Crimen del Lago: Los tres presuntos asesinos cobraron la "suculenta" pensión de su amigo portugués

Tres años de investigación de la Guardia Civil concluyen con tres detenidos que presuntamente ahogaron a Jaime Gomes en el río Tera

Un paquete de tabaco de la marca Handelsgold -nombre que se ha dado a la operación- es el único dato con el que partía la operación

Las autoridades policiales del Reino Unido confirmaron la identidad del cadáver localizado el 27 de diciembre de 2019

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Zamora esclarece el crimen

Los investigadores confirmaron la relación del fallecido con personas con antecedentes policiales y penales

VÍDEO | Crimen del Lago.

G. C.

Los ciudadanos portugueses, dos hombres y una mujer, que presuntamente sumergieron el cuerpo de Jaime Gomes en la cabecera del río Tera, próxima al Lago de Sanabria, perseguían beneficiarse de los sustanciosos ingresos que su amigo, también portugués, recibía procedente de dos pensiones. Hasta 35.000 euros pudieron ingresar los presuntos autores del asesinato desde la desaparición de Jaime Gomes, de 70 años, hasta que fueron detenidos por la Guardia Civil tres años después. Un delito iniciado en Portugal, concluido en España y condicionado por la pandemia, las distancias para desplazarse a los lugares de investigación o el idioma.

El móvil económico es la hipótesis fundamental que maneja la Guardia Civil de Zamora, cuya Unidad Orgánica de Policía Judicial ha llevado a cabo las investigaciones desde la aparición de un cadáver, en las proximidades del Lago de Sanabria, el 27 de diciembre de 2019. Dos personas que paseaban por la ribera del Tera localizaron un cuerpo que, como comprobó la Guardia Civil, no portaba ningún tipo de documentación personal ni otro efecto que permitiera una rápida identificación. Únicamente tenía en sus ropas un paquete de tabaco de la marca Handelsgold -nombre que se ha dado a la operación- , y es el único dato con el que, de inicio, contaban los investigadores. Pero tras la inspección ocular realizada cuando apareció el cuerpo en el Lago "había indicios suficientes para poder concluir que sufrió una muerte violenta. Falleció por ahogamiento, asfixia por sumersión".

El subdelegado del Gobierno junto al equipo que ha investigado el crimen del Lago

El subdelegado del Gobierno junto al equipo que ha investigado el crimen del Lago / JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ

Así lo ha explicado el capitán Eduardo Vicente, jefe de a Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora, durante la presentación de las investigaciones del llamado "crimen del Lago" en las oficinas de la Comandancia junto al equipo investigador, cuyo trabajo a lo largo de más de tres años ha permitido concluir la operación con la detención de tres ciudadanos portugueses, dos de ellos en torno a los 70 años y un tercero de 49, a los que se le acusa de un delito de asesinato. La víctima compartía vivienda con los detenidos, tanto en Chaves como en Verín, tenían un vínculo de amistad. Dos de los detenidos se encuentran en prisión preventiva en España y un tercero cumple condena en Portugal por hechos que nada tienen que ver con esta causa acaecidos en el país vecino. 

La operación que ha llevado al esclarecimiento del crimen del Lago ha durado tres años y se ha desarrollado tanto en España como en Portugal. En España se ha trabajado en la zona del Lago de Sanabria y en Verín, en Orense; y en Portugal, en Chaves, Vidago y Vila Real. El trabajo de los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial ha requerido de numerosa actividad operativa, vigilancia, seguimientos, obtención de información y práctica de diligencias judiciales con interceptación de las comunicaciones, registros domiciliarios y detenciones. 

Una investigación en la que los agentes españoles han trabajado durante año y medio codo con codo con sus compañeros de la Policía Judicial de Portugal, que "ha sido fundamental para la resolución del caso".

Detenciones en el crimen del Lago

Detenciones en el crimen del Lago / JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ

Como describieron los agentes, ha sido una operación "compleja y de características extraordinarias. Ha durado tres años porque al principio no había ningún elemento ni dato para poder identificar el cadáver. Se pidió ayuda al resto de cuerpos policiales europeos y siete meses después el Reino Unido nos mandó la identificación de esta persona. Fue una coincidencia del ADN extraído del cadáver con el ADN de sus ficheros policiales. Jaime Gomes residió en territorio británico y tenía reseña genética" precisó el Capitán Vicente. Contaba con antecedentes policiales.

Pero en ese momento, julio de 2020, cuanto tenían que avanzar las investigaciones, el mundo estaba en plena pandemia. "Las restricciones de movilidad obligaron a un parón, era muy difícil desplazar a los agentes a Galicia y Portugal. Y los objetivos de la operación también estaban afectados por la movilidad, ya que los investigados no tenían prácticamente vida social y era imposible obtener información de interés". Esta situación se prolongó hasta mediados de 2021, momento en el que se aceleran las investigaciones.

Otra dificultad era trasladar de manera diaria o constante al personal de la Guardia Civil a los sitios de trabajo, debido a la distancia, con desplazamientos de cuatro horas ida y vuelta. A mayores de la complejidad del idioma, pues se necesitaban guardias que supieran a la vez gallego y portugués. "Lo más importante es la internacionalidad de la operación, con autoridades judiciales y policiales de España, Portugal y el Reino Unido. Numerosas gestiones, ccoordinación de unidades de la Guardia Civil y de otros cuerpos policiales, nacionales y extranjeras" ha precisado el Capitán Jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial. 

Como detalló el Teniente Carlos Val, jefe de la investigación, los primeros pasos de la búsqueda se centraron en el entorno más cercano en Verín y Chaves en el que se movía el Jaime Gomes. Los investigadores confirmaron la relación del fallecido con personas con antecedentes policiales y penales por delitos violentos o contra la salud pública. Éstos aseguraron que Jaime Gomes había desaparecido en la localidad portuguesa de Chaves a primeros de diciembre de 2019, un mes antes de su hallazgo.

Investigación del crimen del Lago

Investigación del crimen del Lago / JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ

"Inicialmente nos lleva a pensar en algún tipo de amistad relacionada con tráfico de drogas, un ajuste de cuentas. O como chivo expiatorio por un tema de drogas". La tercera hipótisis, que terminó por ser la más certera, llevó a investigar a su propio entorno debido a que el asesinado cobraba dos pensiones "suculentas" para el nivel de renta en Portugal, una del Reino Unido y otra de Portugal. El móvil económico tomaba fuerza. "Al final esas dos pensiones acumulan más de 35.000 euros percibidos desde que Jaime fallece hasta que explota la operación. Queda acreditado el interés económico" precisó el Teniente Val.

La investigación se centró entonces en la persona que se encargaba de los cuidados del fallecido en Verín y de su compañero de piso. Es más, los agentes de la Guardia Civil descubrieron que la víctima tenía cuentas bancarias en común con uno de los sospechosos en Portugal, por lo que se establecieron mecanismos de coordinación con la Polícia Judicíaria de ese país.

Es en ese momento cuando se descubrió la posible implicación de otra tercera persona que presuntamente mantenía una relación sentimental con la detenida. Tras las muestras recabadas en dos vehículos propiedad de los investigados en la localidad de Chaves, y después de los registros en varios domicilios en la misma localidad portuguesa y de Vidago, la Policía Judicíaria detuvo a estas tres personas imputadas por su grado de implicación en el asesinato quienes fueron extraditadas y trasladadas a la prisión de A Ama (Pontevedra). 

Esclarecidos los hechos, la Guardia Civil ha contactado con la familia de Jaime Gomes para la recogida de sus restos. 

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