Zamoreando

¡Ya era hora!

La Policía Municipal de Zamora necesita el traslado urgente

Celebración de la Policía Municipal de Zamora

Celebración de la Policía Municipal de Zamora / José Luis Fernández

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Una de las grandes alegrías que cuantos acompañamos a la Policía Municipal de Zamora en su día comentamos y compartimos es el, más pronto que tarde, traslado a las largamente esperadas nuevas dependencias tan necesarias. Llevan muchos, demasiados años aguardando el momento que, al parecer, está próximo. No quiero cantar victoria no vaya a ser que el traslado vuelva a sufrir una demora impropia. La Policía Municipal de Zamora necesita, al grito de ¡ya!, el traslado urgente a unas instalaciones modernas, dotadas de todos los medios posibles para que, parafraseando la divertida anécdota que nos contó a los asistentes, el Mayor-Jefe, Tomás Antón Deza, en su discurso del "Día de la Policía Municipal de Zamora", no se celebre en el actual recinto ni una sola jubilación más.

No ha sido el lugar más idóneo para albergarlos. Pero estoy de acuerdo con el Mayor, en que pese a las carencias que son tantas, por no decir todas, han prestado su servicio con "abnegación y solvencia" como reconocía Tomás Antón, pero también con espíritu de sacrificio, asumiendo con dignidad sus responsabilidades, adaptándose a las condiciones adversas de un lugar, si se me permito decirlo, un tanto inhóspito, que ellos y ellas, nuestros policías municipales, han sabido llenar de calor, yo diría que de calor de hogar.

La Policía Municipal de Zamora es la más cercana al ciudadano. Me atrevo a decir que los conocemos casi, casi por sus nombres y apellidos a todos, como ellos y ellas, estoy pensando en mi querida Belén y en Alfonso y en Vidales, nos conocen a la mayoría de ciudadanos. Es la Policía de proximidad, la que enseguida acude cuando se la necesita. Por todo eso y por mucho más, el pasado lunes, en el acto que, un año y otro, se celebra en esa auténtica bombonera que es el Teatro Principal se tuvo muy presente a los recién llegados y a los mayores, sobre todo a los que se fueron después de años de dedicación y servicio, alguno de ellos con la jubilación recién ganada y otros cuando el peso de los años pudo más.

El que se celebra en Zamora, siempre se me antoja un acto emotivo, cargado de recuerdos, en el que nunca falta el reconocimiento a la mujer, cuyo número aumenta promoción tras promoción. Entiendo que no se puede premiar o distinguir a todos los componentes de la plantilla a la vez, hay que dejar reconocimientos para años sucesivos, pero estoy segura que año tras año, se incorporarán nuevos nombres a ese cuadro de honor ya tan numeroso.

Ordenar, señalizar y dirigir el tráfico no es el único cometido de este instituto armado de naturaleza civil. A día de hoy, la Policía Municipal, Local, Urbana, llámela usted como quiera, tiene también otros cometidos más trascendentales si cabe y todos puestos al servicio de la ciudadanía. Quiero destacar igualmente su inmensa labor, en el cuidado de mayores y pequeños. Es nuestra, con sentido de la propiedad, Policía Local, la responsable de controlar el absentismo escolar además de otra misión que llevan muy a gala la protección a las mujeres víctimas de violencia machista.

Ellos no tiene orgullo mayor que "el de trabajar por y para los demás", o lo que es igual trabajar por nuestra ciudad que es también la de todos ellos. Comparto plenamente las palabras de Tomás Antón, por su parte, "orgullosos de ser Policías Municipales". Por parte de los ciudadanos, orgullosos de tener tan extraordinaria Policía Municipal. Muchas felicidades.

Suscríbete para seguir leyendo