Zamoreando

El muñecote

Resulta chocante que los señores Patxi López y Óscar Puente, alcen el índice acusador

Decenas de personas celebran la entrada del año nuevo en la calle Ferraz, a 1 de enero de 2024, en Madrid (España).

Decenas de personas celebran la entrada del año nuevo en la calle Ferraz, a 1 de enero de 2024, en Madrid (España). / Diego Radamés - Europa Press

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Si usted me pregunta si apruebo conductas como la ocurrida el pasado día 31 en las inmediaciones de la calle Ferraz, le diré, sin dudarlo un momento que no, pero no un no cualquiera, un no rotundo y cabreado porque entiendo que ese no es el camino. Ahora, también le digo que me sonroja comprobar que el PSOE se rasgue las vestiduras cuando algo así le atañe y no haga lo propio cuando se ha hecho más de lo mismo o peor con otros líderes políticos e incluso con el mismísimo Jefe del Estado.

El muñecote de fin de año se parecía a Sánchez como un huevo a una castaña. Lo más parecido era la nariz de Pinocho que le colocaron, por lo demás, daba la sensación de que quienes participaron estuvieran jugando a una especie de piñata. Resulta chocante que los señores Patxi López y Óscar Puente, alcen el índice acusador señalando a diestro y a todo meter y se hayan callado como zorrones cuando se ha quemado la foto de Su Majestad el Rey, se ha colgado de la horca a Rajoy o directamente se le ha intentado partir la cara en vivo y en directo y así sucesivamente. Tan punible son estos comportamientos como el del día 31.

Antecedentes hay muchos, muchísimos, y todos protagonizados por una izquierda irreverente, faltona, beligerante y provocadora que no ha dudado, con luz y taquígrafos, en hacer cosas peores que lo visto y oído en las inmediaciones de la calle Ferraz el día de autos. Los escuderos de Sánchez deberían buscar en las hemerotecas antes de sacar pecho y mostrar una compunción que no sienten, si acaso rabia y ganas de engordar a la bestia señalando siempre al mismo partido: el que lidera Núñez Feijóo. Y ya que Vox pasaba por allí, pues también al partido de Abascal al que estos y otros juegos parecen gustarle mucho.

En la política hay dos varas de medir y nadie puede discutirlo a tenor de lo vivido. O acusamos a organizaciones dedicadas a estos menesteres, activistas y otras raleas de las muchas a las que les gusta organizar tanganas o si vamos directamente en pos del partido mayoritario de la oposición, por favor, entonces busquen en las hemerotecas, se darán cuenta de que estamos viviendo una especie de déjà vu a la inversa. Primero le han dado para el pelo a la derecha y ahora es la derecha la que devuelve el palo a la izquierda.

Antes de hacer el ridículo, mostrándose indignados, heridos en el honor y en lo más profundo de su ser, pónganse en la piel del adversario. Con la particularidad de que quien dio estopa primero fue la izquierda. Y ya se sabe lo que dice el refrán, ‘quien primero da, da dos veces’. Es decir, que la historia se ha repetido con cierta frecuencia. Cuando se ha quemado la foto del rey o colgado el muñeco de Rajoy, la Policía no citó a nadie, absolutamente a nadie, a pesar de las fotos que ilustraban los distintos actos. Lo que se le ha venido haciendo sistemáticamente al Rey, por parte del independentismo y la izquierda radical que vaya usted a saber quién la azuzaba, no es más que eso que tanto ha indignado a Puente y a López.

Se ve que tanto poder empacha y tomar el jarabe que durante tantos años han tenido que tragar los contrarios les joroba. Antes de señalar y alzar la voz con una estudiada indignación, hagan propósito de enmienda.

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