Zamoreando

Desigualdad ahorradora

La inflación sigue su curso imparable, nada parece detenerla

Gráfico que refleja la inflación en España.

Gráfico que refleja la inflación en España. / QuoteInspector.com

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Hay mucho trabajo por hacer en la España de las desigualdades que no hay que focalizar, única y exclusivamente, en las existentes entre sexos. La España de las desigualdades tiene en el ahorro uno de los problemas de mayor envergadura. Cierto es que existe un tanto por ciento elevado de ahorradores, pero no es menos cierto que el tanto por ciento de personas que no puede ahorrar nada a causa de la inflación es también elevado.

La existencia de las dos Españas, en términos ahorradores es palmaria. Una es capaz de ahorrar y seguir rellenando el colchoncito que todo hijo de vecino se prepara para "por si acaso" o "el día de mañana", por mucho que la realidad nos demuestre cada día que mañana es hoy, y luego está la otra España, la que vive el calvario de no llegar a fin de mes en número rojos, la económicamente débil que las pasa canutas para salir adelante un mes detrás de otro.

Eso es lo que refleja el informe "Hábitos de ahorro e inversión en España", del bróker XTB, según el cual el 61% de los españoles ahorra un promedio de 288 euros al mes, tampoco se trata de una cantidad desorbitada, frente a un 40% de españoles que no puede ahorrar ni un céntimo debido al elevado coste de vida y los salarios que tampoco son una cosa del otro mundo.

La proporción de ahorradores se mantiene en el tiempo pese a la evolución de la inflación y los tipos de interés. Como siempre y para no variar, los jóvenes intentan incorporarse sin éxito a las filas de los ahorradores, mientras que los mayores ahorran más gracias a sus ingresos más abultados y a sus menores gastos. Mientras que el colectivo de población entre 18 y 44 años es el que más ahorra en términos proporcionales, son los mayores de 65 años los que consiguen ahorrar más en términos absolutos, entre los 200 y los 500 euros al mes.

El estudio también recoge que la mitad de los españoles ha invertido aluna vez en los mercados financieros para rentabilizar sus ahorros. La otra mitad se conforma con ir sacando un pie del barro y metiendo el otro hasta que vengan mejor dadas. La incertidumbre pesa sobre las economías débiles. La inflación sigue su curso imparable, nada parece detenerla. De hecho es la causante, entre otros factores, de acabar con la cultura del ahorro, en un porcentaje de españoles que se puede considerar muy alto.

La tendencia no parece que vaya a mejorar. La desigualdad manifiesta entre españoles ahorradores y no ahorradores empujados por las circunstancias puede seguir agrandándose del lado de estos últimos. Ahorrar se ha convertido en un objetivo vano para ese 40% que, desgraciadamente, sigue sumando afiliados que no saben cómo salir de ese círculo vicioso sin mermar más su propio "estado de bienestar".

De nada sirven los refranes, frases célebres y aforismo, si de donde no hay no se puede sacar. Pero ahí van unos pocos, por si acaso: "Ahorrar no es sólo guardar, sino saber gastar". "No pongas tu interés en el dinero, pero pon tu dinero a interés". "No ahorres lo que te queda después de gastar, gasta lo que te queda después de ahorrar". "Ahorra un tercio, vive un tercio y da un tercio". "El más rico de todos los hombres es el ahorrativo; el más pobre, el avaro". "Poco vale ganar, sin guardar". En fin.

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