Opinión | Zamoreando

"Baño de sangre"

Putin nos está amargando a fuerza de amenazar con una guerra nuclear

Vladímir Vladímirovich Putin

Vladímir Vladímirovich Putin

¿Pero qué clase de políticos está pariendo la política? Entre ineptos, psicópatas, sátrapas de la peor calaña, egocéntricos, presuntuosos, chulos, prepotentes e imbéciles de solemnidad se están cargando la ciencia del poder y el arte de gobernar. Si el padre de la Política antigua, Aristóteles, levantara la cabeza, se sentiría avergonzado ante tanta aberración y tanto aberrante. Putin nos está amargando el año y el siglo a fuerza de amenazar con una guerra nuclear que no dejaría títere con cabeza en lo que hoy conocemos como planeta Tierra. Está más cerca de ser un psicópata que un estadista del siglo XXI.

Putin, por un lado, y como él tantos otros que no tienen nada que envidiarle pero sin potencial nuclear. Aunque hay muchas formas de destruir los modos de vida de las gentes y a las propias gentes. Pero es que por otro lado, hay que mirar hacia Estados Unidos, Donald Trump constituye también una amenaza y un peligro. Un bocachancla de la peor catadura que como ocurre en otros países, pongamos por ejemplo España, tiene sus adeptos. Ahí tiene también a Carlos Puigdemont, amenazando con volver y llevar a Cataluña al desastre con la colaboración de Pedro Sánchez.

Volviendo a Donald Trump, miedo da escucharle amenazar a todo lo que se mueve fuera de su círculo de influencia. El magnate neoyorquino, expresidente de Estados Unidos y futuro candidato republicano, Donald Trump se despachaba el pasado sábado diciendo que habrá un "baño de sangre" en el país si pierde las elecciones del próximo noviembre contra el actual mandatario, el demócrata Joe Biden. Lo dijo en tono amenazante, en el transcurso de un mitin en el que llamó a Biden de todo menos guapo. Sabe qué le digo, me quedo con Biden, sus lapsus, sus tropezones y caídas, antes que ver de nuevo en el Despacho Oval a semejante energúmeno, cuya cara se mimetiza cada día más con la de un bulldog.

Eso de que "si no resulto elegido habrá un baño de sangre para el país", además de ser una amenaza que, conociendo el talante de Trump se pude fácilmente convertir en realidad, debería inhabilitar de por vida al otrora presidente. Se ve que las democracias que en el mundo son, flojean, ¡y de qué manera! Trump, que nunca ha reconocido su derrota contra Biden en las presidenciales de 2020, está imputado por haber intentado revertir los resultados electorales de hace cuatro años y haber instigado el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Y ahí lo tiene, tan pancho, ejerciendo la bravuconería a modo de programa electoral.

Al parecer, de momento, la sangre correría solo en Estados Unidos, allá ellos, lo malo es si se extiende a otras latitudes. Porque este tío es capaz de mandarnos a los Navy SEALs que como usted sabe es la principal fuerza de operaciones especiales de la Armada de los Estados Unidos, tíos muy preparados que no se andan por las ramas. La locura en todas sus manifestaciones se ha instalado en la política y parece ser la tónica dominante. El mitin de la amenaza se produjo un día después de que el exvicepresidente de Trump, Mike Pence, dijera que no respaldaría a su antiguo jefe para un segundo mandato en la Casa Blanca. Cómo será el andoba para que quien junto a él gobernó Estados Unidos se niegue a ser su cómplice. Un valiente, dado el carácter del magnate. Lamentablemente, de esos que dan un paso adelante, pocos.

El binomio Putin-Trump representa un problema para la paz mundial. Sólo cabe esperar que Trump no salga elegido.

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