¡Grande, Gerardo!

Decir "de Luz" en Zamora es sinónimo de baloncesto, primero, pero también de valentía, generosidad, sentido común, tenacidad, esfuerzo y perseverancia, después.

Aunque a muchos puede que "De Luz" les suene más a catering que a baloncesto, para los zamoranos que tenemos unos años y amamos el deporte, decir "de Luz" es como decir baloncesto, porque desde que Gerardo Hernández de Luz, que empezó de base en "El Estudiantes" (principios de los años setenta ¡qué tiempos aquellos!), se hizo cargo de la dirección técnica del Club Baloncesto Zamora, y tras quince años en el banquillo cogió las riendas del club zamorano para desempeñar en él todas las funciones que era preciso desarrollar para que el club siguiese creciendo, casi todo lo que ha sido el deporte de la canasta en nuestra provincia, en los últimos cuarenta años largos, se debe al tesón de ese súper apasionado de todo lo que hace, que es Gerardo H. de Luz.

El sábado pasado, cuando hablé por teléfono con él y me dijo: «Ven a ver el partido, te divertirás. Vamos a ganar», su voz era tan firme y segura que, aunque tenía otras cosas que hacer, ni me lo pensé, y mucho antes de las 19:00 horas ya estaba en la taquilla del Ángel Nieto

Gerardo, al que conozco desde los tiempos en que aún él no tenía claro si dedicarse al tenis o al baloncesto, para mí, es una persona de referencia en Zamora, tanto en el mundo del deporte como, por qué no decirlo, en el de la empresa. Su sentido común, su tenacidad y su perseverancia han sido las cualidades que han hecho de este enamorado de la vida la persona que es hoy; una persona que ha sabido siempre "buscarse las habichuelas" y progresar, sin olvidarse de los suyos, que siempre fueron y siguen siendo su prioridad.

Saber transmitir a los suyos sus valores, en mi opinión, es su mayor triunfo. Solo hay que conocer un poco a Goretti, haber visto a Saulo en la cancha y saber de Dani en la "trastienda" de la empresa familiar, para tener claro que los triples que ha encestado Gerardo a lo largo de toda su vida los ha tirado con una maestría ejemplar.

El sábado pasado, cuando hablé por teléfono con él y me dijo: "Ven a ver el partido, te divertirás. Vamos a ganar", su voz era tan firme y segura que, aunque tenía otras cosas que hacer, ni me lo pensé, y mucho antes de las 19:00 horas ya estaba en la taquilla del Ángel Nieto para recoger su invitación, porque sabía que el pabellón se iba a llenar y quería coger una buena localidad.

Todo lo que pasó en la tarde del día 20 de enero de 2024 en el recinto deportivo en el que mi querido y admirado Gerardo ha pasado media vida, ya lo han contado a la perfección Manolo López- Sueiras y sus colegas de profesión; por eso, y porque el triunfo del Club Baloncesto Zamora en la Copa LEB Plata es un éxito que quedará grabado para siempre en la historia del deporte zamorano, gracias a la labor que durante muchos años ha llevado a cabo con enorme dedicación una persona que hace solo tres estuvo a punto de dejarnos, permítanme que esta vez acabe diciendo simplemente:

¡Qué grande eres, Gerardo!

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