Zamoreando

Sin alivio hipotecario

Más de medio millón de hogares están en peligro de perder su casa

Ahorros

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Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Según el Informe de Estabilidad Financiera publicado por el Banco de España, en España existen más de 550.000 hogares vulnerables, que se hallan en riesgo de acudir al nuevo Código de Buenas Prácticas si el incremento de los tipos de interés se dispara por encima del 4%, pasando el porcentaje de hogares vulnerables del 10,4% antes del cambio de política monetaria, a más del 14% en la actualidad, unos 1,12 millones.

Traduzco para hacerlo más comprensible a quienes como yo este tipo de asuntos nos superan: Más de medio millón de hogares españoles están en peligro de perder su casa. Es verdad que el Gobierno ofreció una ayuda hipotecaria para tratar de evitar lo que hasta ahora parece inevitable. Pero, como siempre, se ha quedado corto. La ayuda sólo llegará a 220.000 familias frente al millón que se prometía felizmente el Gobierno. No sé en qué se gastan el dinero, no sé en que invierten el dinero, lo que sí sé es que cuando vienen mal dadas, nunca hay para los gobernados en situación de vulnerabilidad. Tengo para mí lo que para sí tienen muchos ciudadanos, que las grandes sumas se van en pagar asesores, cargos públicos, y los constantes aumentos de sueldo de los habitantes de las dos Cámaras, la Baja y la Alta.

El departamento que dirige Nadia Calviño no ha tenido otra salida que reconocer que el número de beneficiarios será sensiblemente inferior al estimado en un primer momento, situación que ha achacado al menor impacto de los tipos de interés en la renta disponible. No es normal, no es lo habitual que el Gobierno reconozca errores. Ellos lo hacen todo bien. Son las circunstancias las que retuercen sus previsiones. Ignoro si este reconocimiento será un paso hacia adelante o un retroceso.

El Banco de España cifra en 65.000 millones, el capital en riesgo de impago. La cifra no es una bagatela. Además de avisar sobre un posible pinchazo del sector inmobiliario “por los signos incipientes de desequilibrio”. Acabaremos todos desequilibrados. Cuando no es la cesta de la compra es la vivienda, lo cierto es que vivimos instalados en el susto, en el miedo y sin muchas opciones de ahorro, de poder rellenar ese colchoncito relacionado con el mañana, con el "por si acaso". Nuestros padres lo lograron, no sin sacrificios, no si esfuerzos, nosotros lo tenemos más complicado. No estamos atravesando el mejor momento.

No me gusta ser portadora de malas noticias (no hay ni una buena), pero lamento tener que reconocer que setecientas y pico mil familias se quedaran sin el esperado alivio hipotecario que aguardaban como agua de mayo.

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