"Dicen que la distancia es el olvido?" , (La barca, de Cantoral), es el comienzo de una canción de la prehistoria", es decir de los años 50, del siglo pasado, magistralmente interpretada por el cantante chileno Lucho Gatica que, según mi "lalo", tuvo mucho éxito en la España de aquellos años. Y es que esta "batallita" del querido "abuelete" me recuerda una de las medidas que el Gobierno de la Nación ha adoptado para combatir el coronavirus, respecto a los 2 metros de distancia que hay que mantener respecto a nuestros semejantes cuando compartamos espacios.

Y es que dicen los filósofos, sociólogos, psicólogos, ensayistas, y demás "expertos"; (recordemos lo que dijo el torero Rafael Gómez Ortega, "El Gallo" cuando le presentaron a Ortega y Gasset y preguntó a la "compaña" a qué se dedicaba éste, y le contestaron que era filósofo, a lo que el "maestro" contestó "tié q'haber gente pá tó"; y "cierro paréntesis"); que el ser humano es "sociable por naturaleza", lo que le impele a relacionarse con sus congéneres para desarrollar con plenitud su existencia, al serle imposible; salvo a los ermitaños, eremitas, etc., que, por cierto, no sé si quedará alguno; satisfacer todas sus necesidades, deseos, aspiraciones vitales, etc., como prestarle, recíprocamente, su laboriosidad, sus conocimientos, sus servicios, etc.; pues todo en este mundo, como dicen los "castizos", es un "toma y un daca", salvo para los parásitos, los aprovechados, los especuladores, los que "no dan palo al agua", los..., sí esos.

Y es que con la mutua entrega y dedicación del género humano, conseguiremos un mayor bienestar y un mundo mejor, más feliz, más ilustrado, más liberal, más justo, más solidario, más emprendedor, con más saberes, para, como ejemplo, evitar pandemias y, si se presentaran, resolverlas con prontitud, con eficacia, con eficiencia, evitando muertes, desconsuelos familiares, desastres sociales, económicos, empresariales, etc.

No obstante, la bondad, que implica para el adecuado desarrollo humano, de la cercanía entre las personas; más veces de las deseadas, dada la pésima condición humana que se manifiesta en actitudes envidiosas, en malquerencias, en faltas de respeto a los demás, de carencia de empatía, de divulgar falsos comportamientos de otros, la deficiente, por no decir casi nula, educación, que según el Diccionario de la R.A.E., consiste en "Instrucción por medio de la acción docente", en su acepción 3., lo que supone un estrepitoso fracaso de quiénes tienen que inculcarla y transmitirla: progenitores y maestros; etc., conlleva a una pésima calidad humana.

Y, de todo lo anterior, se deriva la proverbial y pésima convivencia en los ámbitos laborales, vecinales, de organizaciones humanas de todo "pelaje", de grupos, etc., en lo que se basa aquella típica expresión "no te puedes fiar ni de tu sombra". Y como colofón de tan precaria situación está la deficiente cooperación entre compañeros de trabajo, no dando éste el pleno resultado que debiera; las reservas mentales y de todo tipo con cualesquiera gente con las que nos vemos obligados a relacionarnos, a mantener siempre una reserva mental "a cal y canto", a no ser sinceros, a tener siempre presente aquello de que "uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras", y así un larguísimo y tristísimo etcétera.

Como el "propósito de la enmienda", como emular a los mejores, en buena lid, respetando las "reglas del juego", procurando el afán de superación, etc., suelen brillar por su ausencia; la solución que les queda a "las gentes de bien" es el d??.. Lamentabilísimo, pero no queda otra, para evitarles perjuicios y sinsabores de todo tipo. Esta "pandemia" sí que tiene mala solución, creo que no haya vacuna "por los siglos de los siglos", y por supuesto que no digo "amén"; pues bien deseo lo contrario, para la felicidad de todos.

Marcelino de Zamora