Adiós al verano de la joldria

El resurgir de las fiestas patronales ha logrado el renacer rural consiguiendo que los emigrantes y su hijos y nietos volvieran en masa a sus pueblos de origen

Orquesta compás, la más habitual durante el verano en Aliste.

Orquesta compás, la más habitual durante el verano en Aliste.

La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba ha dicho adiós a un verano marcado por el regreso a una normalidad absoluta donde las fiesta patronales volvieron al ser el alma, corazón y vida, cultivando y cosechando la convivencia y la hermandad entre vecinos, emigrantes y foráneos.

Ayuntamientos, comisiones, alcaldes y vecinos han trabajado duro para recuperar los días más grandes del año y lo lograron: la pandemia de 2020 ha traído consigo que los pueblos vuelvan a ser el principal y obligado destino vacacional de los emigrantes y sus descendientes. Niños y adolescentes vuelven a sentir como suyos el origen y los valores heredados de padres y abuelos.

Los espantos de Toros de Carbajales de Alba del 8 y 1o de septiembre fueron los actos más concurridos congregando cada día entorno a 8.000 personas. Exitoso fue también la corrida de rejones de Alcañices con el regreso de los Forcados de Portugal.

Grupos y orquestas de auténtico lujo volvieron a ser los grandes protagonistas de unas multitudinarias verbenas populares que animaron el cotarro hasta altas horas de la madrugada.

Rabanales acogía el día 5 de agosto la verbena más multitudinaria del verano con la actuación de la orquesta La Misión de Madrid que, liderada por el cantante Basty Piñero se desplazó a Aliste con un logística integrada por 32 personas, cinco trailers y un macroautobús. Espectáculo y música de alto standing con novedades como la de Beatriz Solano (piano, violín, cantante y bailarina) llegada desde el Conservatorio de Burgos.

La orquesta Musical Compás de Villamayor de Armuña (Salamanca), bajo la dirección de David Morín (saxofonista y cantante) además de ser la revelación del verano por su puesta en escena y música en directo, fue también la que actuó en mas pueblos triunfando en todos ellos: Matellanes, San Cristóbal, Tolilla, Flores, Lober y Valer. Fundada en 2007 hizo durante el verano 84 actuaciones y su trailer escenario y 12 componentes hicieron de 16.000 kilómetros. Una orquesta de variado repertorio que hace bailar y disfrutar a todo el mundo y queda bien allá donde va.

Mandrágora de Madrid es otra orquesta que triunfa en la zona y así lo demuestra su paso por Ricobayo, Moveros, Tábara, Fornillos, Gallegos del Río y Valer.

El folclore popular ha renacido como parte imprescindible de los festejos: Manteos y Monteras y Aulas de música de Aliste y Tras os Montes, fueron profetas en su tierra, junto a Doña Urraca de Zamora

La orquesta “Kronos” de Salamanca volvía a triunfar en Tola, con la particularidad de llevar en sus filas a la cantante Rocío Muñoz Calvo natural de Valer. Tola volvía a triunfar con sus fiestas, unas de las mejores y más concurridas de Aliste.

Alcañices fue quien contó con más verbenas y orquestas: Gran Slan, Malibú, Princesa, Radar y La Reina. Éxito de asistencia.

La crisis sanitaria global se llevó por delante a un 30% de las orquestas de España lo cual ha traído consigo desajustar la oferta (menor) y la demanda (mayor) con subida de precios, unido al alto coste de trailers escenario.

Con tres orquestas solamente se mantuvieron Fonfría (Media Luna, Expresión y Princesa), Valer (Musical Compás, Amazonas y Mandrágora), Litos (Horus, Rocksonic y Expresión) y Carbajales (Media Luna, Anaconda y Carisma). Sejas contó con Nexia y La Huella, con una tercera noche con el Sejas Fest.

En este apartado hay que destacar a Grisuela, un pueblo lleva varios años situando sus festejos entre los mejores de la zona, este año con las actuaciones de Radar, La Última Legión y Sándalo. Magníficas fiestas en La Torre.

Riofrío ha vuelto a situar su verbenas entre las mejoras y este año fue rotundo el éxito de participación con Cañón y Marbella. Un lugar donde son habituales las grandes orquestas y afluencia de gente es Gallegos del Río que este año arrasó con Mandrágora y Súper Hollywood). Éxito que comparten Samir (Syra e Insignia) y Domez (Rebelión y Trakc).

A nivel cultural sobresalió el Premio de Poseía León Felipe de Tábara con con 553 obras de 11 países ganado por Aitor Francos.

El alto coste de las orquestas llevo a muchos pueblos a optar por las disco móviles: el DJ alistano Alvaro de Alcañices fue quien animó más fiestas. A nivel de macrodiscotecas la Renovation Experience de Ricky Galende volvía a dejar claro que es un fenómeno de masas y triunfaba en sus dos únicas actuaciones en Rabanales y Carbajales. El verano cultural de Trabazos fue quien ofreció uno de los programas más completos y existosos.

El folclore popular ha renacido como parte imprescindible de los festejos: Manteos y Monteras y Aulas de música de Aliste y Tras os Montes, fueron profetas en su tierra, junto a Doña Urraca de Zamora. La élite estuvo con Vanesa Muela en Nuez y las Músicas de la raya con Pedraza y Meirinhos en Moveros.

Las comedias de corral volvieron a renacer gracias al grupo de San Juan del Rebollar que llevo Dinero Negro por los pueblos. Matrícula de honor para el Los de la Villa que abarrotaron el auditorio municipal Tratado de Alcañices con Ganas de Reir y La Jugada de la Abuela.

La gastronomía popular volvió con las convidadas populares aunque la mayoría de los pueblos han dejado a un lado las parrilladas ante las exigencias legales en materia de sanidad e incendios.

El guisado de carne de la Indicación Geográfica Protegida Ternera de Aliste con patatas ha sido el plato estrella, junto con los tradicionales hornazos alistanos y los dos platos que nunca fallan, la paella y como no la alistana arroz a la zamorana.

Digna de alabar la primera Feria de los Artes y Oficios de San Juan del Rebollar. A nivel cultural sobresalió el Premio de Poseía León Felipe de Tábara con con 553 obras de 11 países ganado por Aitor Francos.

El Ayuntamiento de Muelas del Pan fue el más colaborador en las fiestas de sus pueblos. Atrás quedó la temida pandemia: las fiestas patronales han vuelto para quedarse haciendo renacer los pueblos cada verano.

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