Al grupo de poesía "Almena", ese desconocido

"La luna nos buscó desde la almena,

cantó la acequia, palpitó el olvido.

Mi corazón, intrépido y cautivo.

tendió las manos fiel a su cadena".

(A. Gala)

Poetas de ojos cansados, mano lenta de donde se desprenden versos frescos entresacados del alma vieja de pueblo. Poetas de alameda, río y pueblo. Poetas del sentimiento mas puro entresacado de los años ya vividos a la espera de otras vidas. Sí, así me parece escuchar a ese grupo de hombres y mujeres, que cada jueves de la semana se alimenta de poesía en el Colegio "Arias Gonzalo", y al que quedan invitados todos quienes alguna vez se hayan sentido poetas.

Son ya muchos años de historia de este grupo, si no me equivoco, cerca de treinta, desde que viera un día la luz. Un mismo maestro sabio y poeta de poetas. Es aquí, en el grupo "Almena" donde reposa la poesía mas sincera ya vivida. Poesía madura y de experiencia que nace de poetas, muchos, de la edad tardía, para dejar en sus versos reflejados su enorme sabiduría de vida que pende de penurias vividas por muchos de ellos y ellas, vida inmerecida a la que se vieron sometidas.

Son poetas sin nombre en los libros; poetas de pueblo y cercanía; de sentires de su tierra ya vivida. Poetas de la vida persiguiendo sin tesón rimar su último verso. Es por ello, por lo que merecen toda mi admiración y aprecio. Los he visto, lo veo cada semana, con una misma ilusión siempre renovada y renacida; siempre entresacando versos de su propia soledad y de su angustia reprimida.

Todos me sorprenden y acobardan mi primitivo rimar. Me gusta su poesía con esa rima tan sincera ya vivida y de ese su saber que los distancia de la ignorancia en la que vivimos. ¡Lástima que apenas ya nadie los escuche porgue su voz se va apagando! ¡Lástimas de tanto saber y experiencia perdida!; de tanto verso suelto en el umbral del olvido; de tanta ilusión sembrada hoy sobre adiles de ignorancia.

Envidia siento de esos poetas, muchos, de vocación tardía, que de la mano de su maestro Carlos Martín, son capaces de entender el verso viejo y revivirlo en renovados sentimientos.

Hombres y mujeres, poetas, pertenecientes a la generación de la incomprensión y el olvido; del silencia y de un esfuerzo desmedido al que vivieron sometidos. Tal vez, esfuerzo, inmerecido. Por eso tiemblan hoy sus manos y sus ojos se van cegando. Manos, como sus versos, parecen sarmentosos, doloridos, retorcidos capaces aún de rimar la vida ya pasada y lo que aún les queda de esperanza.

El grupo "Almena", sin duda, es y tiene que ser ya un referente en nuestra tierra. Gente desinteresada dispuesta a regalar sus versos a quienes estén dispuestos a escucharles con el corazón. Son ya muchos poetas y versos escritos que merecen un reconocimiento por nuestras instituciones. Poetas entresacando siempre "yerbajos" de los sentimientos del alma. Poesía que cabalga entre esperanzas y añoranza; esa que aún habla de palomares viejos y ruinas del recuerdo ya olvidado; de carámbanos y sabañones. Esa que nos acerca a nuestro propia pasado para recordarnos de donde venimos y a donde vamos.

Sin duda que mención especial, como ya he hecho hincapié, merece su maestro por su empeño, constancia y saber. Por tanto años desmembrando poesía para ponerla en las manos del pueblo mas humilde, y por ser capaz de entresacar sentimientos retenidos en los atajos del alma. Un maestro sabido, poeta, filósofo y excepcional crítico; y, por encima de todo, sencillo y humilde. Maestro de fina pluma, que con su poesía contagia y conmueve. Una poesía que invita a la reflexión mas profunda, que hace al género poético mas grande cada día.

¡Enhorabuena al grupo "Almena". Que continuéis con la misma ilusión sembrando versos por nuestros pueblos. Ya sé que quedáis a su disposición porque habláis el lenguaje y la poesía del pueblo.

Gracias por tantos años de rima y poesía.

Benjamín Charro

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