Entrevista | Orencio Casas Contreras Zangarrón de Año Nuevo en Montamarta

"El Zangarrón es nuestra seña de identidad, la esencia de Montamarta"

"Tenemos una de las mascaradas de invierno más auténticas porque se ha mantenido durante los años igual, sin nuevos elementos"

"Encarnar el personaje es cumplir un sueño"

"Desde que era muy chiquitito, el 1 y 6 de enero eran los días grandes del pueblo, cuando veíamos correr al Zangarrón y estábamos siempre detrás de él"

Orencio Casas Contreras, Zangarrón de Año Nuevo 2024 en Montamarta

Orencio Casas Contreras, Zangarrón de Año Nuevo 2024 en Montamarta / Cedida

Orencio Casas Contreras, 18 años y estudiante de doble grado de Administración y Dirección de Empresas y Derecho en la Universidad de Salamanca, cumple mañana un sueño acariciado desde niño. Orencio será el Zangarrón del 1 de enero en Montamarta. Un día cargado de emoción, recuerdos y el orgullo de perpetuar la tradición más señera y auténtica de este pueblo de la Tierra del Pan. El de mañana será un día largo e inolvidable para este joven y para el pueblo de Montamarta, que de nuevo abre sus puertas a todas las personas que quieran disfrutar de una de las mascaradas con las que la Zamora rural recibe al Año Nuevo.

–¿Qué significa para un joven de Montamarta ser zangarrón?

–Para mí el Zangarrón significa mucho. Primero por lazos familiares, puesto que muchas personas en mi familia han sido zangarrones, y en especial mi tío Santi, del que guardo un gran recuerdo. Y sobre todo también la ilusión de participar en la tradición del pueblo, que es nuestra seña de identidad. Me hace mucha ilusión.

–¿Un sueño acariciado desde niño?

–Sin duda. Desde que era muy chiquitito el 1 y 6 de enero eran los días grandes del pueblo, los días en los que los niños veíamos correr al Zangarrón y estábamos siempre detrás de él, todos súper felices, ilusionados, esperando a ser mayores para llegar a ser algún día. Ahora con 18 años, ser quinto y tener la suerte de poder representarlo me hace muy feliz.

–¿Qué sentido tiene este personaje en Montamarta?

–Como simbología realmente representa al diablo. Pero como significado para el pueblo es nuestra seña de identidad, nuestra tradición. Todo el mundo en Montamarta quiere al Zangarrón porque es nuestra propia esencia.

–¿Cómo ha sido la elección para tener la fortuna de encarnar al Zangarrón este 1 de enero de 2024?

–Este año ha sido algo curioso porque no conseguíamos ponernos de acuerdo entre los quintos, entonces pedimos mediación a los otros quintos y al final lo resolvimos como una votación. Los dos más votados seremos los zangarrones de Año Nuevo y Reyes.

–Más allá del orgullo de vestir el traje y ponerse la careta está el desafío de dar la talla, realizar una buena representación. ¿Cómo es la preparación?

–Al fin y al cabo, es un esfuerzo físico porque la careta pesa, igual que los cencerros. Requiere una buena preparación. Por eso, durante el mes de diciembre, que también forma parte de la tradición, los zangarrones salen por las noches a correr con los cencerros por el pueblo. Siempre he estado haciendo deporte, pero ser zangarrón conlleva una preparación específica que también es parte de la tradición y consiste en salir con los cencerros después de cenar para que los escuche la gente.

–¿El hecho de no vivir en el pueblo requiere un esfuerzo mayor?

–Vivo en Salamanca, pero los fines de semana que he estado aquí y, sobre todo en Navidades, he salido todos los días. El contacto con el pueblo lo tengo desde pequeño. Los fines de semana, las Navidades y los veranos los he vivido ligados al pueblo y por supuesto, al Zangarrón también.

–El 1 de enero será un día largo, el ritual empieza muy pronto.

–Sí. Sobre las seis de la mañana vienen los mozos a despertarme y me llevan hasta la Casa de los Quintos, donde se viste el Zangarrón. Sobre las siete José Ramón empieza a vestir y el proceso dura unas dos horas. Ya vestido, salgo por el pueblo con los cencerros a pedir el aguinaldo casa por casa hasta las 12.15, cuando subo hacia la iglesia y comienza el centro del ritual, la reverencia en el cementerio, las venias en la puerta de la iglesia, la entrada en la iglesia para hacer la reverencia y pinchar los panes.

–¿Por qué merece la pena no perderse esta fiesta?

–El Zangarrón de Montamarta es una de las mascaradas de invierno más auténticas porque se ha mantenido durante los años igual, no se le han metido nuevos elementos. Y sobre todo para la gente es una mascarada muy bonita de ver, muy vistosa. La estética me parece preciosa, muy bonita. Estamos a 15 minutos de Zamora, así que todas las personas que se planteen qué hacer la mañana del 1 de enero antes de la comida, pues que se pasen por Montamarta y podrán compartir nuestra fiesta y nuestra tradición.

–Dará igual que caigan chuzos de punta que nieve o salga el sol...

–El Zangarrón sale igual, teníamos miedo este año con la lluvia, pero parece ser que nos va respetar.

–Orencio Casas Contreras ya formará parte de la historia de esta tradición.

–Así es. Cumplo un sueño. Como digo, yo tenía mucho vínculo con mi tío Santi, que fue Zangarrón y siempre desde pequeño nos transmitía esa ilusión de mantener la tradición y hacerlo como él. Poder cumplir ese sueño y con ese vínculo sentimental tan grande y que además se mantenga la tradición del pueblo, es para mí algo muy grande.

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