Baloncesto | LEB Plata

El ascenso a LEB Oro se decidirá en el Ángel Nieto

El CB Zamora Enamora se impone con gran contundencia al Arenas Albacete y jugará el partido decisivo de la gran final en su casa

El CB Zamora Enamora consiguió su propósito y aseguró el factor cancha en la gran final por el ascenso a LEB Oro ante un Arenas Albacete al que dominó desde el inicio de un partido que terminó con 92-69 en el marcador. Un tanteo que asegura que el duelo entre campeones de LEB Plata se decidirá en el Ángel Nieto, sin haber hecho falta al equipo de Saulo Hernández recurrir al basketaverage con los manchegos para ello.

El ascenso a LEB Oro se decidirá en el Ángel Nieto

El ascenso a LEB Oro se decidirá en el Ángel Nieto / Carlos Toyos

No tardó más que unos segundos el líder en abrir el marcador ante su público. Pauksté anotaba con facilidad y daba pie a un buen inicio local que Powell redondeaba con un triple. Un arranque al que respondió Arenas Albacete con su primer acierto y un triple que ajustaba diferencias tras los primeros fallos locales (7-5, m. 3).

Buckingham afianzó el dominio zamorano y Kalinicenko, a la contra, daba de nuevo aire al líder al paso por el ecuador del primer cuarto (12-8). Momento en el que Saulo Hernández empezó a rotar a sus hombres dando entrada a Peris y Souley.

No pasó mucho tiempo en saltar a la pista Hustak y dar nueva vida a un ataque zamorano que con el segundo triple de Powell ampliaba la renta en el marcador. Una renta que Arenas Albacete amenazaba con recortar pues, pese a canastas trabajadas como la que estrenó el casillero de Souley, los visitantes anotaban cada vez con más facilidad (21-14, m. 8).

Al final, a base de trabajo y ya con Naspler y Shelist terminando de dar relevo a todo el quinteto inicial, el CB Zamora Enamora afianzó la diferencia y cerró el primer cuarto con nada menos que doce puntos de ventaja (28-16).

Buscando no bajar la intensidad de su juego, el CB Zamora Enamora se esforzó en defender duro y atacar el aro rival con celeridad. Una puesta en escena que no amilanó al tercer clasificado, un Arenas Albacete cuya zona y fiereza atrás secó el caudal de puntos zamorano. Un problema que llevó a Saulo Hernández a dar regreso a Buckingham, Pauksté y Round para aumentar la brecha en el luminoso a quince puntos. Diferencia que obligó a los visitantes a solicitar tiempo muerto (38-23).

El parón no alteró el desarrollo del envite, con los dos equipos jugando muy bien sus cartas sin mucho acierto hasta que el líder pegó un arreón. Un parcial de 7-0 con canastas de Hustak, Round desde el perímetro y Pauksté que llevaron la ventaja local a otro nivel. Así, con 49-28 y bordeando el descanso, Arenas Albacete detuvo de nuevo el duelo. Un partido que, en los prolegómenos del intermedio se volvió "loco", con triples por ambas partes y canastas variadas que hicieron subir el tanteo al 57-35 con el que ambos equipos se fueron a vestuarios.

Con energías renovadas, Arenas Albacete saltó dispuesto a mejorar la imagen dejada en el Ángel Nieto durante los primeros veinte minutos. Sin embargo, el líder es mucho líder y con un triple de Buckingham calmó un poco los ánimos de su adversario, empeñado en enmarañar el duelo para gozar de opciones (65-40, m. 24).

La estrategia, apelar más al contacto y centrar esfuerzos en defensa, tuvo su efecto en el marcador, pues los visitantes limaron diferencias. Eso sí, el tiempo corría en favor del líder y la pérdida no era preocupante. Un triple de Kalinicenko y un tiro libre de Hustak hacía imperceptible la diferencia. De hecho, esas acciones dieron lugar al regreso del CB Zamora Enamora más incisivo que, con un triple de Round, abría todavía más la brecha a menos de doce minutos del final (72-45). Una diferencia que se quedó tras un triple espectacular de los manchegos, en 27 puntos (75-48).

El CB Zamora Enamora, campeón del Oeste encaró la recta final del duelo con su objetivo cumplido. Era muy complicado que Arenas Albacete remontara y recuperara el basketaverage para aplazar que los zamoranos disputen la vuelta de la final por el ascenso en su feudo. Pero, a pesar de ello, no se dejó llevar y estiró su renta a 30 puntos nada más arrancar el último periodo.

Tampoco tiró la toalla el equipo visitante, que no paró de buscar canastas con las que maquillar el tanteo, logrando a base de triples dejar en 23 puntos la renta zamorana con seis minutos para el final. Un desenlace en el que la renta fue disminuyendo para acabar en el 92-69 que supuso un nuevo triunfo azulón.