CuZeando en la Ciencia

Gasolinera, ¿low cost?

La calidad del material de base es la misma para todos y cumple los estándares mínimos

Tomás Gestoso

Tomás Gestoso

En muchas ocasiones surge el dilema sobre si repostar en una gasolinera de marca reconocida o por el contrario acudir a una gasolinera low cost. Son múltiples y muy diversas las opiniones sobre el tema, aunque bien es cierto que algunas carecen plenamente de fundamento. Las gasolineras low cost son cada vez más frecuentes y populares, pero ¿son tan seguras y fiables como las gasolineras de toda la vida?

Debemos comenzar comprendiendo que parámetros definen el precio de la gasolina pues aproximadamente un 80% de lo que se paga por el carburante no varía. Estos gastos fijos corresponden al propio combustible y a sus correspondientes impuestos. Por tanto, solo es posible reducir el coste rebajando las ganancias de los agentes intermedios como mayoristas, transportistas, distribuidores o empleados de las estaciones de servicio.

El combustible que se vende en las gasolineras de España procede de ocho refinerías que tratan de forma idéntica el petróleo importado. De hecho, solo una empresa, Exolum, puede suministrar combustible a una estación de servicio. Por tanto, el combustible proviene de la misma compañía de forma que la calidad del material de base es la misma para todos y cumple los estándares mínimos de calidad exigidos por ley, que son bastante elevados. Además, para garantizar la calidad de los surtidores de las gasolineras la Entidad Nacional de Acreditación realiza controles periódicos donde se comprueba si están ofreciendo un producto de calidad y con las medidas adecuadas. No obstante, si dudas de las medidas, las estaciones de servicio tienen la obligación de disponer de un matraz aforado de 10 litros para comprobar la cantidad servida. Si el error de medición es superior al 0,5% supondría un delito por parte de la gasolinera.

La clave, los aditivos

La clave de la diferencia de productos está en los aditivos que se añaden al combustible. Cada marca tiene sus propios "ingredientes" y ahí reside la principal diferencia entre las marcas convencionales y las low cost. Las grandes marcas añaden elementos a su producto con la finalidad de potenciar las características de su combustible. Estos aditivos cuentan con propiedades antiherrumbe que buscan minimizar los depósitos internos y proteger frente a la corrosión a los inyectores y otros componentes del motor. Así se neutraliza la aceleración de la oxidación del mismo y se frena su envejecimiento. Por lo general, las gasolineras low cost no cuentan con este tipo de aditivos premium.

Por tanto, el combustible de las gasolineras de bajo coste es más económico porque no dispone generalmente de aditivos. También abaratan costes en muchas ocasiones reduciendo el personal y los servicios añadidos. Además, habitualmente se sitúan en zonas alejadas más o menos de los centros urbanos o en zonas industriales, por lo que el terreno es más barato.

El combustible de todas las gasolineras de nuestro país procede de la misma compañía y cumple con los estándares de calidad marcados por la legislación y avalados por una empresa externa que realiza controles periódicos. En consecuencia, el combustible de las gasolineras low cost no es de baja calidad ni daña el motor del coche. Ahora bien, las grandes marcas ofrecen más servicios al cliente, emplean más personas e incorporan al combustible aditivos que permiten optimizar el consumo de combustible y beneficiar al motor de tu vehículo.

(*) Profesor de Física y Analista de Datos

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