La enorme cantera pistacho no pudo llevar al Zamora Enamora a la victoria

El Barcelona B siempre tuvo controlado el partido y los zamoranos tan sólo pudieron acercarse a tres goles en los últimos minutos

Un ataque zamorano en el partido de este sábado en el que se llenó el Ángel Nieto

Un ataque zamorano en el partido de este sábado en el que se llenó el Ángel Nieto

Manuel López-Sueiras

Manuel López-Sueiras

El Zamora Enamora sufrió una durísima derrota (32-36) ante toda su cantera que se reunió ayer en el Ángel Nieto para apoyarle contra un Barcelona B que se mostró superior y tan sólo permitió a los pistacho acercarse a tres goles en los últimos minutos. Además los resultados de la jornada no beneficiaron al BM Zamora que ve como poco a poco se agotan sus opciones de salvación.

Era una ocasión inmejorable para volver a ganar, porque ayer no sólo tenían los miembros del club la cita con un equipo siempre mediático como es el Barcelona B ante el que la victoria era posible ya que se trataba de un conjunto de mitad de la tabla, y además el equipo pistacho contaba con el apoyo de toda su cantera reunida para realizar la foto de familia anual como prueba del trabajo que realiza este club con las categorías inferiores, incomparable en nuestra provincia. 

El Barcelona B cuenta con un equipo de futuro en el que el nivel medio es altísimo, el que más tal vez en la Liga, pero claro, la juventud de sus jugadores produce los inconvenientes que tiene la edad, y el Zamora Enamora tenía que aprovecharse de ello.

Pero los azulgrana no se inmutaron ante la presión de un Pabellón Angel Nieto lleno hasta los topes, grada supletoria incluida, y comenzaron dominando en el marcador desde el 0-2 inicial. Liderados por Djorje Cikusa siempre bien acompañado por el expistacho Iker Elola. 

No tenía su día el equipo pistacho que fallaba tiros fáciles y tampoco acertaba en los penaltis pese a las ganas que ponían los de Diego Soto . Y la ventaja azulgrana se fue estirando paulatinamente y en especial tras la expulsión por dos minutos de Jortos que llevó la ventaja azulgrana a cinco y seis goles antes de llegar al descanso (12-18).

Regresaron a la cancha los pistachos y marcaron dos goles que parecían cambiar el rumbo del partido pero las desgracias siguieron con el Zamora Enamora al lesionarse en un hombro el capitán Guille que hizo pasar por malos momentos a los zamoranos.

Diego Soto no paraba de gritar y gesticular para exigir a sus hombres concentración, tanto en defensa como en ataque porque el Barça B seguía anotanto con una enorme facilidad. Rafael Paulo con dos goles y forzando un penalti mantenía vivo al equipo que, sin embargo, no defendía nada bien.

Soto tuvo que pedir un tiempo muerto para ponerles las cosas claras a sus jugadores, para explicarse que la salvación no podrá llegar si no se alcanza un buen nivel defensivo que no llegaba pese a los esfuerzos de su entrenador.

El tiempo muerto del técnico leonés se producía en el minuto 39 con 20-25 en el marcador, una desventaja remontable, pero cada vez quedaba menos tiempo.

Rafael Paulo volvió a marcar y el Zamora Enamora cambió su defensa 6-0 por una 2-4 y Medina, recuperado de la lesión en un dedo que sufrió en la primera parte, acertaba con otro penalti (22-26) para mantener vivo a su equipo.

Un factor determinante casi siempre, como es la actuación de los porteros, no había sido la mejor en la primera parte con Víctor do Val, y tampoco lo estaba siendo tras el descanso con Forlino.

Quien no defraudaba era Rafael Paulo que volvía a marcar y el Zamora Enamora comenzaba a soñar ya con romper la barrera sicológica de los cuatro goles (24-28) en el minuto 44.

Medina lo intentaba pero estrelló el balón en el travesaño, aunque Forlino comenzó parar. Y el Barça comenzó a acusar ciertos sítomas de cansancio, mientras Forlino volvía a parar. 

El partido entró en los últimos diez minutos con 25-29 y el portero azulgraba Paul Quiroga también lo paraba todo, hasta un penalti a Medina. Pero un penalti acertado por Medina hizo posible que los pistachos rompiesen esa barrera de los tres goles (26-29). 

Pero no era el día de los pistachos porque perdían la oportunidad de situarse a solo dos goles en un mano a mano de Medina con el portero azulgrana que realizó otras gran intervención. Pero la defensa zamorana funcionaba mucho mejor y los de Diego Soto mantenían los tres goles, con un Rafael Paulo que ponía el 28-30 y obligaba al entrenador azulgrana Luis Santos a pedir un tiempo muerto con 6 minutos todavía por delante. 

Era el momento de explotar la falta de veteranía del filial azulgrana, que ahora sí lo estaba pasando mal. El técnico catalán ordenó un ataque largo para ganar tiempo y Alex Cobmann no perdonó desde el pivote para poner el 28-32 que parecía definitivo, con solo cuatro minutos por delante y lo fue pese a que Costas todavía marcaría dos goles en dos acciones merecedoras de expulsión, pero los árbitros no quisieron ver nada.