Zamoreando

Por higiene mental

Ni una sola referencia en los Goya a los guardias civiles asesinados en Barbate

Pedro Sánchez, a su entrada a los Goya junto a la ministra de Igualdad

Pedro Sánchez, a su entrada a los Goya junto a la ministra de Igualdad

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

En un despliegue sin precedentes, más de 1.300 policías y guardias civiles, la mitad de antidisturbios, y 300 agentes locales, blindaron los Goya de Valladolid. No había amenaza terrorista. No se iba a tomar el aeropuerto de Valladolid, como hicieron los de Tsunami Democratic en el aeropuerto barcelonés de El Prat. No existía aviso de atentado alguno. Por lo tanto, no se entiende bien. ¿Tanto miedo tenían a la presencia de los agricultores que desplegaron también a los antidisturbios que como todo el mundo sabe arrean leña? Ni que la gala de los Goya, cada vez más politizada, fuera la quintaesencia de la cinematografía mundial y el acto social por antonomasia cuando, en realidad, las gentes del cine se lo dicen todo ellos. Ellos y ellas se lo guisan y ellos y ellas se lo comen en un banquete, por otro lado subvencionado. Yo no veo apenas cine español por higiene mental.

Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de las Artes y las ciencias Cinematográficas de España, en su discurso aseguró que: "el cine es una industria que sostiene una parte no desdeñable de la economía de nuestro país. Una industria que mantiene los principios de diversidad y sostenibilidad y de respeto por los derechos de todos". Lo de que "sostiene una parte no desdeñable de la economía en España" es discutible. Lo de "el respeto por los derechos de todos" es falso. Precisamente, haciendo política barata, que tanto gusta a las gentes del cine español, en otro momento de su discurso Méndez-Leite hizo hincapié: "no podemos olvidarnos de que en Gaza, en Ucrania y en tantos otros lugares del mundo sigue el sufrimiento y la injusticia".

Unas horas antes, el viernes, en Barbate, la zodiac de la Guardia Civil que se dedicaba a perseguir a narcotraficantes, fue embestida por la potente narcolancha que tripulaban unos asesinos con el resultado de dos agentes de la Benemérita muertos y un herido de gravedad. La cosa pudo ser peor puesto que en el "flotador" de que disponía la Guardia Civil, viajaban seis agentes. Ni una sola referencia a ellos. Quizá para no molestar al presidente del Gobierno y a Yolanda Díaz que no se distinguen precisamente por su cariño a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Mientras Sánchez salva ciento y pico kilómetros de distancia entre Madrid y Valladolid utilizando un helicóptero Puma o el controvertido Falcon. Los agentes de la Guardia Civil se vieron solos frente al tropel de narcotraficantes y barbateños que jalearon a los malos mientras se reían de los buenos. En Barbate se lo tienen que hacer mirar de forma urgente.

Horrible lo que sucede en Gaza. Estoy de acuerdo. Pero lamento que el presidente de la Academia no tuviera una sola palabra de condolencia hacia los rehenes israelíes y las víctimas de aquel absurdo ataque de Hamas que ha desembocado en lo que ahora ocurre en la Franja. Como lamento profundamente que no tuviera unas palabras de apoyo y solidaridad hacia los hombres y mujeres del agro español. Los agricultores y ganaderos sí que sostienen una parte nada desdeñable de la economía española. Y no lloran por la subvención sino porque les dejen hacer su trabajo con dignidad. Para las gentes del cine español, lo que pasa en España, en tanto en cuanto no moleste o perjudique a la izquierda, es como si no sucediera. Vergüenza debería darles. Ni una palabra de apoyo, ni un gesto, ni un guiño de complicidad no siendo que Sánchez, allí presente, en lugar de estar en la capilla ardiente de los agentes, les retire el apoyo económico. Eso tiene no uno, sino varios nombres. Lo dejo a la interpretación del lector.

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