Zamoreando

Más y menos

La subida de precios deja en tablas la subida de las pensiones

Ahorros

Ahorros

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

La revalorización de las pensiones es un hecho que los pensionistas zamoranos ven reflejada en su nómina, hasta el punto de que este mes han cobrado cien euros más de media con respecto a julio del pasado año. Comprendo la algarabía, comprendo el contento sobre todo entre aquellos cuya pensión es más exigua, que son la mayoría. La clase resiliente española está representada por nuestros pensionistas, situación por la que todos deberemos pasar, si llegamos a tiempo. Cuantas veces, la enfermedad que aparece repentinamente o un desgraciado accidente, truncan los planes de quienes pasan a la situación de pensionistas y que, no me diga por qué, tantos están deseando abrazar.

Es de agradecer que cuando los Gobiernos destinan los dineros de los presupuestos, se acuerden siempre de los pensionistas. Los españoles estamos hartos de ver lo bien que se tratan a sí mismos, en materia de sueldos y otras cuestiones inherentes al cargo, sus señoría los ínclitos miembros del Congreso y del Senado y, por extensión del Gobierno. Cuántos de ellos, por haber estado contemplando las musarañas en ambas Cámaras, reciben en su momento la pensión máxima que no se han currado como hacen los trabajadores de cualquier rama profesional u oficio.

Todo muy bonito, todo muy romántico pero me pregunto para qué tanta alharaca con la subida si los precios están por las nubes. Esos cien euros no logran paliar el efecto devastador que tiene la cesta de la compra en las economías, sobre todo en las más débiles. La cesta de la compra permanece en el disparador, cosa que se nota de un día para otro, mientras las pensiones se estancan. Hablo de la cesta de la compra por tratarse de productos básicos, de productos necesarios, nada le digo de cómo está el ocio. Por las nubes.

Los pensionistas merecen un trato preferente. Ellos ya lo han dado todo. Pero, encima, me entero por nuestro periódico que la provincia mantiene las retribuciones más bajas de toda la comunidad. Seguimos siendo los parientes pobres. Seguimos siendo los peor tratados. Por eso me joroba un montón que vengan los políticos a vendernos motos con sus correspondientes piezas de recambio, cuando no las podemos poner en marcha porque no hay para gasolina. Que vengan menos y apoquinen más. Que se dejen de triunfalismos y de falsas promesas y se adapten a la realidad. Ellos viven en una realidad paralela bastante alejada de la nuestra.

Es verdad que se han estirado un poquito y han apoquinado algo más, pero se han callado todo lo relacionado con los precios que, a la vista está, deja en tablas la subida de las pensiones.

Suscríbete para seguir leyendo