Zamoreando

Pues va a ser verdad

En cierta medida recuperaremos lo que Zamora nunca debió perder: a los militares

La Ministra de Defensa, Margarita Robles, visita las obras de Monte la Reina.

La Ministra de Defensa, Margarita Robles, visita las obras de Monte la Reina. / Ana Burrieza

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Se ha especulado mucho, quizá demasiado, incluso tildando de "fake" la noticia de la puesta en marcha del cuartel de Monte la Reina. Es lo que tiene hablar de más. Si la ministra Margarita Robles, garantiza que en 2027, tendremos cuartel que albergará a 1.400 efectivos, me lo creo a pies juntillas. Y no porque la ministra Robles sea, como miembro del Gobierno de España, ministra de Defensa, y pueda por lo tanto hablar con autoridad, que también, es que Margarita Robles es mujer de palabra, seria y eficaz y lo que más me motiva, siente aprecio de verdad por las Fuerzas Armadas españolas.

Una, dos y hasta tres veces puedes fingir, más es imposible. Han sido muchas las intervenciones y los discursos en los que la ministra Robles ha puesto de manifiesto su admiración por las Fuerzas Armadas. No es para menos. Salvo que nos dé un patatús de aquí a 2027, todos veremos el milagro de Monte la Reina, incluso aquellos que decían que habría que esperar poco menos que al próximo siglo, que todo era una mentira bien urdida, una mentira electoral, y ponían en tela de juicio todo lo relativo a una posibilidad que, desde la visita de la ministra, es más real que nunca.

Oiga usted, dos batallones son muchos hombres y mujeres que también ayudarán con su presencia a incrementar el capitidisminuido censo zamorano. Porque, digo yo, que se quedaran a vivir entre nosotros, que harán de Zamora su puesto de trabajo y su hogar y que con ellos y ellas, vendrán sus familias. Una auténtica gozada. En cierta medida recuperaremos lo que Zamora nunca debió perder: a los militares. El Regimiento Toledo 35, siempre permanecerá en la memoria colectiva de todos los zamoranos. No en vano fueron más de 70 años de actividad cuartelaria en la capital.

Esta vuelta del Ejército a Zamora, por la puerta grande, hay que brindársela a Antolín Martín, entonces alcalde de Zamora y a cuantos con él protagonizaron aquel asalto que nos convirtió en noticia de portada durante muchos días. Gracias a ellos se creó el campus universitario que hoy conocemos. Zamora y su tejido comercial se resintieron con aquella marcha que a nadie gustó, pero en contra de la cual tampoco se hizo nada. Por eso ahora, otra vez, debemos apelar al espíritu de Fuenteovejuna y, todos a una, ser los mejores convecinos de esos mil y pico militares que formarán los dos batallones.

Pero que no sólo los queramos entre nosotros, con nosotros, por un interés que personalmente me da vergüenza, que los queramos entre nosotros y con nosotros por lo que con las Fuerzas Armadas, por lo que representan todos y cada uno de los militares que componen nuestro Ejército, la disciplina, el valor, el compañerismo, el honor, el espíritu de sacrificio, el espíritu de servicio, abnegación, integridad, todos los valores que los adornan y de los que tanto tenemos que aprender, porque en todo ello nos dan sopas con honda a los civiles. Y ahora sí, ahora es verdad que vienen.

Creo en la palabra de la ministra Robles y, ya digo, salvo "parraque", "sopitipando" o "patatus" inoportuno, seremos testigos de la vuelta a la vida militar de Monte la Reina, siempre asociada al Ejército español.

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