Taekwondo | Coral Bistuer Deportista

"Apuesto por una categoría trans en el deporte, y no es discriminar"

"El término empoderada me pone del hígado. A mí no me empodera ni Dios, yo soy una mujer poderosa"

Coral Bistuer, en su visita a Zamora. | J. L. F.

Coral Bistuer, en su visita a Zamora. | J. L. F. / Paz Fernández

Paz Fernández

Paz Fernández

Campeona del Mundo, de Europa, de España. Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl 88 y oro en Barcelona 92. Superviviente. Comunicadora. Coral Bistuer es a sus casi 60 años una todoterreno con ideas propias y a la que no le importa defender aquello en lo cree aunque no sea "políticamente correcto". En esta ocasión ha estado en Zamora tratando de romper tabús en unas jornadas de la Fundación Caja Rural bajo el título "Descubriendo la clave del suelo pélvico", donde compartió escenario en el Seminario San Atilano con la doctora y fisioterapeuta Beatriz Martínez.

–En Zamora abordó un asunto que todavía tiene algo de tabú, a pesar de que, como dicen, es clave.

–Es un tema que es más importante de lo que creemos, tanto para las mujeres como para los hombres, que también lo tienen. Yo me centro más en los deportistas y sí creo que el problema es que los deportistas ejercitamos los músculos que vemos: el bíceps, el tríceps, el abdominal…, pero lo que no se ve parece que no existe. Mentalizarnos en ejercitar un músculo que no vemos es complicado, sobre todo si está ubicado en una zona tan íntima. Es un tema de hablar, pero también de ejercitar, y todavía, aunque parezca mentira en la época que vivimos, hablar de suelo pélvico sigue sonrojando.

–¿No se le da la importancia que se debe?

–Es muy importante porque es el músculo que nos va a asegurar que, durante nuestra época dorada, en la madurez plena, dependamos o no de algo tan incómodo como un pañal.

–Y no afecta solo a las mujeres que dan a luz como se cree.

–Eso ayuda por el peso del feto, pero ahí no solo se ve afectado el suelo pélvico. El parto destroza a la mujer por dentro, deja muchas secuelas. Si las mujeres, entre nosotras, no hablamos de suelo pélvico ¿tú ves a un entrenador de cuarenta y tantos años diciéndole a las chicas que tienen que trabajar el suelo pélvico? Hay que trabajarlo. También ahora hay que estudiar, a través de las que hemos sido pioneras del deporte, cómo afecta el deporte femenino al suelo pélvico, y también a otras cuestiones. Ahora que ya llevamos muchos años las mujeres practicando todo tipo de deportes, hay que hacer estudios de todo: suelo pélvico, cáncer de pecho, de ovario, cómo se envejece… Yo desde los 16 años hago deporte de alta competición y eso incluye entrenamientos, buena comida, buen descanso, recuperación, no fumo, no bebo… y ahora, con casi 60 años, tengo una vida plena, con mis cosas, evidentemente.

–Como deportista de élite, pionera ¿cómo ve el avance hacia la igualad entre el deporte femenino y masculino?

–Que estemos mejor, no quiere decir que estemos bien. Dicho esto, tampoco debemos forzar las cosas. Todo lo que se hace con premura, rapidez y sin dar pasos firmes, termina volviéndose en tu contra. Si damos saltos mortales con este tema, llega un momento en el que nos pasamos de vueltas, y nos terminan cogiendo asco.

–¿Cuál cree que es el camino a seguir?

–Creo que las mujeres deportistas y las que rodeamos el deporte, deberíamos seguir pidiendo la igualad siempre que seamos conscientes de que la igualad en el deporte depende de lo que tú generes. Por ejemplo ¿por qué las chicas de fútbol no reciben lo mismo que los chicos por ser campeonas del mundo si han hecho lo mismo?, ¿por qué una chica campeona del mundo de curling no gana lo mismo que una campeona del mundo de fútbol? Se llama generar. No van a verles las mismas personas, hay más ingresos, patrocinadores, ayudas… ¿Por qué nos queremos igualar con los hombres si entre nosotras no hay igualad? Empecemos por nosotras, por nuestra casa.

A mi madre le decían que se me iba a retirar la regla o que iba a venir con una barriga por estar con hombres.

–¿Le han generado o le generan conflictos estos ideales?

–Yo hago taekwondo desde los 16 años, y llevo en conflicto desde entonces. Empecé en un deporte como el taekwondo y a mi madre le decían que se me iba a retirar la regla o que iba a venir con una barriga por estar con hombres. Entonces, a estas alturas, ¿por qué me va a generar un conflicto? Y si me lo genera ¿quién tiene el problema? ¿la persona que no tiene sentido común y está totalmente sectarizada y adoctrinada o yo? Hay que seguir andando, dando pasos firmes, pero sin dar saltos mortales porque terminamos convirtiéndonos en lo que criticamos.

