que este tipo de actuaciones puede conllevar problemas y parece que es mejor no hacer nada y así no me confundo, ni sufro las posibles críticas de la oposición y de la sociedad (Zamora pensamiento pequeño).

El museo Baltasar Lobo en el Castillo por Rafael Moneo: una oportunidad para Zamora

El museo Baltasar Lobo en el Castillo por Rafael Moneo: una oportunidad para Zamora / José Luis Hernández Merchán

Zamora no está para perder oportunidades que otras provincias de Castilla y León han aprovechado. Véase las grandes obras que se han llevado, con mayor o menor acierto, como son: el Museo de la Evolución en Burgos; el MUSAC en León; el Centro de Congresos y Exposiciones en Ávila; el Centro Cultural Miguel Delibes y el Patio Herreriano en Valladolid. Si no las conocen, les invito a que las visiten. ¿Por qué estas ciudades tienen estos edificios dedicados a la cultura o el conocimiento y en Zamora no es posible?

Debemos fijarnos en otras provincias, tal y como nos contó en las jornadas de 2023 ("Centro de Arte Museo Baltasar Lobo en el Castillo y Revitalización del Casco Histórico") María Jesús Ávila, coordinadora del Área Artística de la Fundación y Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear de Cáceres: cómo una obra emblemática asociada al arte contemporáneo ha conseguido revitalizar la vida cultural de Cáceres, su casco histórico y, asociado a esto, el turismo y la economía local. ¿Por qué no podemos hacer nosotros lo mismo en Zamora?

Nuestros representantes, que para eso han sido elegidos, deben tomar decisiones valientes que dejen huella en la ciudad. Estas decisiones beneficiarán a nuestra ciudad y provincia en varias vertientes: poner en valor un edificio importantísimo y emblemático de la ciudad como el Castillo, que se está deshaciendo como un "azucarillo", y revitalizar la vida del casco antiguo dentro de una actuación más amplia que implica la recuperación de la fortaleza medieval y su uso cultural como Centro de Arte Museo Baltasar Lobo. En las mismas jornadas del año pasado, Xerardo Estévez (alcalde de Santiago de Compostela de 1983 a1998) nos transmitió su experiencia de promover la conservación de Santiago a través del planeamiento, la arquitectura y la cultura, recibiendo el Premio Europeo de Urbanismo 1998 por el Plan Especial de la Ciudad Histórica. Para ello, consiguió algo fundamental: crear el Real Patronato y Consorcio de Santiago en el que todas las administraciones (local, autonómica y estatal) cooperan en las políticas urbanas de conservación, rehabilitación y revitalización del conjunto histórico.

Desde este punto de vista, tener una obra de este arquitecto nos posicionaría a la altura y en la ruta de grandes obras como el Museo Nacional de Arte Romano (Mérida), la Estación de Atocha (Madrid), la Fundación Pilar y Joan Miró (Mallorca), el Kursaal (San Sebastián)…

Nuestra opción de un Centro de Arte Museo Baltasar Lobo en el Castillo de Zamora ha sido fruto del estudio y reflexión –ahora que está tan de moda "pensar y reflexionar"– de un grupo de trabajo que, ante la situación y las posibilidades de la ciudad, el legado de Baltasar Lobo (Declarado BIC por la Junta de Castilla y León en octubre 2023) y el deterioro del Casco Histórico, ha llegado a la conclusión de que la ubicación ideal de este museo es, sin duda alguna, el Castillo.

Pero es que, además de todo lo dicho ¿Puede permitirse Zamora perder la oportunidad de tener una obra de Rafael Moneo? ¿Qué le aportaría? Desde este punto de vista, tener una obra de este arquitecto nos posicionaría a la altura y en la ruta de grandes obras como el Museo Nacional de Arte Romano (Mérida), la Estación de Atocha (Madrid), la Fundación Pilar y Joan Miró (Mallorca), el Kursaal (San Sebastián)…, todas ellas fruto del talento de Rafael Moneo. Si aprovechamos esta oportunidad y la llevamos a cabo, cumpliríamos con la deuda histórica que tiene la ciudad con el legado de Baltasar Lobo, tendríamos un edificio cultural de primer orden, se revitalizaría el casco histórico y la vida cultural, comercial y turística de nuestra ciudad y provincia. Zamora se abriría a la modernidad con la unión de dos grandes genios: LOBO-MONEO

¿Vamos a perder esta oportunidad? Estoy convencido de que no todos los zamoranos tienen PENSAMIENTO PEQUEÑO, creo que a Zamora no se le han dado oportunidades para PENSAR A LO GRANDE, o que nuestros regidores han tenido vértigo a enfrentarse a ellas. Pero, ante la posibilidad de que, en esta ocasión, SÍ PODEMOS PENSAR A LO GRANDE, yo abogo por ello con la cabeza fría, aprovechando los "pros" y resolviendo los "contras".