El misterio de las vidrieras del zamorano Javier Lozano

Esas vidrieras que constituyen en gran parte la materia prima de ese tan conocido como atractivo misterio de las catedrales, en los que la luz, las sombras y ese color que parece llegar y desaparecer según la hora y el momento, constituyen en un inspirado momento ese conjunto maravilloso que denominamos vidriera. Es tan rico como variado y tan variado como difícil cuando te adentras en el trabajo laborioso, variado y múltiple del conjunto que resulta una auténtica belleza que parece llevar dentro ese misterio tan bello como enigmático y atractivo.

Pues bien, en ese mundo del arte de la vidriera, Javier Lozano es no solo el artista definido y consagrado, sino que es un auténtico maestro de la vidriera. Su estudio-taller es ese gran espacio donde encontramos desde el horno para tratar el vidrio en sus múltiples operaciones a la gran mesa donde el dibujo se fragmenta, se divide, se parte para convertirlo en el puzzle o rompecabezas. Ahí recibirá por partes el tratamiento adecuado para terminar el conjunto que se denominará vidriera y que cubrirá con su figura, su expresión y sus colores la gran ventana o el gran hueco del muro catedralicio o de la ermita o la iglesia gótica, comenzando a jugar desde ese momento con el misterio de la luz y de las sombras que han construido ese misterio entre gótico al Renacimiento.

Un trabajo tan bello como minucioso

Es verdaderamente asombroso que una vez realizado el dibujo sobre el papel, la armonía y el orden rigurosísimo a seguir detalle tras detalle para llegar al conjunto. Y más si se tiene en cuenta que cada detalle tiene su correspondiente tratamiento en el horno, como lo medra el conjunto definitivo, encontrándonos con cada uno de esos detalles, ofrece en toda su integridad toda la belleza que sumada a la armonía del conjunto emociona.

Vidrieras de varios metros nos desbordan, ante la entrega y decisión de ese día a día para conseguir y llegar al conjunto. Las vidrieras de la catedral de Alcalá de Henares, la iglesia de San Vicente de Alcántara que se montará el día 24 del presente mes, otras catedrales y el proyecto para la catedral de Almería, nos dan una ligera idea de ese mundo del arte de las vidrieras, ese mundo que ha marcado esas etapas y esas épocas, capítulos muy definidos y muy claros y representativos en la historia del arte universal.

Javier Lozano, medio escondido en su estudio-taller, trabaja en silencio, mientras combina con precisión casi matemática cada una de las piezas hasta llegar al final, ese final feliz que todo artista busca desde el momento de concebir su idea hasta disfrutarla la obra de arte... El estudio taller de un artista del vidrio es esa inmensa gama de operaciones en las que el horno y el reloj esclavizan para conseguir los tonos precisos, es algo casi mágico y sin embargo es tan real como la vida misma. Esperamos un día ver la luz y las imágenes a través de tus vidrieras en esos ventanales de cualquiera de nuestros templos o esos nobles restos de palacios que los están esperando hace tiempo.