–Con toda su trayectoria ¿qué les dice a sus alumnas de cara a la competición?

–Que disfruten. Cuando competimos podemos ganar o perder, lo sabemos. Si ganamos, lo celebramos, y si perdemos, seguimos entrenando para intentarlo otra vez. Yo con mis alumnos hago también el juego de recompensa y siempre hay un premio que gana uno, y el resto no. Hay que saber entrenar la frustración, y el juego es para que el que no gana, tenga ganas de hacerlo y cuando lo logra, el sentimiento es brutal.

–Como pionera del deporte, ¿qué opina de términos actuales como el de la mujer empoderada?

–Me pone del hígado. A mí no me empodera ni Dios, yo soy una mujer poderosa. Hago de todo, y sirvo para todo. Yo con mis niñas, en defensa personal, hablo de todo porque no es algo solamente un tema físico, también hay defenderse ante una agresión verbal, y eso se consigue con autoestima. Les enseño a contestar.

–De hecho, empezó en el taekwondo a raíz de un problema de acoso que sufrió un hermano suyo.

–El acoso y el bulling han existido siempre, pero lo peor ahora es que se graba y se difunde. Es un tema muy complicado. Mi hermano sí lo sufría porque era abogado de los pleitos pobres y, de hecho, ahora es abogado. En aquel momento, con 7 años, se apuntó a taekwondo y como hermana mayor le tenía que llevar, y me encantó. Yo en aquella época llevaba el pelo corto, hacía taekwondo, vestía como mis hermanos… si eso me hubiese pasado en la actualidad, me hubieran hecho una reasignación de sexo y mira el pedazo de mujer que se habría perdido la sociedad.

CORAL BISTUER, EN ZAMORA

CORAL BISTUER, EN ZAMORA / J. L. F.

–¿Cómo ve esta polémica que existe respecto al deporte y las personas trans?

–Aquí las que tenemos que poner el grito en el cielo somos las deportistas ya retiradas porque las que están en activo no pueden arriesgarse a que las sancionen por algo tan ilógico como que ahora tengan que competir con hombres biológicos. Con lo que nos ha costado tener muestra categoría femenina en todos los deportes, ahora el deporte va a ser masculino y mixto. Si seguimos así en unos años no habrá mujeres en los podios.

–¿Apuesta por incluir una categoría trans?

–Yo abogo porque todo el mundo tenga derecho a hacer deporte, pero ese derecho no puede comprometer el mío. Así, yo sí apuesto por crear una categoría trans, y no creo que sea discriminar. Las categorías en el deporte existen para a proteger al deportista.

–¿Cree que los deportistas trans estarían de acuerdo en crear esa nueva categoría?

–No porque sería empezar de cero, si empiezan desde el deporte femenino que iniciamos nosotras tienen camino hecho: patrocinadores, públicos, ayudas… nosotras empezamos de cero. Hay que apostar por la categoría trans y si tienen que empezar de cero, que lo hagan, porque nosotras les vamos a ayudar. Lo que va a terminar pasando si no hacemos nada es que las mujeres tendremos que iniciar una nueva categoría que se llame deporte femenino biológico.

–¿Encuentra mucha oposición a este pensamiento?

–Ponlo en las redes, y verás, aunque yo lo pongo y a mí nadie me dice nada. El que quiera cancelarme, no tengo ningún problema. Tengo una edad para ser políticamente incorrecta. He hecho y he sido todo. En mi primera intervención en la televisión dije que estaba en desacuerdo con que hubiera ciertos favoritismos porque no hay deportes masculinos o femeninos, hay hombres y mujeres que hacen deporte. Yo me críe en una casa con tres hombres y todos hacíamos las cosas exactamente igual, y así me eduqué.

–Cambiando de asunto, en Zamora "hemos adoptado" a Adriana Cerezo, que, aunque es madrileña, tiene raíces en Fuentespreadas, ¿qué proyección le ve?

–Adriana está muy mentalizada pero el público es muy dado a poner piedras en las mochilas de los deportistas. Entonces, después de ser plata en Tokio, ahora le piden el oro. Además de ser muy buena, ella llegó a los Juegos sin ser una de las favoritas y llegó libre, a disfrutar, que es lo más importante. Pero ahora, a París, lleva una piedra muy gorda en la mochila que se llama plata olímpica, además de otras que te van poniendo. No se combate igual con 70 piedras que con 2. Entonces mi preocupación con Adriana es que lleve demasiada responsabilidad.

–¿Qué le aconsejaría?

–Que disfrute. Ella tiene que salir, tanto si gana como si pierde, pensando que ha dado todo lo que tenía y se lo ha pasado bien. Quiero ver en París a la Adriana que vi en Tokio: fresca, sonriente y disfrutando.

Suscríbete para seguir leyendo