La temida velutina conquista territorio zamorano

Los cinco nidos de avispa asíatica retirados desde el mes de agosto confirman el avance del insecto invasor

Inquietud de los apicultores ante la nueva amenaza para sus colmenas

Los bomberos han eliminado desde agosto 2 avisperos en Villabrázaro, 2 en Hermisende y el "gigante" de San Salvador de Palazuelo

Proceso de retirada del nido de San Salvador, que aparece a la izquierda entre el ramaje del cerezo. | |  ARACELI SAAVEDRA

Proceso de retirada del nido de San Salvador, que aparece a la izquierda entre el ramaje del cerezo. | | ARACELI SAAVEDRA / Irene Gómez

No es el mayor quebradero de cabeza –«porque desgraciadamente tenemos muchos» precisa Francisco Alonso, secretario técnico de la Unión Profesional de Apicultores Apis Durii– pero la proliferación de avispas, en particular la invasora velutina, tiene en vilo a los apicultores zamoranos.

«A este paso, los que tengan pocas colmenas no van a sobrevivir» augura Francisco Alonso con la experiencia de un año sumamente complicado y la expansión de la Vespa crabro (avispón europeo) y la aún más temida Vespa velutina (avispa asiática). «Ha sido un año muy prolífico para las avispas en general, pero de cara a la apicultura estas dos especies nos hacen un daño importante».

La temida Vespa velutina, una especie exótica invasora procedente del sureste asiático, en Europa fue detectada por primera vez en Francia, en el año 2006. En Zamora se data la primera aparición de ejemplares en La Tejera (Alta Sanabria) en 2018, conquistando progresivamente el territorio hasta llegar al reciente hallazgo en San Salvador de Palazuelo donde los bomberos, con la colaboración de dos apicultores, retiraron un nido descomunal con forma ovalada, entre 80 y 90 centímetros, colgando de un cerezo, colonizado por «miles de ejemplares».

Desde agosto pasado, los bomberos del Consorcio de la Diputación han retirado cinco nidos: 2 en Villabrázaro, 2 en Hermisende y el mencionado de San Salvador de Palazuelo. «Nunca habíamos conocido esta invasión» afirma el secretario técnico de la Unión Profesional de Apicultores de Zamora. Desde la primera localización de ejemplares en La Tejera, se han ido sucediendo hallazgos. Al año siguiente, en 2019, nuevos ejemplares en la desembocadura del Tormes al Duero, en el paraje de «las dos aguas», confirman por primera vez la existencia del insecto al sur de Zamora y en el Parque Natural de Arribes.

Detalle del gigante nido de velutina retirado recientemente en San Salvador de Palazuelo. | Francisco Alonso

Detalle del gigante nido de velutina retirado recientemente en San Salvador de Palazuelo. | Francisco Alonso / Irene Gómez

El siguiente caso fue un aviso de un socio Apis Durii que encontró en su casa en Benavente una obrera de Vespa velutina en 2020. «Sabemos que ya está introducida en todo el Valle de Valverde» precisa Francisco Alonso. El año pasado la asociación Apis Durii recibe un aviso ejemplares de la especie invasora avistados en Villarejo de la Sierra, una zona de alta montaña donde no se encuentran nidos. Y este año han aparecido ejemplares en Palacios de Sanabria, «seguramente han cruzado la sierra desde León», para rematar con la «gran sorpresa» que estaba escondida entre los ramajes de un cerezo en San Salvador de Palazuelo.

«La retirada de cinco nidos de avispa asiática es algo inaudito. La expansión se ha producido en muy poquito tiempo y el año que viene está en toda Zamora, seguro» advierte Alonso.

Lejos de la voracidad del insecto invasor, los apicultores ven en el avispón europeo otra amenaza para las abejas, aunque desde el personal de Medio Ambiente se considere como un depredador de la velutina y por tanto aliado de los colmenares. Esta especie se hace más visible en Zamora hace una década, para conquistar rápidamente todo el territorio. «Hoy son miles de nidos en la provincia, está por todos los sitios, en cada pueblo puede haber cientos» afirma Francisco Alonso.

«El avispón europeo provoca una carga importante en las colmenas porque al final las abejas, si ven avispas delante de la colmena, no van a trabajar y se dedican a consumir recursos internos. Algunas salen porque la necesidad les llama y ahí están las avispas esperando al acecho. Se observa perfectamente cómo llega el avispón europeo y trinca a la abeja a traición, volando. Cuando llegan cansadas del vuelo, pelean, la avispa la agarra fuertemente, se posa en una rama cerca o en una hoja y se ve perfectamente cómo la corta la cabeza, las alas y las patas, para llevarla después al nido, donde la devoran» describe el ingeniero agrónomo y apicultor de La Carballeda con la experiencia de horas de observación.

Septiembre y octubre son los meses críticos, cuando es común ver «20 ó 30 avispas crabro delante de las colmenas y las abejas no salen porque sienten miedo».

¿Qué hacer ante esta nueva amenaza para un sector apícola muy castigado?. Con respecto a la velutina, Unión de Apicultores Profesionales considera que los trampeos oficiales que lleva a cabo la Consejería de Medio Ambiente «son totalmente insuficientes. Sería importante que la Administración se implicara. Galicia y la Cornisa Cantábrica se están gastando millones de euros en personal específicamente para retirar nidos de Vespa velutina. Aquí la Junta como que ha delegado en los apicultores buena parte de este trabajo y ni tenemos equipación ni medios. Es una temeridad» se queja el secretario técnico de Apis Durii, que relaciona la rápida expansión del insecto invasor con el cambio climático.

En Zamora los bomberos se encargan de la retirada de nidos de velutina, no así de la crabro. Es más, desde Medio Ambiente se apela a mantenerla en el ecosistema, siempre que no hayan nidificado en el interior de viviendas o similares ni representen una amenaza para la población.

En ese sentido, personal de Medio Ambiente consultado por este diario vincula el desarrollo de la Vespa crabro con la proliferación de la Vespa velutina. «Aumentan las poblaciones de avispón europeo porque es el depredador directo que tiene la avispa asiática junto con el halcón abejero, que cada vez hay más. Son los dos enemigos naturales que tiene la avispa asiática».

Algo que no comparte Francisco Alonso. «Solo hay que ir a Galicia para comprobar que el avispón europeo se alimenta de las mismas cosas que la avispa asiática. Si no hubiera comida se establece una competencia entre ellas, pero la crabro no va a ir a comer velutinas. Tan depredador para la colmena es la velutina como el europeo; la diferencia es que en un nido de velutina hay 2,000 ó 3.000 avispas y en un nido de crabro entre 50 y 100. Obviamente el peso que va a ejercer ese nido de velutina sobre las colmenas es infinitamente superior».

Ante estas amenazas, Alonso considera que «el mejor aliado es el frío y la nieve en el invierno que eviten la supervivencia de las reinas. Y el trampeo en primavera».

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